SOULMATES ┆ItaFushi

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↳ New Boy ↲

"Hola a todos, soy Itadori Yuuji. Acabo de mudarme aquí desde el campo. ¡Espero que podamos llevarnos bien!" Se presentó y se inclinó. La clase lo miró mientras estaba de pie al frente del salón.

"Gracias por presentarte. Ahora puedes ir a sentarte en algún lugar que no esté ocupado", le dijo el profesor.

Observó la sala y vio un asiento vacío, justo al fondo, al lado del chico que estaba sentado junto a la ventana. Levantó su bolso, se acercó y se sentó.

—Hola, es un placer conocerte —le dijo Yuuji a su nuevo compañero de asiento, quien giró la cabeza para mirarlo—. Espero no molestarte demasiado sentándome aquí.

—Está bien, de todas formas no es que tengas muchas opciones —dijo con voz monótona—. Pero te diré ahora que prefiero no hablar demasiado ni tener conversaciones inútiles. No tengo nada en contra de ti, solo es una preferencia personal—le dijo el chico a Yuuji.

—Um...está bien —Yuuji tomó nota mental de lo que había dicho, pero había una cosa que quería preguntarle—. No te haré muchas preguntas, pero solo tengo una: ¿cómo te llamas?

"Fushiguro Megumi".

Y esa fue su primera conversación.

...

La escuela acababa de terminar.

Yuuji caminaba de forma errática. Se perdió buscando su casillero, especialmente porque la escuela era muy grande y no estaba familiarizado con el diseño. Terminó pasando por el salón de arte tres veces.

Una vez que Yuuji dobló la esquina, iba a preguntarle a la siguiente persona que vio por indicaciones, pero entonces se dio cuenta de que estaba de nuevo en su aula principal y había dos personas paradas afuera.

La primera era Megumi, su nuevo compañero de asiento. Y la segunda era alguien a quien no conocía. Parecían estar discutiendo.

Megumi estaba apoyado contra la pared, luciendo irritado, mientras que el chico con el que estaba hablando parecía estar tratando de convencer a Megumi de algo.

Megumi suspiró. "Te dije que no quiero. Deja de preguntarme, es molesto", dijo.

Pero el chico que estaba delante de él seguía insistiendo: "¡Ven, por favor! Ya sé que tienes tiempo el sábado. El clima es agradable cálido.

"Quiero que-" Y entonces Megumi giró la cabeza y vio a Yuuji parado allí.

— ¿Qué pasa? — preguntó el chico y luego también giró la cabeza.

Yuuji sonrió torpemente y les hizo un gesto con la mano. "Uh, perdón por interrumpir, pero yo..."

—¡Hola, Itadori! —Megumi sonrió y se acercó a él. Yuuji se sorprendió un poco de que Megumi de repente actuara con tanta familiaridad con él y que se refiriera a él como amigos.

—Te estuve buscando, —Megumi sonrió radiante, tratándolo como si fueran viejos amigos y no personas que se habían conocido ese mismo día—. Vamos, vámonos a casa ahora —le dijo a Yuuji.

Y entonces Megumi giró la cabeza hacia el otro chico. "No nos sigas", le susurró. Y luego agarró a Yuuji por la muñeca y comenzaron a caminar. Yuuji ni siquiera sabía cómo responder.

—¡Pero esperen! —gritó el hombre. Estaba a punto de seguirlos, pero Megumi y Yuuji doblaron la esquina y ya no los podía ver.

—Eh, ¿Megumi? —preguntó Yuuji. Siguieron caminando por el pasillo, con Megumi todavía sosteniéndolo—. ¿Qué estás haciendo? ¿Y qué acaba de pasar? —se preguntó.

Pero Megumi solo respondió: "Lo siento, te lo explicaré más tarde. Tenemos que irnos". Dijo con urgencia en su voz. "¿Tienes tus cosas? Podemos ir a tu casillero".

"¡Qué bien! ¡Realmente necesitaba ayuda para encontrar mi casillero!", dijo Yuuji. Todavía no sabía qué estaba pasando, pero al menos al final pudo obtener indicaciones. Aunque tal vez se haya involucrado en una situación en la que no tenía intención de involucrarse.

Después de ir al casillero de Yuuji, se dirigieron juntos a la parada del autobús.

—Gracias por la ayuda —dijo Yuuji—. ¿También vas a casa en autobús? —le preguntó a Megumi.

—No, no voy a ir a casa —le dijo Megumi—. De hecho, tengo otra petición. ¿Podemos ir juntos a un restaurante? Yo te invito. Puede que esto sea raro porque nos acabamos de conocer, pero allí te lo explicaré todo.

El estómago de Yuuji gruñó. Bueno, de todos modos tenía hambre y no tenía cualquier cosa que hacer, así que más vale que lo haga. Comida gratis, ¿no?

—Por supuesto —convino Yuuji—. Me apetece comer udon.