____ Morgɑn, ɑsciende de rɑngo en lɑs fuerzɑs especiɑles, formɑndo pɑrte del equipo principɑl de lɑ 141 como Sɑrgento.
Acosɑdɑ por su pɑdre pɑrɑ sɑcɑrlɑ del ejercito y cɑsɑrlɑ con un hombre mɑyor pɑrɑ que su dinero sigɑ creciendo, hɑce creer ɑ todo...
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𝙱𝚊𝚜𝚎 𝙼𝚒𝚕𝚒𝚝𝚊𝚛, 𝚁𝚎𝚒𝚗𝚘 𝚄𝚗𝚒𝚍𝚘.
Luego de que los doctores me pusieran calmantes y haya dormido por casi dos días, Price estaba sentado al costado de la cama donde estaba.
Estaba preocupado, pero al verme despertar dio un gran suspiro.
- Pensé que te habían puesto algo que te iba a dejar dormida más tiempo.
- Ya me siento mejor
- Me comentaron todo lo de tu bebé...
- Me duele, no quiero que se vaya... me rompe el corazón saber que está sufriendo dentro de mi.
- Ya sabes lo que debes hacer, es lo mejor, según lo que me dicen los doctores, aún si decides continuar con el embarazo, el bebé podría morir en tu vientre o si llega a nacer no pasaría los 5 minutos...
- Es tan injusto que esto le pase a esta cosita tan pequeña - dije llorando.
- Lo sé, sé que es injusto, pero debemos pensar con la cabeza fría y lo que es mejor, recuerda que la preclamsia también puede matarte... debes pensar también en ti.
- Sé que es lo mejor seguir con el aborto terapéutico, soy consiente de eso y jamás traería al mundo a un ser humano para sufrir, pero es difícil porque es mi hijo... creo que nadie podría entender esto.
- Claro que nadie lo va a entender.
Suspiré y limpié las lagrimas que se habían escapado en plena charla con Price, llamé al doctor con el botón al costado de mi cama y se acercó.
- Por favor procedamos con la intervención... pero antes quisiera verlo al menos una vez, quiero saber que estoy haciendo lo correcto.
- No hay problema, traeremos el equipamiento para que por el ultrasonido puedas despedirte de tu hijo, vendremos en 30 minutos.
Price se fue de la habitación, dijo que esto que iba a vivir lo debía hacer sola.
Estuve en una espera que parecía interminable, parte de mi quería que terminara lo más rápido posible, pero a la vez no quería ya que significaría que no estaría más con mi bebé.
El doctor llegó con el equipamiento necesario para el ultrasonido, conectó todo y empezó con el proceso untando gel en mi vientre.
Buscó unos segundo y encontró al pequeño feto, estaba ahí quietecito, lágrimas salieron de mis ojos al verlo.
- ¿Puedo escuchar los latidos?
- Lo siento mucho ____, pero no hay latidos...
Esa noticia me destruyó, no pude evitar llorar de forma desesperada y gritando el dolor por lo que estaba perdiendo.