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El despertador sonó, eso solo significaba una cosa: Hora de ir a la escuela

Oswald no quería ir a la escuela, pero no era como si tuviera muchas opciones

Desayunó junto a su madre y al conejo, ambos se tomaban las manos mientras comían, se veían muy felices

--Oswald, tu padre hoy te llevará a la escuela, así que no te preocupes por tomar el autobús .-su madre avisó.- ¿Ya tienes tu mochila lista?

--Si mamá

--¿Hiciste tu tarea?

Oswald miró al conejo quien le guiñó un ojo. Él sonrió

--Si mamá

--Perfecto .-dijo satisfecha

Al poco rato acabó de comer y recogió su plato

--La comida estaba muy rica, gracias

--Me alegra que te haya gustado, Oz .-el conejo dijo

--¿Tu lo hiciste? .-preguntó sorprendido

--Si. Estaba preocupado de que no les gustara, pero me alegro de haberme equivocado

--Eres un buen cocinero, cariño .-dijo Elly recargandose en él

--Gracias, querida

Oswald los miró, sentía una sensación extraña en su estómago. Se supone que debería de estar enojado por ver al conejo tan cerca de su madre, pero no podía evitar sentir que su madre estaba en buenas manos

Mejor que con su verdadero padre

Sacudió la cabeza, negando ese pensamiento antes de ir rápido por su mochila

No podía dejarse llevar, todavía no sabía por qué el conejo estaba allí y que planeaba hacer con ellos. No podía dejarse llevar por sentimientos raros

--Vamos Oz o llegaremos tarde .-oyó al conejo apresurandolo

--¡Ya voy! .-dijo empezando a salir

--Alto allí jovencito .-su madre lo detuvo.- Puede que ya seas un niño grande, pero no puedes escapar de un beso de tu madre

Oswald sonrió y se acercó a ella para el beso de despedida, luego ambos se abrazaron

--Cuidate bebé, ¿Si?

--Si mami .-ella acarició su cara y sonrió con amor a su hijo

--Hoy es mi día de descanso, así que estaré aquí cuando regreses. ¿Ok?

El niño asintió rápidamente

--¡Okey!

Finalmente salieron de la casa en dirección a la escuela. Había un silencio agradable, Oswald no se sintió intimidado por la criatura al lado de él

Era tan extraño, pero no sentía peligro, no sentía miedo. De hecho, se sentía feliz por alguna razón

--Oswald .-oyó que el conejo le hablaba

--¿Si? .-dijo volteando a verlo

--¿Ya no te duele? .-preguntó sin dejar de mirar el camino

--¿Eh?

--Tus heridas. ¿Ya no te duelen?

--¿Mis heridas? .-Oswald miró su cuerpo

Es cierto, ya casi no le dolía nada. Las heridas y golpes causadas por su padre y por su bully ya casi habían dejado de sentirse, seguramente porque casi no había estado en contacto con ellos en esos 5 días que habían pasado desde que el conejo llegó

Él No Es Mi Padre  -Into the PitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora