Capítulo 9

3 0 0
                                    

Mi corazón se acelera. Sé que es una mala idea seguir mirando, pero la curiosidad me supera. Trato de no ser obvia mientras dejo mi mirada vagar casualmente por la zona, pero no capto más detalles. Quienquiera que sea, es lo suficientemente hábil para mantenerse fuera de mi vista.

No puedo quedarme allí parada como si nada. <<¡Camina!>>. Con un esfuerzo consciente, me obligo a seguir caminando hacia la universidad, pero esta vez con una cautela renovada. Mi mente está a la defensiva, evaluando todas las posibles razones por las que alguien podría estar siguiéndome.

<<¿Alguien de Syriun? ¿El chico misterioso? ¿Vagne? ¿Tara?>>pienso a toda prisa nerviosa.

Decido que no iré directamente al campus. Tomo un desvío, recorriendo un camino más largo, esperando perder a quienquiera que esté detrás de mí. Mientras camino, mi mente se debate entre el miedo y la determinación. <<¿Es posible que alguien más sepa lo que ha pasado en Syriun? ¿O tal vez están vigilándome porque sé demasiado, aunque ni siquiera sé exactamente qué?>>.

Cada paso me acerca más al campus, y aunque la sensación de ser observada no desaparece, se vuelve más distante. Quizás he logrado despistar a mi perseguidor, o tal vez simplemente están esperando a que baje la guardia.

Finalmente, llego al campus. El bullicio de estudiantes y el ambiente familiar me dan un respiro momentáneo. Pero sé que no puedo bajar la guardia. Mientras me dirijo a mi primera clase, un pensamiento me golpea con fuerza: si alguien está siguiéndome, si alguien está interesado en lo que sé, entonces el peligro no ha pasado. Está más cerca de lo que imaginaba, y si no tengo cuidado, podría arrastrar a Elyse conmigo a este oscuro abismo que apenas comienza a desvelarse.

Antes de entrar al edificio, me detengo un momento y, casi por instinto, giro una vez más la cabeza para ver si algo o alguien está fuera de lugar. Mis ojos recorren la calle de arriba abajo, buscando cualquier cosa que se salga de lo normal. Al principio, no noto nada, solo el movimiento habitual de los estudiantes y la vida en la ciudad. Pero justo cuando estoy a punto de volverme, algo captura mi atención.

Y entonces lo veo.

Al otro lado de la calle, una silueta masculina alta y bien definida se aleja, moviéndose con una calma casi inquietante. No puedo ver su rostro; está parcialmente cubierto por la sombra de un edificio cercano. Sin embargo, hay algo en su presencia que me hace sentir inquieta. No puedo decir exactamente qué es, pero esa figura tiene un aura amenazante, algo que no encaja con el entorno. Me quedo mirándolo mientras se aleja, incapaz de apartar la vista. Hay algo en él que me resulta vagamente familiar, pero mi mente no logra atar cabos. Su porte es atractivo, casi elegante, pero esa misma elegancia está teñida de un peligro que no puedo ignorar, es como...

<<El hombre de anoche>> pienso. Me quedé helada recordado aquella mirada, esos ojos que a pesar de que en este momento no podía ver me causaron un escalofrío.

El hombre desapareció de mi vista, perdiéndose entre la multitud. Siento que mi corazón late con más fuerza. <<¿Quién es él? ¿Por qué me parece que hay algo en su presencia que no debo tomar a la ligera? ¿Por qué me estaba siguiendo?>>

Respiro hondo, intentando calmarme. Fuera quien fuera, algo me dice que no es la última vez que lo veré. Con una última mirada hacia donde ha desaparecido, me vuelvo y finalmente entro al edificio. Pero la imagen de esa figura, alta y amenazante, se queda grabada en mi mente, una sombra más en el creciente enigma que me rodea.

