— ¿Aún nada?... Vamos, se acercan -su tono de voz se tornó nervioso.— Hago lo que puedo, esta mierda está trabada, necesito más que esto -dijo presionando un gancho y un pasador contra una cerradura, sin dejar de prestar atención a lo que hacía. Sus manos se tornaban más torpes a cada paso que sonaba en el pasillo, pisadas fuertes acercándose cada vez más al sitio en el que se encontraban. Justo en donde no deberían de estar.
— Vamos Sam, ya hay que irnos, volveremos después por más, sólo salgamos de aquí -la tomó del hombro e hizo señas hacia la ventana. Con tristeza y resignación miró por última vez esa pequeña puerta de caoba, tomó sus cosas y comenzó a seguir al castaño.
El lugar lucía como una pequeña biblioteca personal que, a simple vista no parecía nada fuera de lo común mas que estantes repletos de libros, un par de escritorios con artículos de estudio y sobres color manila, pero tras esa fachada nada es lo que parece.
Ambos salieron por la ventana, colgando de lo poco de una viga oxidada que se notaba en el concreto de esa pared, escucharon como alguien entró a aquella habitación, dando fuertes pisadas las cuales poco a poco sonaban más cercanas. Ellos sabían que sus opciones eran solo dos; avanzar a lo largo de esa pared agrietada en la que estaban atrapados y regresar a "casa" o esperar a que ese alguien saliera para asegurarse de poder volver sin levantar sospechas. Una voz les hizo desechar la segunda opción.
— "Aún no podemos lograr que el suero funcione" -hablaba Tom por teléfono, su rabia iba en aumento conforme contestaba- ¡de qué carajo sirve que invierta tanto en esto si lo único que han logrado es desperdiciar mi tiempo!... a la mierda si les pasa algo, yo necesito solo lo que tienen, si siguen aquí no es por gusto, es por mí, que les quede claro.
Ambos empezaron a moverse por la estructura lo más rápido que les fuera posible, sabían que si Thomas o alguno de sus vigilantes los encontraban husmeando por ahí no vivirían para contarlo.
La noche parecía ser su cómplice ya que la luz de luna se encontraba bloqueada por unas cuantas nubes densas y eso los ayudaba a camuflarse en el edificio con su ropa oscura y no llamar la atención de nadie. Ambos saltaron hacia el pasto de la propiedad y se apresuraron a llegar a la barda por la cual habían logrado entrar.
Ambos recorrían las calles a paso veloz, ya sin preocuparse de las miradas de personas que estuvieran por ahí, ellos pasaban desapercibidos como cualquier otro par de jóvenes de camino a la feria local, pero ellos se dirigían de vuelta hacia su pequeño gran infierno: Highmore M. Clinic.
"Highmore M. Clinic: health for everyone who deserves it" un simple mensaje que resaltaba a la entrada principal del sitio, montadas sobre una pared color chocolate con letras en un tono crema que daban un aire de comodidad al pasar por la calle, invitando a los transeúntes a averiguar de lo que trataban ahí. Parecía un lugar inocente con un objetivo altruista; ayudar a otros. Pero nadie fuera de esas paredes sabía lo que realmente se hacía ahí.
La clínica era uno de los muchos negocios de diversos países que comenzaban por establecerse en México, aprovechando la apertura que se estaba dando a la inversión extranjera, para impulsar la economía nacional y, por supuesto, impulsar el sector salud permitiendo que se establecieran clínicas privadas como en el caso de Highmore M. Clinic. Un lugar que tiene como objetivo tratar trastornos relacionados a la mente pero a la par impulsar a sus pacientes en el desarrollo de los talentos que posean a través de eventos realizados por la misma para la recaudación de fondos para una mejor educación de sus pacientes que, en su mayoría eran jóvenes entre 9 y 23 años, rara era la ocasión en que se le veía a un adulto ser atendido en esas instalaciones.
Al ser de noche esa fachada inocente se tornaba un poco más inquietante, las luces se encontraban apagadas y lo único que se miraba a través de las puertas de cristal era un lobby vacío con unas pequeñas luces rojas parpadeando a lo largo de un pasillo. Por supuesto que ellos no podrían darse el lujo de pasearse por ahí.
— ¿Crees que alguien haya notado que nos fuimos? -preguntó Sam al castaño, ambos caminando por la acera cuidando de no pasar por donde pudieran captarlos las cámaras del lugar- creo que esta vez nos tardamos mucho más.
—Espero que no, lo hicimos justo en el cambio de guardia y estoy seguro de que al menos nadie importante nos estaba viendo, hoy no nos toca a nosotros, ellos estaban concentrados en el grupo Delta.
Ambos subieron por las escaleras de emergencia del ala TTF, cuidando de no hacer demasiado ruido, los guardias rodeaban el sitio, aunque al parecer esa noche brillaban por su ausencia. Podría ser un golpe de suerte para ellos, pero, eso era algo casi imposible.
La rejilla de una de las ventanas principales había sido su vía de escape esa noche, convenientemente rota, al menos para que cupieran uno a la vez, así que de esa forma es que entraron al sitio de nuevo. Caminaron despacio por uno de los varios pasillos del lugar, rumbo a su habitación asignada. Un guardia los vio.—Encontré a Sam y Louis, están en el área de comedor -dijo el guardia por su radio a los demás, tranquilo al parecer.
De pronto salió un grupo de médicos por ellos, rodeándolos, evitando sus posibles rutas de escape, puesto que para ellos esto ya era parte de su rutina. Al menos ya 4 años. Un par de chicos internados en la clínica intentando escapar del lugar, siempre Sam y Louis.
—¡Déjenme de una vez! ¡Basta! ¡Hoy no me toca medicamentos! -repetía muchas veces Sam al paso que la jalaban un par de hombres hacia un cuarto, usando más fuerza de la necesaria para llevarla. Ella no quería que le hicieran inhalar de nuevo ese gas, ella no tenía idea del porqué estaba ahí, pero la única explicación que le habían dado era que le trataban un trauma con el que quedó tras un accidente automovilístico en el cual perdió la memoria, del cual solo tenía una marca en la pierna derecha.- ¡NO DE NUEVO POR FAVOR!
Mientras tanto Louis solo la miraba ya a lo lejos, sin poder hacer nada, solo quedarse agarrado por dos guardias.
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Caída libre (Katy Perry) 2da parte de Cuestión de tiempo [Pausada]
FanfictionHan pasado cuatro años desde que Katy vio por última vez a ______. Después de aquel suceso decidió continuar con su vida en otra parte de Los Ángeles tratando de dejar atrás lo ocurrido pero teniendo siempre a ______ presente en su mente. Tras habe...