XXVIII

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—Así queeee... anduviste de pillo ¿otra vez?— dijo Wei Ying al apenado Meng Yao.

—Yo no hice nada— su rostro se puso rojo como mermelada —F-fue Su Majestad quien me tomó a la fuerza— se justificó.

—¿Seguro?— Wei Ying se puso de pie y comenzó a dar vueltas pensativo. —Aiya! ¿No eras tú el que no quería tener nada que ver con los hombres de este palacio y que haría caer el techo si lo obligaban a ser concubino?— se dio golpecitos en la cabeza y regresó para ver a su amigo. Veía en los ojos de Yao como se retorcía de irritación. —Ya, no te hagas el inocente... Si alguien te quisiera agarrar a la fuerza, ambos sabemos perfectamente que le arrancarías los ojos y lo destrozarías con uñas y dientes antes de que te tocase...— Le arqueó una ceja, juguetón —Así que no lo niegues, también disfrutaste hacer ese niño que llevas dentro... ¡Eeeeh! ¡Pillo!

Meng Yao estaba que no se aguantaba la rabia de ser avergonzado de esa manera. Tiró de la cobija y se cubrió la cabeza para ya no ser visto. Estaba frustrado, enojado y emocionado a la vez.

—Jajajajaja ¡Deberías verte! Jajajajaja ¡¿A dónde se fue YaoYao?! Se acercó, se sentó a una orilla... y arrancó la cobija —¡Aquí ta'!

—¡Ya! ¡Ya déjame Wei Ying!— dijo con los ojos llorosos de la frustración.

—Ay, está bien... pero me debes un faisán para la cena— y le guiñó el ojo con una sonrisa malvada.

El manipulador resultó manipulado.

Wei Ying se sentó al borde de la cama y se cruzó de brazos. —Es impresionante, ¿sabes? Jingyi aún no tiene un año y ya estas preñado de nuevo... ¿Cómo rayos lo lograste? Digo... Yo he estado intentándolo con Lan Zhan casi todos los días... ¡Yo debería haber quedado cargado desde hace mucho!

—¿No dijiste que ya no querías soportar un parto otra vez?— dijo Meng Yao debajo de la cobija.

—Mnn sí... pero ¡hey! Lo importante no es quedar embarazado sino el proceso— sonrió maquiavélicamente, imaginando a la perfección la mueca desencajada que estaba haciendo su pequeño amigo oculto bajo la cobija. —Jajajajajaja ¿no crees?

Se oyó hipar a Meng Yao.

—A ver, a ver, ya que estamos aquí...— movió Wei Ying a su amigo —Sólo tú y yo sabemos cómo son los hermanos Lan de inicio a fin, en todo su esplendor... ¿Quién crees que lo tenga más grande? Jiji...

Meng Yao se dio la vuelta y se obligó a sacar la cabeza porque estaba ardiendo de vergüenza y necesitaba oxígeno.

—YaoYao... ¡Hey! ¿Me estás haciendo caso?— Y de nuevo se movió para molestar a Meng Yao. Lo comenzó a sacudir mientras le decía "YaoYao, YaoYao, vamos dime, dime".

Llegó el momento en el que Meng Yao se hartó y comenzó a patear como pudo para alejar a Wei Ying. No obstante, Wei era más grande y decidió rendirse.

—Ok ¡YA!— se enderezó de golpe y se quitó la cobija. Estaba despeinado y con una mirada de furia.

—Jaja, te ves muy lindo... ¿Tan pronto se te alteraron las hormonas?

El castaño hizo un puchero para tragarse la irritación.

—Ok, entonces dime, ¿de verdad no te lo has preguntado?— Wei activó su modo pensativo —Tkss, es que son tan parecidos— se mordió una uña y siguió pensando —Claro que el mayor tiene posibilidades de haberse desarrollado más... pero a veces sale más dotado el menor... YaoYao, ¿de qué tamaño lo tiene Su Majestad?

Cuando Wei Ying se giró para ver a su amigo, el rostro ajeno estaba teñido del color de las camelias. Podía ver como lo estaba llevando al límite por ser burlado.

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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