I: Nuevo Vehículo

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Capítulo I
" Nuevo vehículo "

No, a Aurora Miller no le gustan las interrupciones

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No, a Aurora Miller no le gustan las interrupciones.

Esperaba a su hermano, Arthur, del trabajo, pero después de leer un mensaje de su parte acerca de que se quedaría unas horas más, le hizo decidir darse una buena siesta en su auto.

Con su boca algo abierta y una profunda y algo sonora respiración, dormía plácidamente en el asiento del conductor estacionada frente a la vereda. Su barbilla reposada en su mano echa un puño.

Se despertó abruptamente. Un golpe en su auto.

Maldijo por lo bajo y salió, sin percatarse de que el auto que la había chocado se había ido a toda velocidad para evitarla. Al pensar que el coche negro que tenía atrás suyo era el culpable —desorientada y algo soñolienta—, tomó las llaves de su vehículo y salió de este, dirigiéndose peligrosamente al auto.

—Por imbécil.. —susurró, rayándole la ventana al auto vacío con sus llaves—.

De un momento a otro, escucho como un hombre le gritaba desde la distancia, furibundo, y cada vez escuchaba sus fuertes pisadas más cerca de ella, haciéndole tragar.

—¡¿Qué carajos te pasa?! ¡Ese es mi auto, idiota! —gritaba al acercarse un masculino—.

Tenía unos helados ojos azules y una cabellera oscura, su barba recién perfilada mientras caminaba rebalsado en ira hacia la rubia, que ya se estaba persinando por no ganarse una buena regañada.

Haste la loca, Aurora.. aca no pasó nada.

Yo.. —iba a dar una pésima excusa, que ni ella se la creía, pero no pudo—.

Pena I, Aurora 0.

—¡Perdón.. disculpa! ¡Pensé que me había chocado ese auto y..! —comenzó a hablar con rapidez, sus frases revueltas en su cabeza mientras el la miraba con una ceja alzada—.

—Claro, por su puesto, y yo soy Gandalf. —dijo con sarcasmo—.

Ella rodó los ojos y suspiró.

—Lo siento, ¿Si? No se.. lima la ventana o lo que sea, mecánica no soy. —dijo, apuntando a la ventana velozmente rayada por ella minutos antes—.

—Me tienes que pagar el auto. —dijo reposado del coche, de brazos cruzados mientras la miraba de arriba a abajo sin expresión alguna en su rostro, solo que con el ceño levemente fruncido—.

MEVAK | Bucky Barnes | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora