Arath
Me desperté de golpe, sin razón aparente. Mi respiración era lenta, y por un momento, todo estaba en calma. La suite estaba sumida en la oscuridad, excepto por una tenue luz que se filtraba desde la puerta entreabierta del baño. Al principio, pensé que era parte de un sueño, pero cuando estiré la mano hacia el lado donde debería estar Emma, me encontré con la cama vacía.
Fruncí el ceño, confundido por su ausencia. Me quedé unos segundos sentado, parpadeando en la penumbra mientras mis ojos se acostumbraban a la oscuridad. La habitación estaba en completo silencio, salvo por el leve zumbido de la ventilación. Sabía que debía estar en el baño, pero algo en mí se sentía inquieto.
Me volví a acostar, pensando que tal vez solo necesitaba unos minutos de privacidad, pero el tiempo pasaba y no escuchaba ningún sonido del otro lado. La preocupación comenzó a crecer en mi pecho. Emma llevaba demasiado tiempo allí.
Finalmente, me levanté y caminé en silencio hacia la puerta del baño. Me acerqué con cautela, sin querer irrumpir, pero lo suficientemente cerca para poder escuchar si algo estaba mal. Me apoyé contra el marco de la puerta y llamé suavemente.
-Emma, ¿estás bien? - mi voz era baja, apenas un susurro en el silencio de la suite.
Escuché un silencio momentáneo antes de su respuesta.
-Sí, estoy bien - respondió desde el otro lado, su voz sonaba débil, pero intentaba sonar tranquila.
Algo en su tono no me convenció. Justo cuando estaba a punto de hablar de nuevo, escuché el sonido inconfundible de ella vomitando. El ruido resonó en el baño y me hizo sentir una punzada de preocupación en el pecho.
Me quedé quieto por un segundo, el corazón acelerándose, sin saber si debía entrar o darle más espacio. Pero la idea de que estuviera sola en ese estado me hizo actuar. Abrí la puerta con cuidado, queriendo asegurarme de no invadir su espacio, pero al mismo tiempo, queriendo estar allí para ella.
La encontré inclinada sobre el inodoro, su cuerpo temblando ligeramente, y me dolió verla así. Sabía que esto no era solo un malestar físico, sino algo más profundo. Su ansiedad a veces se manifestaba de esta manera, y aunque yo lo sabía, verla en ese estado siempre me hacía sentir impotente.
-Emma... - dije en un tono suave mientras me acercaba lentamente.
Me arrodillé a su lado, poniendo una mano en su espalda para ofrecerle un poco de consuelo, aunque sabía que no había mucho que pudiera hacer para calmarla en ese momento.
-Estoy aquí - le dije en un susurro, intentando transmitirle con mi voz todo el apoyo que podía darle.
Ella no dijo nada, solo respiraba de manera entrecortada, claramente afectada por la situación. Sabía que su ansiedad podía tomar el control en momentos inesperados, y aunque no siempre era fácil, lo único que podía hacer era estar a su lado, sin presionarla, pero sin dejarla sola tampoco.
La habitación estaba en completo silencio excepto por el suave eco de nuestras respiraciones. Mientras Emma seguía inclinada sobre el inodoro, me quedé a su lado, con una mano en su espalda, intentando transmitirle calma a través del contacto, aunque sentía la impotencia de no poder hacer más.
-Respira - murmuré.
Ella respiraba con dificultad, tratando de calmarse, pero su cuerpo aún temblaba. Sabía que en momentos así, las palabras a veces no ayudaban, y lo único que podía hacer era estar presente, dejar que sintiera que no estaba sola. Me quedé en silencio, acariciando su espalda de manera lenta y constante, esperando que, poco a poco, la tormenta interna que estaba viviendo comenzara a disiparse.
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Amor Inesperado (Arath de la Torre)
FanficEn una casa donde las cámaras nunca dejan de grabar, un grupo de personas convive, compite y forma vínculos inesperados. Emma, una chica que se siente ajena a las tensiones y los juegos estratégicos de los demás, comienza a descubrir que la conviven...