Amor Bajo la Luna ✦|Jicheol|✦

Chapter 9

El día comenzó como cualquier otro para Jihoon. Mientras conversaba con Wonwoo antes de que iniciara la clase, se sentía tranquilo, pero algo le faltaba. El ambiente era relajado, con su amigo de gafas compartiendo alguna anécdota aburrida sobre los videojuegos que había jugado la noche anterior. Jihoon solo sonreía y asentía, pero en el fondo su mente estaba en otro lugar o más bien en alguien más.

—¿Estás escuchando? —preguntó Wonwoo frunciendo el ceño, notando la desconexión de su amigo

Jihoon, algo distraído parpadeó y sonrió con torpeza.

—Sí, claro... algo sobre dragones o... ¿alienígenas? —respondió con poca convicción rascándose la nuca

Wonwoo solo lo miró con una ceja levantada, sabiendo que estaba mintiendo pero decidió dejarlo pasar. No era común que Jihoon estuviera tan distraído y en ese momento, el profesor entró en el aula, todos comenzaron a tomar asiento. Jihoon se acomodó en su pupitre, pero su mirada se desvió hacia la silla de a lado. Seungcheol no estaba allí.

Le extrañaba que aún no hubiera llegado ya que desde que comenzaban a hablar más con el pelirrubio, él solía llegar justo a tiempo pero hoy, su lugar estaba vacío, Jihoon trató de concentrarse en la clase aunque su mente vagaba cada tanto hacia el asiento vacío a su lado.

Jihoon estaba ya absorto en la clase cuando la puerta se abrió, y por un instante, su corazón pareció detenerse. Ahí estaba Seungcheol, con esa calma habitual en su rostro pero con su cabello un poco despeinado y un poco sudoroso, pero esta vez había algo más en su mirada. Ambos intercambiaron una breve sonrisa, casi imperceptible para los demás, pero suficiente para que el pequeño sintiera ese extraño tirón en su pecho una vez más.

—Perdón por llegar tarde, profesor —dijo Seungcheol con su voz profunda y respetuosa

El profesor le dedicó una mirada evaluadora, pero no parecía molesto.

—Está bien, Choi, toma asiento y asegúrate de no volver a llegar tarde —respondió, volviendo a su explicación en la pizarra.

Caminó por el aula con pasos tranquilos, pero el bajito no pudo evitar notar cómo el sonido de cada uno de esos pasos resonaba más fuerte de lo habitual en su mente. Cuando Seungcheol finalmente se sentó en el pupitre al lado de él, Jihoon sintió esa energía envolviéndolo, como si el aire se espesara a su alrededor.

Seungcheol dejó caer su mochila con un pequeño ruido y se inclinó hacia su compañero, susurrando lo justo para que nadie más lo oyera.

—¿Me extrañaste?

Jihoon hizo un pequeño esfuerzo para no girar los ojos, pero una sonrisa leve apareció en sus labios.

—Llegas tarde...no hay tiempo para bromas —respondió en voz baja manteniendo la vista en el profesor pero sintiendo la cercanía del mayor más de lo que le gustaría admitir

El mayor solo soltó una risita suave, acomodándose en su asiento, pero el pequeño Jihoon no podía estar quieto, su obsesión por el orden y la perfección siempre tomaba el control por qué desde que Seungcheol entró y se sentó a su lado, algo en su apariencia no dejaba de molestarle su cabello, aún un poco desordenado y revuelto.

Jihoon lo observaba de reojo, mordiéndose el interior de la mejilla en un intento por ignorarlo, pero no pudo contenerse más, con un movimiento casi automático se giró hacia el pelirrubio y levantó una mano con delicadeza. El mayor lo miró, sorprendido por el gesto inesperado pero no dijo nada y simplemente dejó que Jihoon tomara mechón por mechón de su cabello acomodándolo con meticulosidad.

Seungcheol por su parte, no podía apartar los ojos del rostro del menor, había algo hipnótico en la forma en que Jihoon estaba tan absorto en su tarea aquellos ojos siempre tan serenos y profundos ahora mostraban un leve brillo de concentración pero fue su boca la que atrapó la atención de él, esos labios... pequeños y perfectamente formados, moviéndose apenas mientras exhalaba de manera suave, aún observaba cada detalle, su mente divagando en pensamientos que no debería estar teniendo en ese momento y se preguntaba si Jihoon se daba cuenta del efecto que tenía sobre él. Entonces, cuando Jihoon finalmente terminó se apartó un poco y bajo su mano de manera suave por el cabello recién acomodado para luego dedicarle una pequeña sonrisa.