Últimamente he pensado lo fácil que es amar a alguien en sus días buenos, todo es miel sobre hojuelas, los te amo saben dulces, los besos transmiten alegría, la euforia recorre el cuerpo y podríamos pensar que eso es el amor, pero... ¿En realidad lo es? ¿Qué tanto trabajo te puede costar amar o disfrutar de la versión soleada de alguien?
En contra parte, amar a alguien en sus días grises requiere de una gran versatilidad, desde ser un investigador con mayor astucia y percepción que Sherlock Holmes, dominar múltiples temas de conversación para establecer una buena plática, tener el instinto y la habilidad de David Copperfield para saber cuándo desaparecer y brindarle su espacio, ser tan sabio como Daniel Goleman para saber discernir cuanto de la tormenta por la que pasa el ser amado forma parte de nuestro cielo y cuanto corresponde a su cielo; contar con la elocuencia de Martin Luther King para usar las palabras correctas que le nutran el espíritu, que lleven un rayito de luz a su día y hagan eco en él.
Amar en días no tan buenos no es para todos ni logramos hacerlo con cualquiera, así que al prestar atención creo que podemos medir la cantidad de amor que sentimos por alguien cuando queremos y podemos ser faro en sus días grises.
Habiéndolo pensado mucho he caído a la conclusión de que te amo tanto como para convertirme en tu sombrilla mientras pasa la tormenta, no quiero solo gozar de tu arcoíris y tus buenos momentos me interesa amarte aun en los días en los que no sabes quién eres o que quieres, quizá mi óptica sobre ti pueda ser de ayuda para descubrirlo; no pretendo ser una especie de porrista que no se calla o no te permite estar triste, quiero que te recargues en mi hombro cuando lo necesites y estoy dispuesta a guardar silencio para que aclares tu mente.
Sé que soy un ser imperfecto y que quizá en el proceso no sepa hacerlo del todo bien y equivoque el camino más de una vez, pero siempre actuaré desde el amor, quiero estar para ti, poder tomar tu mano y que a través de los latidos de mi corazón sepas lo mucho que te amo y la fe que tengo en lo que eres y en aquello que te estas convirtiendo y de esa forma tengas presente el brillo que das a la vida de otros. Pero sobre todo que no olvides que te amo con tu luz y tu oscuridad.
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ENTRE AMORES Y CAFÉ
RandomEL CAFÉ COMO EL AMOR ES LO QUE MUEVE AL MUNDO Y EN LA VIDA NUNCA DEBE FALTAR UN BUEN CAFÉ QUE PUEDE SER LA COMPAÑÍA PERFECTA PARA PASAR LAS ALEGRÍAS, DESVENTURAS Y COMPLICACIONES EN LAS QUE EL AMOR TE ENVUELVE. ESTOS SON SENTIMIENTOS NACIDOS Y DEDI...