6.- Tensión familiar

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Whis preparaba un té para su hermana, mientras ella estaba en la ventana viendo por el cristal la lluvia deslizarse por el vidrio. Mientras tenía cruzados sus brazos alzando su busto y apretando ligeramente con su mano su brazo. Whis la miró un rato y se acercó a ella con el té que le ofreció y ella lo recibió.

Ambos estaban en la sala de la casa.

—Vados, debes entender a Korn. Él es quién sostiene a la familia —dijo Whis.

Vados tomó un bocado de té y asintió.

—Lo sé Whis. Pero también entiende me por favor, él no es el único que tiene responsabilidades con la familia. Yo también la tengo.

Vados le entregó la taza semi llena a Whis, este lo recibió sin objeción.

—Vados... —dijo Whis.

Ella la miró y negó.

—No es momento Whis.

El sonido de la puerta tocando hizo detener su plática.

Whis fue abrir la puerta encontrándose con Korn acompañado de Sour.

—Sour, que sorpresa verte hermano —Whis le dio un apretón de mano.

Korn por su parte solo pasó encontrándose con Vados quien vino hacia él y le propinó una cachetada, sorprendiéndolo un poco.

Whis y Sour se giraron a verlo debido al sonido del golpe encontrándose con un Korn quien sostuvo el brazo de Vados para una segunda cachetada.

—Vados calmate por favor —pidió Whis.

—No te metas Whis —regañó Vados quien jaló su brazo desasiendo el agarre de Korn.

Ella suspiró molesta y viendo a Sour sonrió un poco, acercándose a él y tomando su mano trató de llevarlo al segundo piso, donde se encontraba Daishinkan.

Pero Korn subió primero.

Whis se quedó solo y luego decidió acompañarlos.

—Su pulso se está regulando —dijo Sour—. Al parecer recibió una fuerte impresión.

—¿Qué impresión pudo recibir? —preguntó Korn.

Vados la ignoró.

—¿Se recuperará? —preguntó Vados. —O tardará en despertar como la última vez.

—Bueno, todavía estoy en duda. ¿Padre ha estado tomando sus medicamentos? —preguntó curioso Sour.

—Dijo que se le había acabado y quedó en llamarte, pero eso fue desde que volvimos al pueblo —contestó Vados.

Korn miró a un Shin quien se mantenía alejado de ellos.

—Y quien es él —preguntó Korn refiriéndose a Shin, quien se sintió incómodo por la voz neutra y seria de este.

Whis había ingresado por la puerta y al ver la incomodidad de Shin lo sacó de la habitación, lejos de sus hermanos mayores.

—Siempre es así —comentó Shin respirando con tranquilidad.

—Eh... A quien te refieres —Whis se mostró curioso.

—A sus hermanos. La señorita Vados ignoró a su hermano quien vino con una maleta en mano en una pregunta que él le hizo, al parecer no se llevan bien —indicó Shin. —En lugar de eso se comportó bien con otro de su hermano quien vino acompañado del primero.

—Debe ser Korn, mis hermanos son complicados. Pero no siempre fue así, todo cambió desde lo que ocurrió con mi hermano menor —confesó Whis.

—Merus —dijo Shin.

—Sí, ¿quién te lo dijo? —se mostró curioso Whis.

—Su hermana, la señorita Vados dijo algo similar.

—Ya veo... —dijo Whis.

—Bueno, tengo que irme, mi padre debe estar preocupado, que no he regresado con las compras que me mandó a comprar —dijo Shin tomando ambas bolsas y el paraguas que tenía antes del incidente con Daishinkan.

—Muchas gracias Shin, otra vez has ayudado a mi familia —dijo Whis.

—Otra vez... no recuerdo una situación antes —Shin se volteó a verlo.

—La primera vez fue cuando tuviste a mi padre en la floristería —aclaró Whis.

—Esa vez no hice nada, pero de todas formas fue un placer ayudarlo. Y le debo mucho a usted por ayudarme con las medicinas de mi abuelo hace tiempo cuando estaba hospitalizado en el hospital —agradeció Shin.

—Jojojojojo —Whis se reía con su risa enigmática de siempre—. Aún recuerda ese día.

—Sí, y le estoy muy agradecido —dijo Shin ofreciéndole una sonrisa que tenso a Whis.

—Sabe su sonrisa es capas de alegrar la vida, y después de ese incidente con mis hermanos funciona como un relajante para mí.

Shin soltó una pequeña risa y Whis también lo acompañó.

—Te ayudo a llevar las compras a tu casa —se ofreció Whis tomando las dos bolsas de compras de Shin.

Shin sonrió y juntos salieron de la casa. Ambos se alejaban, ya no llovía.

Mientras tanto, en la casa de Bills, una patrulla de policía se detuvo frente a la puerta. El oficial al mando, un hombre de pequeña estatura y calvo, tocó la puerta.

Bills abrió la puerta, sorprendido.

—¿Sí? ¿En qué puedo ayudarlos? —preguntó.

—Señor Bills, necesitamos hablar con usted sobre un asunto relacionado con la familia Daishinkan —dijo el oficial.

Bills los miro fastidiado.

—Ya brinde mis declaraciones esa noche de hace 17 años —dijo molesto Bills.

—Y lo entendemos —diría el oficial —. ¿Puede acompañarnos a la comisaría, sólo se le hará preguntas como aquella vez?.

Bills bufo con molestia.

—¿Acaso ahora tiene algo que ocultar? —preguntó el oficial.

Bills hizo una mueca y mirando de reojo la habitación semiabierta donde de encontraba el jardín y el árbol. Dio un suspiro de resignación.

—Señor Bills, por favor, coopere —dijo el oficial, mientras otros oficiales se acercaban para acompañar a Bills.

Whis y Shin, que pasaban cerca de ahí, se detuvieron y miraron hacia la casa de Bills.

—¿Qué pasa? —preguntó Shin —Están en la casa de Bills

—No lo sé —respondió Whis—. Pero parece que Bills está involucrado en algo. Continuemos ¿le parece?

Shin asintió y ambos siguieron caminando por la vereda. Pasando por el costado de la patruya donde ingresó Bills oyéndose el ruido del motor encenderse.

—Dentro de una semana será el festival de otoño. ¿Con quien ira usted? —preguntó Whis.

—No lo había pensado, le parece ir juntos.

—Por supuesto —aceptó Whis emocionado.

Shin vio a Bills cuando paso por su costado en la patruya. Pero Bills lo ignoró.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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