Me gustas

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Aquellos chicos pusieron la puerta con seguro, yo empecé a quitarme los tacones para poder moverme bien, mientras que Ariana tomaba su móvil.

El primero que vino se acercó a mí sacando de su bolsillo unos cigarros. No, un puro.

—Aquí nos podemos divertir sin que nadie vea

—Dijimos qué no, ¿Puedes apartarte? De no ser así usaré la fuerza

—Parece ser una chica fiera, Ithan

—En cuánto mi hermano responda el mensaje están muerto los dos—Dijo Ariana

Ithan al escuchar esas palabras se le cambió el semblante, se veía enojado, entonces me agarró del brazo

—Hey, solo queremos que pasen un buen rato con nosotros, ¿Por qué son tan pesadas?

—Que no queremos, idiota—Dije

Me apretaba más el brazo, me enoje y entonces gire mi brazo y me libere sujetando su brazo por atrás, torciendo su muñeca

—Te advertí, me obligas a actuar—Dije enojada

—Anika ten cuidado

Mientras tanto el otro se acercó a ayudar a su amigo, solté a ese y atrapé el brazo que me iba a golpear haciendo un movimiento brusco y golpeándolo con el lavamanos. Quedó adolorido

—Perra —Dijo el pelinegro quejándose

—¿Eso era todo? ¿Esto era lo que querían? —Dije enojada—Asi cómo lanzan estupideces son sus movimientos

Tomé a Ariana del brazo y la llevaba justo a la salida cuando ví como Ithan sacaba una navaja.

—¿Crees que eso hará la diferencia?

Puse a Ariana detrás de mi y ella se acercó a la puerta, pero entonces él grito

—¡Si abres esa maldita puerta estás muerta, perra!

—Hey Ithan, amigo, cálmate, exageras ya—Dijo el pelinegro asustado

—Callate Román, no voy a dejar que dos niñitas me humillen

—¿Perdón? El que se humilló solo fuiste tú

—Ya verás maldita perra

Ariana empezó a gritar debido a que Ithan se acercó hacia mi rápidamente, yo esquivé la navaja y él empezó a acercarse a mi en un intento de cortarme una y otra vez, pero no podía hacerlo, hasta que finalmente se canso, yo estaba a dónde Román estaba parado, estaba ya asustado de su amigo.

—Ithan ya déjalas de una puta vez

En su cara se veía la psicopatía de este chico, ya estaba asqueada con lo que veía. Pero entonces se giro hacia Ariana y mi corazón se aceleró, corri hasta donde ella y me lance encima de él por la espalda

—¡Ni se te ocurra tocarla! —Dije encima de él sujetando su brazo

—¡Bájate, perra!

Yo lo tomé del brazo y entonces él me golpeó con su codo en el estómago y al girar el brazo para lanzarme caí al suelo, pero desgraciadamente corto un poco mi brazo

—¡Anika!

Ariana ya estaba asustada, no sabía qué hacer así que hizo lo que podía, se puso entre él y yo

—Ariana, es peligroso

—Ya estás herida, ni hablar. No me movere

—Ja, ¿Ya se dan cuenta lo que hicieron? ¡Solo debieron escucharnos!

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