Naruto X RWBY {REMNANT'S MAELSTROM SHINOBI} - LIBRO II y III (REMAKE)

Capítulo 48: La vez que la oscuridad cayó sobre una noche de luna llena.

Hola, chicos todos los derechos al autor original del primer libro de esta obra MothBallz; a la serie Naruto y Rwby; este es una secuela hecha por un fan, esperando que esta historia les haga pasar un buen momento en este breve tiempo:

Bajo el manto oscuro de la noche, las luces de la ciudad apenas iluminaban las sombras que se movían silenciosamente por las calles desiertas. Entre ellas, una joven avanzaba con pasos ligeros pero decididos, su figura esbelta y ágil deslizándose entre los callejones oscuros en dirección al puerto.

Su largo cabello plateado, ondeando ligeramente con el viento nocturno, reflejaba el tenue brillo de las luces lejanas, mientras sus ojos dorados escudriñaban cada rincón en busca de cualquier peligro acechante. Astrid Luminara, aspirante a cazadora, se dirigía a una de las operaciones clandestinas más peligrosas de la ciudad.

Astrid no debería estar allí. Sabía que, técnicamente, todavía era una novata. Había completado su entrenamiento básico, pero la caza de criminales de la magnitud de aquellos con los que estaba a punto de enfrentarse era algo que se reservaba para cazadores mucho más experimentados. Sin embargo, la situación en la ciudad se había vuelto desesperada.

Las dos organizaciones de narcotraficantes que controlaban gran parte del tráfico de Dust en la región habían extendido su influencia rápidamente. Al principio, Astrid había seguido órdenes de mantenerse alejada, pero la corrupción que se había apoderado de su ciudad la impulsaron a actuar.

Había perdido a amigos y familiares por la mano de los traficantes. Había visto cómo la gente más vulnerable se hundía en la desesperación debido al Dust que inundaba las calles. Eso fue suficiente para motivarla, más allá de su inexperiencia, a tomar medidas. Desde hacía semanas, había estado recopilando información en solitario. No confiaba en los oficiales locales, muchos de los cuales estaban en la nómina de los traficantes. Estaba sola, una cazadora en las sombras, decidida a enfrentarse a enemigos mucho más poderosos que ella.

Con un ligero suspiro, Astrid ajustó su vestimenta. Su traje estaba decorado con estrellas rosadas y azules, un atuendo que contrastaba con el tono oscuro de la noche. Aunque algunos cazadores más experimentados la habrían criticado por su llamativo atuendo, para Astrid era un recordatorio de su propósito: llevar la luz a los lugares más oscuros. Sus estrellas representaban la esperanza que quería inspirar en los demás, incluso si por dentro sentía el peso del miedo.

A pesar de su impulsividad y de las numerosas ocasiones en las que se había metido en problemas por no medir las consecuencias de sus actos, esta noche era diferente. Sabía lo que estaba en juego. Los rumores decían que esa misma noche, en el puerto, se llevaría a cabo un gran acuerdo entre las dos facciones de traficantes.

Si Astrid lograba interrumpirlo o, con suerte, obtener pruebas suficientes, podría exponerlos a todos. Esa era su misión, su deber como aspirante a cazadora.

Mientras caminaba, recordó la última vez que había tratado de detener una operación de este tipo. Las cosas habían salido mal. Muy mal. Había subestimado a sus enemigos, y se había encontrado acorralada en un almacén, sin posibilidad de escape. Solo su agilidad y un golpe de suerte la habían salvado de caer en sus manos. Pero esta vez sería diferente.

Esta vez tenía un plan. Sabía la ubicación exacta y conocía los puntos ciegos de seguridad. Entraría, observaría y saldría con pruebas, sin enfrentamientos innecesarios. Al menos, ese era el plan inicial que tenía en mente.

Sin embargo, a medida que se acercaba al puerto, Astrid no podía ignorar el nudo en su estómago. Sabía que enfrentarse a criminales tan despiadados en solitario no era lo más inteligente, pero la idea de quedarse de brazos cruzados mientras continuaban sus operaciones era algo que no podía soportar.