Después de un largo día de clases, finalmente regreso a mi departamento, sintiendo un cansancio que se cuela en mis huesos. Todo el día he estado luchando por concentrarme, mi mente dividida entre las clases y la inquietante sensación de la mañana. La silueta de aquel hombre no deja de rondar en mi mente, con su aura amenazante. Sin embargo, decido dejarlo de lado, al menos por ahora, y centrarme en lo que tengo delante.

Elyse no está en casa, y el departamento está tranquilo, casi demasiado tranquilo. Me quito los zapatos y me dirijo a la cocina para preparar algo rápido de comer. El ambiente es extrañamente denso, como si algo estuviera fuera de lugar, pero atribuyo esa sensación a mi paranoia. Todo lo que ha pasado en los últimos días me tiene al borde, y necesito un momento para relajarme.

Sin embargo, a medida que recorro el departamento, la sensación de que algo está mal crece. <<Ya suéltenme por favor>> Mis ojos captan pequeños detalles: un libro que no recuerdo haber dejado sobre la mesa, una silla ligeramente movida, y el aire tiene un ligero aroma que no pertenece al usual perfume de Elyse. Todo parece hecho para que note que alguien ha estado aquí. Siento una punzada de alarma y me pongo alerta, escudriñando cada rincón mientras avanzo hacia mi cuarto.

Al llegar a la puerta de mi habitación, me detengo. La puerta está en una posición diferente de la que la dejé antes de salir y sé que Elyse no ha regresado. La empujo suavemente y entro, conteniendo la respiración. Todo parece normal a primera vista, pero una rápida inspección me revela lo contrario. Mi cama, que siempre dejo cuidadosamente hecha, está desordenada, como si alguien se hubiera sentado en ella.

Y entonces lo veo: una carta, cuidadosamente colocada en el centro de mi cama. Está doblada y sellada con un sello de cera roja, un toque elegante y extraño en un departamento estudiantil. Mi corazón comienza a latir más rápido mientras me acerco y recojo la carta con manos temblorosas. Observo todo a mi alrededor para asegurarme de que nadie esté ahí. Hay algo ominoso en ella, algo que me hace dudar si quiero abrirla.

Sin embargo, la curiosidad es más fuerte. Rompo el sello con cuidado y desdoblo la hoja de papel en su interior. Lo que veo me deja aún más desconcertada: un mensaje encriptado, escrito con una caligrafía elaborada y fluida. Las palabras no tienen sentido a simple vista, pero la estructura del código me resulta vagamente familiar.

Paso los siguientes minutos descifrando el mensaje, mi mente trabajando febrilmente para encontrar el patrón correcto. Finalmente, las palabras comienzan a tomar forma, y lo que revelan me deja helada:

"Estás invitada a una fiesta exclusiva en Syriun. La noche será tuya, si te atreves a descubrir lo que realmente estás buscando. A medianoche, por la entrada de tus recuerdos. No faltes."

Leo y releo la carta, incapaz de creer lo que veo. El mensaje está escrito con tal cuidado y precisión que siento como si me estuvieran tendiendo una trampa, una invitación que no puedo rechazar, pero que tampoco puedo aceptar a la ligera. El hecho de que alguien haya entrado en mi departamento para dejarla me inquieta profundamente. <<¿Cómo han llegado hasta aquí sin que nadie los viera?>>

La invitación a Syriun se siente como un llamado directo a enfrentar mis miedos y las sombras de mi pasado reciente. Pero también sé que ir allí, sola, podría ser un error fatal. <<¿A quién se supone que le diga?>> Sin embargo, una parte de mí, la parte que ansía respuestas, no puede ignorar la tentación. Syriun, con todos sus misterios, me está llamando de nuevo, y esta vez, la noche promete revelar más de lo que puedo manejar.

Me quedo sentada en la cama, sosteniendo la carta, mientras el reloj avanza implacablemente hacia la medianoche. Mi mente es un torbellino de pensamientos. Sé que debo tomar una decisión, pero el tiempo se está agotando. Y mientras la oscuridad comienza a envolver el departamento, siento que el destino me empuja inexorablemente hacia una nueva noche en Syriun.

SyriunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora