SOULMATES ┆ItaFushi

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↳ always together ↲

Megumi miró por toda la escuela.

Fue a casi todas las aulas, fue al gimnasio, fue al salón de música y hasta fue a la pista de atletismo. Pero aún no lo podía encontrar. El almuerzo estaba a punto de terminar.

Tal vez debería haber esperado para decírselo después de la escuela, pensó Megumi. Después de todo, tenían más clases juntos. Pero eso no era suficiente para Megumi. Necesitaba ver a Yuuji ahora mismo. Estaba tan ansioso por verlo que se estaba volviendo loco.

Megumi jadeaba, preguntándose en qué lugares no había mirado. Abrió las puertas de la escalera Y y, cuando estaba a punto de subirlas por tercera vez, notó una figura acurrucada debajo de la escalera.

Por fin lo había encontrado. Era Yuuji.

—¡Yuuji! —gritó Megumi, corriendo hacia él. Corrió tan rápido que ni siquiera se dio cuenta de la altura de la escalera y se golpeó la cabeza contra ella.

Se tambaleó hacia atrás, mareado.

—¡Megumi! ¿Estás bien? ¿Qué pasó? —preguntó Yuuji preocupado. Megumi parecía que estaba a punto de caerse, así que Yuuji lo atrapó.

—E-estoy bien —le aseguró Megumi, aunque todavía se sentía un poco mareado—. Estoy bien —y luego miró a Yuuji—. Pero no importa, hay algo que necesito decirte. Es importante —dijo.

Yuuji tragó saliva. "¿Qué pasa?" preguntó.

Megumi se volvió hacia él y agarró ambas manos de Yuuji. "Quiero estar contigo", dijo con absoluta determinación.

Yuuji no supo qué decir durante unos segundos, pero luego giró la cabeza. "No podemos, Megumi. No soy tu..."

—¡Sé que no eres mi alma gemela! —lo interrumpió Megumi. Su voz era tan fuerte que resonó por toda la escalera.

Esta vez, un poco más tranquila, Megumi dijo: —Sé que no soy tu alma gemela. —Apretó un poco más fuerte las manos de Yuuji—. Pero aun así quiero estar contigo.

Yuuji vaciló. "Yo... no sé..." Dijo, con dolor en su voz. "No quiero que seas... Ya no te duele por mi culpa. No quiero que la gente piense que estás maldito, o por tu culpa. Tú Papá te echó. Yo no... " Yuuji empezó a humedecerse.

—No quiero ser la causa de tu desgracia, Megumi. —Soltó el brazo de Megumi.

Pero Megumi los agarró de nuevo.

"Yo...", comenzó. "He recuperado todo. Los profesores me quieren de nuevo, mi padre y mi hermana están dispuestos a hablar conmigo y he vuelto a vivir en mi casa. Mi vida es prácticamente la misma que antes", dijo.

Entonces Megumi negó con la cabeza. "Pero eso no importa. No me importa si termino con la desgracia por estar contigo. Lo sacrificaría todo de nuevo. Porque te amo".

Levantó sus manos para sostener la cara de Yuuji y le dio un beso.

Después de que Megumi se apartó, él continuó: "Yo elegí lo que quiero hacer con mi vida y con quién quiero estar, sin importar lo que me digan los demás, ya sean extraños al azar, mis padres, el destino o incluso una diosa. Quiero estar contigo. Y nada va a cambiar eso". Él dijo.

Y luego se cruzó de brazos. "¿A menos que no quieras estar conmigo?", bromeó.

Yuuji se secó las lágrimas que se formaban en sus ojos. —Por supuesto que quiero estar contigo, Megumi. ¡Te amo! —declaró. Pero tuvo que preguntar una vez más para asegurarse—: ¿De verdad estás bien, incluso con todos los presagios? ¿Incluso con esa predicción de que morirás?

Megumi se rió. "Bueno, si voy a morir pronto, vale la pena si puedo pasar el resto de mi tiempo feliz contigo". Sonrió.

—Quiero que te quedes a mi lado, Yuuji —repitió, una vez más.

Eso fue suficiente para que Yuuji escuchara mientras extendía sus brazos y atacaba a Megumi.

En un abrazo. Esto fue lo mejor que Yuuji había escuchado en su vida.

"A partir de ahora siempre estaremos juntos."