SpiderJay Jay x Daniel

Capítulo 4

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Había papeles extendidos por una pequeña mesa portátil en el piso, en estos había recibos y cuentas a pagar y Daniel por otro lado intentaba buscar una forma de estirar el dinero hasta final de mes.

-Maldita sea, ¿Cómo se supone que llegue a final de mes? El maldito inmovilizador movió mis cuentas, no se suponía que tuviera un gasto como este- Dijo mientras miraba el dinero que tenía en manos y las cuentas que tenía que pagar. -Agh, y además de eso mi teléfono quedó casi muerto, debo comprar otro, pero ni siquiera creo que me alcance para pagar el internet. ¿Qué debo hacer? Las marcas aún no quieren contratarme, no trabajé por dos semanas, no puedo pedirle dinero a mamá, ella también lo necesita, y la maldita beca no se depositará en un buen rato.

Sus cuentas se habían vuelto un desastre desde el incidente del callejón. No tenía seguro médico por lo que él tuvo que pagar el hospital, gracias a que tenía que mantener el brazo completamente quieto por al menos dos semanas las marcas se negaron rotundamente a contratarlo ya que encontraron poco atractivo que su modelo use un inmovilizador que le quitaría visión a la ropa (3 empresas ya habían roto sus contratos y otras estaban en duda si seguir adelante con sus proyectos), los pagos se habían acumulado para fin de mes y cómo máximo hasta la mitad del siguiente mes, pero si no pagaba a tiempo tendría que pagar intereses.

-¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? Tal vez, si no compro comida en un buen rato y sobrevivo con un paquete de fideos al día pueda ponerme al corriente y pagar el agua y la luz, y si vuelvo a trabajar en la tienda de conveniencia puede que tal vez pueda pagar el internet, pero ¿En cuanto tiempo me pagarían?- Mordió con más ansiedad el lápiz. -Necesito dinero de inmediato, pero ni siquiera me dejan trabajar como modelo.

Se dejó caer en el piso y con una mano se tapó la cara, quería llorar, creía que después de haber tenido su gran cambio físico y que las marcas se pelearan por con quien modelaría primero ya no tendría problemas de dinero, pero ahora se negaban a contratarlo hasta que ya no usara el inmovilizador y sus cuentas se estaban yendo al caño.

Nuevamente se levantó y caminó hasta la puerta para ponerse zapatos. Las deudas no esperarían hasta que terminara de deprimirse para obligarlo a pagar, debía conseguir que lo contrataran en la tienda de conveniencia nuevamente.

Conocía las calles y callejones como si fueran la palma de su mano, había vivido ahí desde mitad de primero de preparatoria y recorrió esos caminos infinidad de veces, así que el pasar entre callejones para llegar más rápido a la tienda conveniencia fue algo que hizo casi inconscientemente. Mientras caminaba vio en una pared un pequeño cartel con 3 signos de dinero, de inmediato se detuvo y empezó a leer.

"¿Necesitas dinero? ¿Eres fuerte y ágil? Esta noche xx/xx/xxxx se celebrará una pelea para decidir al mejor peleador, no necesitas saber un arte específico, puedes pelear como un perro si así lo quieres. Al ganador se le dará una jugosa cantidad de dinero como recompensa por ser el último en pie."

"Jugosa cantidad" Resonó en la mente de Daniel. Miró su brazo aún inmovilizado, ya no dolía, aún estaba sensible, pero no dolía. En la preparatoria peleó con los brazos fisurados, si pudo en ese entonces, ¿Por qué no ahora?. Miró nuevamente el cartel y anotó la dirección al final de la hoja, sería esa noche, a las 11 en específico, podía hacerlo.

Siguió caminando a la tienda conveniencia para comprar vendas, debía proteger lo mejor posible su brazo, aunque intentaría usar las piernas en la mayoría de casos. Al volver a casa se quitó el inmovilizador sintiendo un poco de frío, masajeó y empezó a intentar estirarlo, eso dolía, había pasado demasiado tiempo quieto y ahora se negaba a estirarse.