Naruto X RWBY {REMNANT'S MAELSTROM SHINOBI} - LIBRO II y III (REMAKE)

Capítulo 46: La resolución de un corazón roto

Hola, chicos todos los derechos al autor original del primer libro de esta obra MothBallz; a la serie Naruto y Rwby; este es una secuela hecha por un fan, esperando que esta historia les haga pasar un buen momento en este breve tiempo:

Naruto se despertó de golpe, su pecho subiendo y bajando con respiraciones entrecortadas, como si acabara de ser arrancado de una pesadilla. El sudor le perlaba la frente, mientras sus ojos azules, desorientados, recorrían la habitación a su alrededor. La luz suave del amanecer apenas empezaba a filtrarse a través de las cortinas, tiñendo la habitación de un tono cálido y dorado.

Se llevó una mano al pecho instintivamente, recordando el momento en que la espada de hielo de Weiss lo había atravesado. Apretó los dientes, esperando sentir la herida que había sentido momentos antes en ese extraño mundo. Pero cuando sus dedos rozaron su piel, solo encontró la superficie lisa de su pecho, sin rastro alguno de la espada o la cicatriz.

El dolor, sin embargo, persistía, como si su cuerpo aún recordara como lo había atravesado, aunque no hubiera evidencia física de que hubiera sucedido.

Naruto cerró los ojos por un momento, tratando de calmar su mente.

—Fue solo un sueño... ¿cierto?— pensó para sí mismo, aunque sabía que no era así. Todo lo que había sucedido, desde el enfrentamiento con Weiss hasta el reencuentro con Jiraiya, había sido demasiado real para ser solo una pesadilla más.

Aún confuso y con los latidos de su corazón resonando en sus oídos, giró su cabeza hacia su lado, donde su hermana pequeña, Purity, estaba profundamente dormida.

Su cabello estaba esparcido sobre la almohada, y su respiración era suave y regular. Naruto la observó durante unos segundos, asegurándose de que estaba bien, que no había sido arrastrada a ese extraño y peligroso lugar junto a él. Verla allí, sana y salva, le trajo una paz inesperada.

Con un suspiro, se sentó en la cama, sus pies tocando el suelo frío. El dolor en su pecho persistía, una especie de eco del impacto emocional y físico de lo que había vivido en ese mundo.

—¿Cómo es posible que aún sienta esto si ni siquiera tengo la herida...?— murmuró para sí, observando su pecho liso y libre de cicatrices.

Sacudiendo la cabeza, trató de despejar sus pensamientos. No podía quedarse atrapado en esa sensación. Lo importante era que estaba aquí, en el mundo real, y que su hermana seguía a su lado, ilesa.

Por lo que se levantó lentamente, procurando no hacer ruido para no despertar a Purity. Caminó hacia la ventana, abriendo las cortinas un poco más para dejar entrar los primeros rayos del amanecer.

Fuera, la ciudad comenzaba a despertarse también, el sonido lejano del tráfico y el ajetreo diario apenas audible desde su habitación. El sol, aún bajo en el horizonte, pintaba el cielo de tonos naranjas y rosados, creando un espectáculo natural que contrastaba con el caos mental que Naruto estaba experimentando.

—Necesito despejarme mi mente— murmuró para sí, sus pensamientos aún invadidos por las imágenes de Weiss, el castillo, y el combate que había terminado de una manera tan inesperada tanto para él como para su amiga Schnee.

Con un leve suspiro de sus labios se dirigió al baño, encendiendo el grifo y dejando que el agua fría corriera. Se inclinó sobre el lavabo, observando su reflejo en el espejo por unos segundos antes de inclinarse y echarse agua fría en la cara.

El agua fresca le trajo un poco de alivio, ayudando a despejar su mente, aunque no podía sacudirse del todo la sensación de que todo lo que había sucedido lo había afectado más de lo que estaba dispuesto a admitir.