Todos estaban durmiendo, menos el. Estaba emocionado y producto de aquella emoción que sentía, no podía dormir. Pensaba en todo lo que había vivido con sus compañeros de clase, en todas las travesuras de las cuales había sido cómplice, en todas las declaraciones de amor que sus compañeros hacían cuando les gustaba alguien.
Dio un largo suspiro y apagó la luz de la lámpara que estaba en la mesita de noche, junto a su cama.
-mañana...será el último día.... podre despedirme de mis compañeros.. y no volveré a verlos durante tres meses..-susurra para si mismo.
Cerró sus ojos, en un intento por dormir al fin y lo logró. No pasó ni una hora y Canadá yacía completamente dormido.
6:00a.m
Su alarma sonó, indicando que era hora de levantarse. Ese día, por ser el último, podían ir vestidos como quisieran. No era obligatorio ir con el uniforme.
Así que simplemente agarró un pantalón, una camiseta, una sudadera y se metió a bañar.
Una vez listo, bajó a desayunar. En la mesa estaba USA junto a Australia, comiendo sus pancakes tranquilamente.
-¿y ese milagro que no están pelando?-dijo Canadá con una sonrisa.
-es el último día de clases, queremos usar la energía que usamos para pelear; en hacer que este día sea el mejor-dijo Australia.
-además, Nothing bad will happen if we don't fight one day. We can fight tomorrow [Nada malo pasará si no peleamos un día. Podemos pelear mañana]-dijo el estadounidense.
-bueno, tienes razón. Nada pasará por un día que no peleen.
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Se pasaron el día divirtiéndose. Haciendo las últimas travesuras del año. Creando recuerdos inolvidables. Quizás, ya no se volverían a hablar. No es como si se hablaran mucho, todos tenían a su grupito, y cuando alguien externo les hablaba, era un poco incómodo.
Tampoco era como si fueran muy unidos, pero cuando había algún problema, todos se unían a solucionarlo; ya fuera a golpes o no.
Canadá recordaba cuando había entrado recién a aquel colegio; pensaba que iba a ser el niño excluido, pero no fue así. Al principio solo se juntaba con su hermano, USA, pero cuando aquel chico tricolor llamado México entró a aquel salón, obtuvo a un amigo.
Llegó la hora de irse a sus casas, todos estaban despidiéndose de sus profesores y de sus amigos. Algunos lloraban mientras se despedían.
-fue un gusto ser tu amigo, maple.
-igualmente, taquito.
-¿y si nos sacamos unas fotos de recuerdo?-propuso el mexicano.
-of course! [¡por supuesto!]-dijo el canadiense, sonriendo.
