☕︎︎ - ꙳ ¿թօɾ զմҽ́ ղօ cօղ αოճօs? ︴- ✰

✰ - '' ꆰ꒤ꏂ ꉣꋬꇙꄲ́ ꋬꌦꏂꋪ? ⏤͟͟͞͞☕︎︎

  - 𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟺 -

Narrador 3ra persona.

   Era sábado en la mañana, Stanley había salido luego de la declaración de la tarde anterior.

  Estaba algo desaparecido, así que ni Fiddle ni Stanford sabían en donde estaba o que hacía.

  Tras un rato de haber despertado, (más o menos a las 13pm) Los chicos escucharon un sonido en la puerta.

  - ¡Hoolaa! — El castaño de pelo largo entró a la habitación, parecía súper borracho.

   Saludó Stanley, arrastrando los pies por el suelo de madera desgastado de la habitación.

  Fiddleford y Stanford se habían propuesto a estudiar, pero una cosa llegó a la otra, y en vez de estudiar el calor se hizo presente y Fiddleford terminó sentado en el regazo de Ford, Stan no se había presentado a cenar y estuvo ausente toda la mañana así que creian que no llegaría, pero apareció por la puerta en el momento más inesperado.

  - Oh Dios... — El rubio cenizo no aguantó la vergüenza y se escondió en el pecho contrario.

  En cuanto Stan entró, se los quedó viendo pero sonrió torpemente.

  Ford pensó que lo había incómodado hasta que...

  - Miren... — Metió la mano en su campera y levantó como un trofeo a un pequeño gatito blanco con marchitas marrones. — ¡Un gatitoo!

  Los otros dos se miraron y comenzaron a reír levemente, avergonzados totalmente.

  -Stanley... Cómo entraste a ese gatito?—Pregunto Stanford, estaba aguantando las risas que su hermano le provocaba, le daba ternura.

  -Uhhh.... Eto...yooo lo encontré...por ahí y dije, gatito, tenés frío? Y el maullo entonces me lo lleve al no ver al dueño.

Stanley se sentó en su cama, disociando con el gatito en su regazo.

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Al día siguiente.

  Stanley se despertó en su cama con el pequeño gato en el pecho de su hermano, a un lado de Fiddleford y su gemelo al otro lado del rubio cenizo. No recordaba mucho, tenía la cabeza nublada, ¿qué había pasado después de llegar?

   Luego de un rato empezó a recordar como llego borracho con un felino en brazos y que después se quedó hablando con los chicos de pelotudeces y ellos contentaban, recuerda levemente como bañaron y limpiaron al pequeño gatito.

  El de pelo largo se sentó en la cama lo más silencioso que pudo y miró a sus otros dos compañeros de cuarto.

  - ¿Sixer?

  Stanley susurra para ver si su hermano despierta pero no, Ford estaba pareciera que en coma, calmado y pacifico, así que no logro levantarlo.

  - Fidds?

  Pregunto mirando al rubio cenizo quien estaba igual o peor que su hermano.

  El pequeño gatito comenzó a despertar lentamente, el castaño vió como se estiraba sobre en cuerpo del gemelo mayor.

  Le dió mucha ternura cuando el pequeño se acercó a él y se acomodó en su regazo, volviendo a dormir.

  Le llegó el recuerdo de como bañaron al gato y se murió aún más de ternura.

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  La noche anterior.

  - ¡Auch! — Se quejó Stan al sentir al gatito arañando sus manos mientras Ford y Fiddleford intentaban meterlo al agua, tres idiotas para bañar a un felino diminuto.

  - ¡Deja de quejarte y ponelo en el agua de una vez!

  Dijo Ford, impaciente mientras lo ayudaba a Stan a bañar al gatito.

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  El de pelo largo volvió a la realidad cuando sintió a alguien tocándole el hombro.

  Volteó a un lado y vió a Fiddleford frotándose un ojo con cansancio.

  - Buenos días, Fidds. — Acarició al gatito.

  - Que, carajo, pasó, anoche. — Estaba serio, no tenía nada puesto encima... Y ahora que lo notaba, ninguno de los tres tenía ropa encima.

  - ... La verdad, no recuerdo... Lo último que tengo en mi mente es cuando bañamos a este pequeño. — Alzó al gatito en el aire. — Le voy a poner de nombre... Evasor de impuestos!

  Fiddleford se lo quedó viendo como diciendo, " estas hablando encerio? "

  - No puedes ponerle 'Evasor de impuestos' a un gato Stan. — Sacó la mano del hombro del castaño. — Tu hermano parece que está muerto, parece que estaba más cansado que yo.

  - ¿Como que no puedo? ¡Si ya lo hice! — Sonreía mirando al gatito. — Como abreviación le podemos decir... Edi, es buena idea, ¿no?

  - Como gustes, señor. — Bostezó. — ¿Encerio no sabes nada de lo que pasó anoche?

  - Definitivamente no. — Dejó al gatito en el suelo, viendo como se fue a recostar sobre la ropa sucia de Ford. — ¿Vos sabes algo?
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Notas de autores —>

Tengo sueño, luego lo seguimos