Amor Bajo la Luna ✦|Jicheol|✦

Chapter 8

Seungcheol caminaba hacia su casa con las manos en los bolsillos, el eco de las palabras no dichas de Jihoon resonando en su mente ¿Porqué lo había detenido? mientras avanzaba por las calles oscuras, una leve sonrisa jugaba en sus labios.

Al llegar a su departamento dejó caer la mochila junto a la puerta y se dirigió directamente a su habitación se sentó en el borde de la cama mirando por la ventana pensativo; suspiró profundamente y sin más preámbulos mejor decidió visitar al anciano que se encontraba al otro lado del edificio un sabio que lo había estado guiado desde hace semanas, enseñándole sobre su naturaleza y los secretos del linaje de los lobos y demás.

Con pasos decididos Seungcheol salió a buscarlo tocando suavemente la puerta pero el anciano, ya esperándolo de alguna forma, abrió sin demora y sus ojos, pequeños y brillantes, lo observaron con una curiosidad tranquilizadora.

—Has venido— dijo el anciano con una voz cálida señalando el interior del pequeño salón.

—No podía dejar de pensar en algo —confesó Seungcheol entrando y sentándose en el sofá de la sala— Hoy con alguien... algo pasó no sé pero siento que por alguna razón mis instintos deseaban algo, estar con él...

El anciano lo observó en silencio por un momento sus arrugas marcando la sabiduría de los años y se acercó lentamente apoyándose en su bastón sentándose frente a Seungcheol sus ojos, llenos de una calma infinita que no dejaron de mirarlo mientras hablaba.

—El destino te está susurrando al oído, muchacho— dijo con una sonrisa apenas visible—Talvez... sea la persona te mencione que alguien sobrenatural emana una esencia pero la de él no es perceptible, acércate mas a él y lo sabrás entonces

Seungcheol asintió, pero el nudo en su pecho no desapareció del todo.

—Solo sigue tu instinto, como siempre lo has hecho pero recuerda, joven lobo... a veces las respuestas más importantes no vienen de la mente sino del corazón— dijo el anciano Yoo Jae-Myung

El joven lobo se quedó en silencio por unos momentos aquellas palabras del anciano resonando en su interior. Finalmente, se despidió con un agradecimiento sintiéndose un poco más ligero mientras caminaba de regreso a su departamento.

Mientras tanto, Jihoon estaba en su habitación tumbado ya en la cama con los ojos fijos en el techo y un suspiro de frustración escapó de sus labios aquella escena en la puerta en la forma en que había detenido al chico sin razón aparente.

Las preguntas giraban en su cabeza sin respuesta, y ese inexplicable impulso que lo había hecho actuar parecía más fuerte que la lógica era como si hubiera algo más, algo que no podía ver pero que estaba muy presente. El silencio de su cuarto, interrumpido solo por el leve zumbido de su reloj lo hacía sentirse aún más solo.

Se giró en la cama, abrazando la almohada con fuerza. "¿Y si lo que siento no es normal?", se preguntó inseguro.

El rostro de Seungcheol apareció en su mente, su mirada penetrante y la sonrisa suave que tenia. Jihoon sintió un nudo en el estómago, una mezcla de emociones que lo descolocaba completamente.

—Esto es ridículo... —dijo en voz baja

Finalmente tras mucho dar vueltas, los párpados de Jihoon comenzaron a cerrarse y el cansancio del día lo fue venciendo pero incluso mientras caía en el sueño la imagen del chico nuevo esté permanecía en su mente nublada por el misterio que los rodeaba.

Esa noche, mientras ambos se preparaban para dormir en sus respectivas casas una sensación compartida los mantenía despiertos. Un lazo había comenzado a formarse y aunque no sabían exactamente qué significaba, sabían que no podían ignorarlo.