𝚁𝚎𝚖𝚗𝚊𝚗𝚝'𝚜 𝙱𝚕𝚘𝚗𝚍𝚎 𝙱𝚊𝚛𝚍 (𝚃𝚛𝚊𝚍𝚞𝚌𝚒𝚍𝚘)

XLIII

No habrá actualizaciones la próxima semana debido a mi evento de trabajo, suspiro.

Ah, y ahora más diversión, ya que mi gata de diecisiete años orinó sangre hoy y lloró varias veces cuando intenté levantarla. Ahora está descansando, pero la llevaré al veterinario mañana y no puedo evitar pensar que no será bueno a su edad.

Portada del libro: Solace O'Autumn

Capítulo 43

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—Informe.

—Señora —Yuma se arrodilló en el suelo ante Sienna—. Ilia ha sido comprometida.

Sienna Khan inhaló profundamente.

—¿El humano la superó?

—No, señora. Blake abandona el Colmillo Blanco y nos llama monstruos violentos, lo que hace que Ilia se quede encerrada en su habitación y se niegue a salir.

Sienna se llevó una mano a la cara.

—Maldita sea, Ilia. Esto es lo que me pasa por confiar en adolescentes que ocupan puestos de poder. ¿Al menos pudo informarte lo que descubrió sobre el músico humano?

Yuma empezó a sudar.

—Um. Sí... pero... bueno... es un poco... inconexo...

Sienna enarcó una ceja, pero le dijo que continuara, momento en el que se vio obligada a escuchar el informe más extraño y sin sentido que jamás había escuchado. Algo sobre música, pájaros, peces, dioses del océano y viajes nocturnos para lanzar filetes y trozos de carne a los tiburones en la bahía. Solo una de esas cosas tenía sentido y era la primera. El resto la hizo preguntarse si Ilia no se habría drogado mientras se suponía que ella lo estaba vigilando.

—Ejem —uno de los hermanos Albain, que había venido a escuchar, se aclaró la garganta. Sienna rara vez se preocupaba por distinguir cuál de los dos era, tan unidos y carentes de imaginación estaban. Sin embargo, eran útiles. Eso no lo podía negar—. Le pedí a algunos de nuestros más fieles que interactuaran con él y con los pescadores con los que ha estado pasando mucho tiempo.

Fiel. Sienna nunca pudo entender cómo el Colmillo Blanco había creado algún tipo de fe. No tenía sentido. Las religiones nacían en torno a las deidades, y el Colmillo Blanco no tenía ni adoraba a ninguna. Tal vez si hubieran inventado algún dios fauno de la guerra para adorar, entonces habría tenido sentido, pero parecían centrar su fe más en los individuos del Colmillo Blanco.

«Es un culto —pensó Sienn—. Tenemos un culto literal a la personalidad. Probablemente debería preocuparme más por eso.»

Pero, una vez más, eran útiles. No todos los reclutas se dejaban llevar por la pasión, el miedo o el odio hacia los humanos. Algunos eran bichos raros que necesitaban creer que lo hacían (lo que ella necesitaba que hicieran) por un propósito superior. Al final, prefería que esos idiotas se llevaran la peor parte de los golpes en lugar de faunos reales, competentes e inteligentes.

—Según ellos, el humano ha estado construyendo una base de poder y apoyo dentro de la industria pesquera de Menagerie.

—Extraña elección.

—Es realmente genial —dijo el otro hermano—. Dependemos de la pesca para la mayor parte de nuestra alimentación, en particular las proteínas. Si la pesca se detuviera, todos sentiríamos el impacto en un día o dos. Habría que apretarnos el cinturón.

—Tenerlos de su lado nos dificulta actuar en contra de él —dijo el otro—. Si le hiciéramos daño ahora, la pesca se detendría en señal de protesta y eso haría que la gente pasara hambre rápidamente. Nos culparían de ello.