SOULMATES ┆ItaFushi

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↳ Fool I have intruded ↲

Era temprano por la mañana, aproximadamente una hora antes de que comenzaran las clases. Yuuji llegó temprano a la escuela, por lo que aprovechó el tiempo extra para orientarse mejor y no perderse nuevamente.

Justo cuando estaba mirando a su alrededor, vio a Yuuta y Megumi juntos, caminando por los pasillos.

Megumi estaba cruzada de brazos con expresión aburrida en su rostro, mientras que Yuuta no dejaba de hablarle y sonreírle a Megumi. Parecían cercanos, más o menos.

—Megumi, ¡vamos a la biblioteca y leamos algo juntos! —sugirió Yuuta—. ¡O podemos jugar a un juego en una de las computadoras!

"Si quisiera leer algo, lo haría solo y no contigo", dijo Megumi. "Y las computadoras son para investigar y escribir, no para jugar. Terminaremos ocupando un espacio que debería estar usando otra persona".

—¡Entonces tendremos que jugar un juego juntos después de la escuela! ¿Quizás podamos ir a un salón de juegos? —sugirió Yuuta nuevamente.

Megumi dejó de caminar. "Yuuta, sólo a ti te gustan los juegos de arcade", le dijo. "¡Te sigo diciendo que no me interesa!"

—Entonces tenemos que encontrar algo que hacer. ¡Es porque no tienes muchos pasatiempos que te gusten y que sean para dos personas! —insistió Yuuta—. ¿Qué tal tejer?

"Una vez más, sólo a ti te gusta eso", repitió Megumi.

Siguieron caminando juntos por el pasillo.

Yuuji pensó que realmente tenían una relación extraña. Cercana, pero no cercana. Megumi dijo que eran amigos de la infancia. Yuuji se preguntó de nuevo por qué Yuuta era tan insistente, casi desesperado, y por qué Megumi no le daba una oportunidad. Pero recordó que Megumi no quería responder por qué en el restaurante, así que Yuuji se quedó especulando.

...

Era la hora del almuerzo.

Yuuji estaba haciendo algunos recados para un profesor y tuvo que llevar algo de equipo extra a la azotea ya que no tenían otro lugar donde guardarlo.

Mientras Yuuji cargaba el equipo y subía las escaleras, los vio nuevamente. Eran Yuuta y Megumi, sentados juntos en el piso, almorzando.

Yuuji intentó dejar el equipo en el suelo con sigilo para no molestarlos, pero terminó escuchando parte de su conversación.

"¿Te gusta la tempura que preparé?", preguntó Yuuta. "Le agregué batata y berenjena. Mira, sé que te gusta la batata".

Ambos tenían cajas de bento frente a ellos, con recipientes idénticos y almuerzos idénticos. Excepto que la caja de Megumi era verde claro y la de Yuuta era violeta.

—Está bien, tiene buen sabor —Megumi cogió un trozo de tempura con sus palillos y se lo comió—. Te sigo diciendo que no tienes que seguir preparándome el almuerzo. Puedo comprarlo yo mismo —dijo.

—Pero esto es casero y es mejor que la comida de la cafetería. Cómelo, después de todo me tomé el tiempo de prepararlo para ti —suplicó. Megumi cedió y siguió comiendo a regañadientes.

Continuaron bromeando un poco, de ida y vuelta, de una manera en la que era principalmente Yuuta hablando y sugiriendo cosas, y Megumi negándose a algunas cosas pero cediendo en otras.

Ah, sí, tengo que volver. El profesor probablemente se preguntará por qué tardé tanto, pensó Yuuji. Y luego bajó las escaleras en silencio.

La escuela había terminado.

Yuuji estaba a punto de irse a casa, después de sacar sus cosas de su casillero. Estaba orgulloso de tener una mejor idea del diseño ahora.

Pero entonces, con el rabillo del ojo, los vio de nuevo: Yuuta y Megumi, hablando cerca de un casillero.

"Hombre, me los sigo encontrando hoy", pensó Yuuji. "Me pregunto si se trata de una extraña coincidencia. Pero en realidad siempre están juntos. Durante los momentos en que no estábamos en clase, no creo haber visto a Megumi sin Yuuta ni una sola vez".

Megumi se quitó los zapatos y los reemplazó por los que estaban en su casillero; los que usaría para volver a casa.

—¡Te sigo diciendo que no quiero ir! —gritó Megumi—. No me interesa ver a tus padres. Tengo muchos deberes, sólo quiero ir a casa —le dijo.

—Entonces, si no quieres venir a mi casa, ¡iré a la tuya! —sugirió Yuuta—. Podemos hacer la tarea juntos y puedo saludar a tu papá y a Tsumiki.

—No, no quiero que vengas —se negó Megumi—. Es solo que… —se quedó en silencio. Luego suspiró—. Está bien, lo que sea. Vámonos. De todos modos, no importa. —Se rindió.

Y luego dejaron la escuela juntos.

Megumi odia seguirle la corriente a Yuuta, pero parece que él cedió muchas veces, observó Yuuji. Realmente parece unilateral.

Y entonces Yuuji recordó que tenía que llegar rápido a casa para poder atender a su abuelo.

Así que él también dejó la escuela para volver a casa.