Inflexión

Capitulo 8

Gogeta soltó un suspiro dejando caer sus hombros, sus pies estaban hundidos en el agua cristalina del planeta en donde se encontraban actualmente, no le gustaba, pero no tenía otra opción, ¿Cuánto tiempo había estado viajando? ¿su hermano Kakarotto la extrañaría? ¿pensarían sus amigos en ella? Lo más seguro es que no.

Abrazo sus piernas sintiendo la melancolía albergar su pecho, no, ellos no la extrañarían, ¿por qué tendrían que hacerlo? Su hermano tiene una vida felizmente casada, ni una sola vez fue a verla al templo, ¿y sus amigos? Seguramente ni se acordarán de ella.

—Ahora, ¿Qué diablos te pasa? —escucho la voz de Vegetto que la tomó por sorpresa dejando un animal del planeta en el suelo. —

—Nada. —contestó, se colocó sus botas para caminar hacia donde estaba el animal, era bastante grande seguramente les alimentaría bien a los dos. —

—mujeres. —murmuro sentándose, Ella se encargó de destripar a al animal para insertarlo en algunos palos y poner a cocinar la carne, ambos guardaron silencio. —entonces, ¿no hablaras?

—¿sobre qué?

—lo que pasa por ese pequeño cerebro tuyo.

—no.

—¿estás enojada por la masacre? ¿es eso? —comentó, ella solo suspiro mirando hacia el fuego. —Cielos, algún día deberías acostumbrarte.

—no es como que yo quiera hacer esto para el resto de mi vida, sabes. —protestó. —

Vegetto frunció el ceño asintiendo, él tampoco quería eso para el resto de su vida, cuando derrotaran a Freezer, sería diferente, miro hacia sus manos, las cuales comenzaron a temblar ante los recuerdos del emperador del mal, ante las torturas que ha sufrido, sus manos se tiñeron de rojo con su sangre, su cuerpo comenzó a doler, cada huesos fracturado, cada herida, el olor a su carne quemada y lacerada, haciéndole querer vomitar, la risa de Zarbon y Dodoria junto a Freezer la impotencia de su vulnerabilidad.

—¿Vegetto? —Gogeta le llamó la sangre de su mano se diluyo siendo observando por esos ojos negros. —

—¿sí? —la carne ya estaba cocinada y no se había percatado, comenzaron a comer en silencio, ambos metidos en su propia mente. —

En un pequeño planeta de la galaxia sur, un saiyajin se encontraba sobrevolando los cielos, mirando en cuevas, revisando cada pequeña parte, como si en algún lugar lograra encontrar a su hermana menor.

—¿aun nada? —pregunto Bulma cuando el saiyajin se dejó caer de la nube voladora hacia la casa del maestro Roshi. —

—No. —murmuro. —Ella realmente debe estar tan enojada conmigo. —su cola se movio con decepción. —Debí detener a Chi-Chi.

—Aun no entiendo, ¿Qué fue lo que paso? —Indago Krillin, mientras el grupo se adentraba a la casa del maestro, Kakarotto bajo la mirada observando el té que le servía Bulma. —Chi-Chi quería que Gogeta se casara, pero Gogeta no quería, trato de presentarle a distintos pretendientes.

—me imagino que, en realidad, solo quería entrenar y pelear, al igual que tú.

—Sí, quería era eso, pero Chi-Chi no quería saber nada del entrenamiento, ni de las peleas, quería que yo trabajara y que Gogeta se casara.

—para que se fuera de la casa, que les perteneció a ambos.

—Sí. —suspiro. —le permití hacer a Chi-Chi lo que quería, porque pensé que no era la gran cosa, Gogeta seguía ignorando y... no creí que ella llegaría tan lejos como para querer comprometer a Chin con Gogeta.

—¿A Chin? ¿su hermano? —Pregunto Bulma a lo que recibió una afirmación del saiyajin. —¿por qué comprometería a Gogeta con Chin?

—Para que así quedara todo en familia, yo no lo supe hasta que regrese y Chi-Chi me estaba gritando por la forma abrupta en la que Gogeta había salido de la casa, que tendría algún día que aprender a comportarse como una mujer, que no era una niña, que debía casarse y cumplir con sus deberes de esposa, no seguir jugando por los bosques a ser una peleadora.

—¡Espera un momento! —interrumpió Bulma mientras Krillin parpadeaba sorprendido. — ¿acabas de referirte a Gogeta como ella? ¿Cómo mujer?

—Sí, Gogeta es una chica.

—¡¿Es una chica?! —dijeron sus dos amigos sorprendidos, dejando a Kakarotto sorprendido quien afirmo. —

—Hombre, yo todo este tiempo pensé que era un chico. —murmuro Krillin. —

—Jum, ahora entiendo porque tu forma para reconocer a hombres de mujeres era palmear sus genitales. —comentó Bulma, haciendo que Kakarotto soltara una risa nerviosa. —yo pensaba que se había vuelto un chico guapo como tú.

—jeje... en realidad ella es muy bonita. —sonrió —Y muy fuerte, pero ahora no la puedo encontrar, debe estar muy enojada.

—Claro que debe, digo, Chi-Chi quería obligarla a casarse para cumplir con cosas que ella no quería, debe estar super disgustada, además tu como su hermano no la defendiste permitiste que eso siguiera pasando.

—Bueno, también tienes que pensar que Gogeta no es una niña, que ella también tiene deberes que cumplir ¿no? —contestó Krillin. —Creo que el enfoque de Chi-Chi era correcto, pero mal planteado.

—¡¿Y si ella no se quería casar?! ¿por qué obligarla? ¡¿Solo porque es una chica?! Eso es completamente injusto, si ella quería seguir siendo una peleadora y entrenar era su asunto, no el de Chi-Chi ni el de nadie más. —Respondió Bulma disgustada. —no porque sea una chica su deber sea casarte, tener hijos y formar una familia.

Kakarotto hizo una mueca mientras miraba su reflejo en el té, suspiro sintiéndose más culpable que antes, ya han pasado dos años y no ha podido encontrar a su hermana, la culpa sigue latente en su pecho por permitirle irse de esa manera, por no hablar con ella, él es su hermano mayor, él se prometió que la protegería, aun si ella era más fuerte que él.

—la buscare nuevamente. —Expreso para levantarse. —

—¿Y si usamos las esferas del dragón? —pregunto Bulma. —no estoy de acuerdo con lo que paso, pero tal vez ustedes puedan arreglar las cosas. —menciono sintiéndose algo culpable por la expresión de su amigo. —

—¡Sí! Podemos pedirle a Shen Long que nos diga en donde esta Gogeta y así encontrarla.

—Es cierto, no lo había pensado. ¡Bulma préstame tu radar! Buscare las esferas de dragón.

Así se embarcó en una nueva búsqueda, esta vez con mejores ánimos de que al fin sabría algo de su hermana menor.