Capítulo 11

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Severus y Harry se dirigían al desayuno. Habían pasado tres días sin ninguna noticia de Dumbledore, Black o la guarra Weasley. Minerva ya había informado al personal y a los estudiantes sobre el nuevo cargo de Harry como profesor adjunto, lo cual había causado un gran revuelo. Durante esos días, Harry había escuchado diversos rumores provenientes de Gryffindor y de otros alumnos, comentando que Granger estaba decidida a estudiar para sus TIMOs, a pesar de lo que Dumbledore le había dicho en su oficina. Granger había dejado muy en claro que creía ser capaz de aprobar sus exámenes, insistiendo en que, si Harry había podido hacerlo, entonces ella definitivamente también lo lograría.

Todos en Hogwarts se habían visto obligados a escuchar la opinión de Ron Weasley sobre toda la situación hasta que, finalmente, fue enviado a casa la noche siguiente. Arthur Weasley, visiblemente molesto, había sacado a Ron del colegio, quien no dejó de culpar a Harry de sus problemas. La situación llegó al punto en que Arthur tuvo que lanzar un hechizo silenciador sobre Ron cuando este comenzó a gritarle y a reclamarle sin cesar.

—Granger va a ser un fastidio hasta que termine sus TIMOs —señaló Harry, notando que Granger estaba sentada en la mesa de Gryffindor rodeada de libros.

—Ha solicitado una semana de descanso para poder presentar sus TIMOs, que serán la próxima semana —respondió Severus, recordando que había preferido no comentar cuando Minerva se lo mencionó—. Incluso le preguntó a Minerva si podría considerarla para un puesto de profesora adjunta si aprueba los exámenes, pero Minerva ni siquiera lo va a contemplar.

Harry se sorprendió un poco al escuchar que Minerva no lo consideraría en absoluto, aunque en los últimos tres días notó que ella había estado tomando decisiones más independientes de las políticas de Dumbledore con respecto a los Gryffindor. A pesar de ser una orgullosa Gryffindor, Minerva no era una seguidora ciega de Dumbledore y no estaba dispuesta a ignorar el trato favorecedor que su casa había recibido en el pasado. Harry se había sentado junto a Severus, mientras Barty ocupaba el asiento al otro lado de él. Los tres observaron cómo Granger era aislada por el resto de su casa en la mesa de Gryffindor, pero no se inmutaron. Varias lechuzas llegaron poco después, dejando caer los periódicos. Harry le ofreció un pedazo de tocino a Hedwig.

—Lee el periódico, Harry —dijo Severus, dándole un codazo.

Harry asintió y abrió el periódico.

Albus Dumbledore ha sido arrestado por albergar a un fugitivo; Ginevra Weasley, detenida por agredir a varios estudiantes; y Sirius Black, devuelto a Azkaban

Por Rita Skeeter

Queridos lectores, comprendo que la información presentada puede resultar abrumadora. Los aurores fueron convocados a Hogwarts en respuesta a una denuncia de violación perpetrada por un estudiante. Para su sorpresa, encontraron al convicto y fugitivo Sirius Black en la oficina del director Albus Dumbledore. Black estaba presente en una reunión con el personal y algunos estudiantes, sin estar atado ni tener una varita apuntándole, ni enfrentaba ningún tipo de restricción.

Los aurores reaccionaron con celeridad y procedieron a arrestar a Sirius Black. La señora Bones llegó poco después del arresto y, junto con los aurores, descubrió que la llamada solicitando su presencia inmediata en Hogwarts se había realizado en base a las declaraciones y acciones de la estudiante Ginevra Weasley, quien se encuentra embarazada y admitió haber violado a un estudiante, cuyo nombre no revelaré para proteger su privacidad.

Ginevra "Ginny" Weasley había estado tratando de afirmar que Harry Potter era el padre de su hijo, por lo que la subdirectora Minerva McGonagall la hechizó para que dijera la verdad cuando Harry Potter negó ser el padre y haber tenido relaciones sexuales con la chica. Fue entonces cuando se descubrió que ella había agredido sexualmente a varios estudiantes en múltiples ocasiones. Además, los extorsionaba y los amenazaba con hacer falsas acusaciones ante Dumbledore para incriminarlos, con el fin de obligarlos a involucrarse en actos sexuales con ella. La lista de posibles padres, que incluía a casi todos los estudiantes excepto a Harry Potter, contenía nombres de algunos alumnos que ella admitió haber violado. Ella sostenía erróneamente que los hombres no podían ser víctimas de violación porque, según su creencia personal, desear tener relaciones sexuales implicaba que no podían ser violados. La mayoría de los estudiantes mencionados en la lista eran mayores de edad.

Leones contra serpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora