Habían pasado algunos meses desde que Alemania comenzó a ser el tutor de Canadá. Habían establecido que las clases serían día por medio.
—Canadá.–dice el alemán, mirando al canadiense–recuerda estudiarte lo que te dije.
—claro, profesor Alemania.–dice con un tono de burla-entonces...¿nos volveremos a ver el miércoles?
—Ja, wir würden am Mittwoch einen weiteren Unterricht haben [Sí, tendríamos otra clase el miércoles.]–dice abriendo la puerta principal-bueno, nos vemos el miércoles. Recuerda estudiar.
—que si, no voy a olvidar estudiar.
Sin decir algo más, Alemania se fue y Canadá cerró la puerta cuando el alemán ya iba en la otra calle. Canadá subió las escaleras y se encerró en su cuarto. Agarró un cuaderno y empezó a leer su contenido.
Los minutos pasaron y Canadá se había quedado dormido con el cuaderno en la cara. Pero al sentir su celular vibrar, despertó y vio la notificación.
"No olvides estudiar. El miércoles te haré preguntas sobre el tema que pasamos hoy"
—olvidé que Alemania me dio su número.–dice tratando de no volver a dormirse.
"No lo haré. Aunque ahora me dio sueño estudiando"
Canadá dio un bostezo, estaba por apagar su celular volvió a vibrar, llamando su atención.
"Está bien, duerme y luego estudias. Pero de que estudias, estudias"
"Que si voy a estudiar"
"Bien. Nos vemos el miércoles"
"Nos vemos"
Canadá apagó su celular y volvió a dormirse.
Eran las 19:45p.m y Canadá aún no iba a cenar. Australia entró en su habitación con Usa, ambos empezaron a hacerle cosquillas al canadiense. Canadá despertó en cuanto empezaron a hacerle cosquillas.
—¿qué pasó?-preguntó confundido. Sobando sus ojos–¿qué hora es?
—buenas noches, bello durmiente.–dice Australia.
—son las 19:45p.m y mamá dice que bajes a cenar.–dice esta vez el estadounidense.
—ya voy.–se pone de pie.
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Cuando terminó de comer, subió a su habitación nuevamente. Se sentó en la silla de su escritorio y empezó a estudiar lo que Alemania le hacía dicho. Pasaron aproximadamente 30 minutos y Canadá se estaba dando cabezazos para evitar caer completamente dormido. Pese a sus intentos, no logró mantenerse despierto y se durmió con la cara en el cuaderno. Pasaron horas y horas, ya era de madrugada.
Canadá miró a su alrededor, pero lo único que logró ver fue; oscuridad. La luz de la luna llena iluminaba un poco la habitación del canadiense. Sin embargo, comenzó a buscar su celular para saber que hora era y poder alumbrar hasta su cama.
