SOULMATES ┆ItaFushi

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↳ Another try ↲

Megumi llamó a la puerta de su casa. "Hola, soy yo. Megumi", gritó. "He vuelto", anunció. "¿Puedes abrir la puerta?"

—¿Qué carajo quieres? —gritó su padre Toji desde dentro de la casa—. Si todavía estás con ese chico Yuuji, entonces esta casa no es lugar para ti —lo reprendió.

Megumi suspiró. "Ya no estoy con él. Rompimos. No estaba funcionando porque él no era mi alma gemela. Yo estoy..." Megumi dudó. "Voy a volver con Yuuta. Así que déjame entrar", pidió.

No pasó nada durante unos momentos. Pero entonces Toji entreabrió un poco la puerta. "¿Te refieres a eso?", preguntó.

—Sí —confirmó Megumi—. Lo digo en serio. Déjame volver a entrar.

Toji abrió la puerta del todo para dejar entrar a Megumi a la casa. —Bien —Toji cerró la puerta detrás de él—. Me alegro de que finalmente hayas recuperado la cordura y hayas dejado de decir tonterías. Las almas gemelas deberían estar juntas. Y así es como se supone que debe ser.

Se sentó en el sofá. "Tienes suerte de que haya ganado el primer puesto de la lotería otra vez. Parece que tu maldición está empezando a desvanecerse después de que tomaste esa decisión. Finalmente no eres una gran decepción, a diferencia de Tsumiki".

Megumi ignoró su comentario y subió las escaleras.

Así que ya estoy de vuelta, pensó Megumi. Puedo volver a dormir en mi propia casa y puedo hablar con mi padre y mi hermana con normalidad. Siento que debería estar cómoda ahora.

Pero no me siento mejor.

Megumi marcó el número de Yuuta en su teléfono celular. Él contestó de inmediato.

—Hola —lo saludó Megumi—. He estado pensando en algunas cosas últimamente y quiero empezar a salir contigo como es debido. Me di cuenta de que es estúpido ir en contra de la idea de tener almas gemelas. Después de todo, fue creado para que pudiéramos ser felices. Entonces, si quieres, ¿podemos intentar salir juntos? —preguntó.

El teléfono se quedó en silencio por un segundo. Entonces Yuuta exclamó: "¡Me encantaría, Megumi! ¡Te extrañé tanto! ¿Pero estás seguro de que quieres salir conmigo? No quiero si tú no quieres".

"No creo que realmente quiera hacerlo", pensó Megumi. Pero él simplemente respondió: "Sí, salgamos juntos. Somos almas gemelas después de todo".

—Está bien, entonces. Eso es genial —dijo Yuuta, tratando de ocultar su vértigo por teléfono. Podía escuchar a Yuuta llamando a sus padres: «¡Megumi quiere salir conmigo ahora!» y escuchó a los padres de Yuuta animar al otro lado de la línea. Megumi colgó antes de que pudiera escuchar más.

Así que ahora estoy de nuevo con Yuuta, pensó Megumi. Pero todavía no siento nada.

Pasaron dos semanas.

Megumi y Yuuta caminaban por el pasillo, de la mano, la pareja más querida de la escuela una vez más.

La gente los vio y comenzó a hablar efusivamente, felices de que Megumi finalmente había "entrado en razón" y que ahora estaba con su alma gemela.

Megumi volvió a ser el chico de oro de la escuela. Amado por sus maestros y el alumnado, aceptado por la sociedad y aceptado nuevamente en su casa.

Pero para Megumi eso no significaba nada, porque él no estaba feliz.

Mientras caminaban, Megumi vio a Yuuji aparecer detrás de la esquina.

Se quedaron allí, mirándose. Yuuji abrió la boca para decir algo, pero no lo hizo. Luego se alejó rápidamente. Megumi estaba a punto de extenderle la mano, pero se detuvo.

—Me alegro de que a ti y a Yuuji ya no los maldigan —dijo Yuuta, que todavía estaba a su lado—. Ese momento debió haber sido difícil para los dos. Megumi no dijo nada. Yuuta tiró de su mano y comenzaron a caminar juntos.

Todavía lo extraño, pensó Megumi. Lo extraño.

Lo extraño, pensó Yuuji.

Acababa de ver a Megumi y a Yuuta caminando juntos por el pasillo, tomados de la mano. Sintió celos y dolor por el hecho de que Yuuta estuviera con Megumi en lugar de con él.

Durante las dos semanas que estuvo sin Megumi, se sintió muy solo. Intentó todo lo posible para no pensar en eso. Probablemente incluso terminó corriendo una maratón para intentar olvidar sus sentimientos por Megumi.

Pero se abstuvo de decir nada. No importaba cuánto amaba a Megumi, ni cuánto quería estar con él, Yuuji dudaba en hacer algo. Porque Yuuta era el alma gemela de Megumi. No él.

Una vez que Yuuji llegó al final de una escalera vacía, se hundió en el suelo.

"Quiero que Megumi vuelva", se dijo.

Yuuta y Megumi estaban sentados en la azotea, almorzando juntos. Megumi estaba comiendo el bento casero de Yuuta. Estaba en un recipiente verde, y Yuuta volvió a comer todas sus comidas favoritas.

"Gracias", apreció el esfuerzo de Yuuta y comenzó a comer.

Yuuta era un chico muy agradable. No era tan molesto como antes y ahora era muy dulce porque había empezado a escuchar a Megumi y habían aclarado sus sentimientos.

Pero por más que intentó agradarle Yuuta, no era lo mismo.

Porque Yuuta no era a quien realmente amaba.

Era Yuuji.

—Megumi, ¿qué te pasa? —le preguntó Yuuta—. Parece que algo te preocupa.

Megumi decidió abrirse. “Algo me preocupa”, confirmó. “Recuperé mi vida, pero perdí todo lo que amaba”. Bajó la cabeza. “Al final no valió la pena”.

Yuuta puso una mano sobre el hombro de Megumi. "Entonces, si realmente amas tanto algo, deberías ir por ello. No importa lo que pase. Eso es lo que yo haría, si fuera tú", le aconsejó.

Megumi lo miró. "¿Y si eso termina haciéndote daño?", preguntó. "¿Y si perseguir lo que amo significa que tú saldrás lastimada?"

Yuuta pensó por un segundo. Pero luego le dio a Megumi una sonrisa dolorosa. "Mientras seas feliz, no me importa cuánto me duela. Porque eres importante para mí, Megumi. Y seré feliz con cualquier decisión que tomes", dijo, sintiendo un poco de dolor al decir esas palabras, pero aun así trató de ser fuerte por Megumi.

Megumi le devolvió la sonrisa. "Realmente eres un gran chico, Yuuta. Me alegro de que seas mi amigo".

"Tengo algo importante que hacer", dijo.

Voy a ir a buscar a Yuuji.