Manhattan, New York.
Jake.
Yusbely.
Mi peligrosa tentación. Mi obsesión.
Nunca pensé que algo o alguien pudiera tambalear mi control. Pero desde el instante en que la vi —no, desde el momento en que chocamos en ese vestíbulo—, supe que mi vida no volvería a ser la misma. Esa mirada desafiante, esos ojos oscuros llenos de furia, tan ajenos a las sumisas sonrisas a las que estaba acostumbrado. Yusbely no era como las demás. Ella me desafiaba sin siquiera saberlo.
Para el mundo, soy Jake Donovan, el magnate exitoso, el CEO al que todos admiran y temen. Pero bajo esa fachada hay algo más. Algo que no puedo permitir que se desvele. En el submundo, soy conocido como The Shadow. Un nombre que no es meramente un apodo, sino una advertencia. Nadie cruza mi camino y sale indemne. Los contratos que cierro no siempre tienen que ver con fusiones de empresas o acuerdos financieros; algunos llevan la marca de la muerte.
Y sin embargo, aquí estoy, frente a una mujer que no tiene ni idea de lo que soy capaz. Me pregunto si algún día lo descubrirá... si se atreverá a ver más allá de la superficie, si podrá manejar la oscuridad que llevo dentro.
Cada vez que escucho su voz, ese tono que pretende ser profesional, pero que no puede ocultar del todo el desdén, algo dentro de mí se despierta. La quiero cerca... y eso es peligroso. Ella no sabe que ya la escogí mucho antes de que se convirtiera en mi secretaria. Cada detalle de su vida está trazado ante mí, estudiado, analizado. Desde sus gustos triviales hasta sus secretos más profundos. Y cuanto más la descubro, más la deseo.
Mi obsesión con ella no es algo que pueda controlar. La deseo de una manera que trasciende lo físico. Es su mente, su espíritu indomable, esa chispa que amenaza con encender algo en mí que he mantenido apagado durante años.
Cuando la vi entrar a mi oficina, supe que había cometido un error monumental al ponerla tan cerca. Pero ahora es demasiado tarde. Yusbely está atrapada en mi red, aunque aún no lo sepa.
—¿Señor Donovan? —su voz rompió mis pensamientos, tan firme, tan poco impresionada por lo que represento.
No me di vuelta al instante. Sabía que su mirada estaría sobre mi espalda, analizándome, probablemente juzgando que no soy más que otro imbécil con un ego inflado. Y tal vez tenga razón, pero la diferencia es que yo no juego según las reglas que ella espera.
Finalmente, giré sobre mis talones, encontrándome con su rostro una vez más. Esa mirada. Podía ver en sus ojos el reconocimiento. Sí, yo era el hombre con el que chocó al entrar al edificio. Y ahora era su jefe. Casi podía ver cómo procesaba la situación, cómo su mente trataba de entender lo que acababa de suceder. Era imposible que no me recordara, nuestras primeras palabras fueron lo suficientemente tensas como para no olvidarlas.
—Nos volvemos a ver —dije, con una sonrisa apenas perceptible, disfrutando de su desconcierto.
Sus ojos se entrecerraron ligeramente, y podía ver cómo trataba de mantener su compostura. Claro, para ella esto no tenía sentido. Nada tenía sentido. Pero el destino rara vez lo tiene.
—Pensé que... —empezó, con una expresión entre la confusión y la irritación.
—No necesito que pienses —la interrumpí suavemente, sin dejar de mirarla directamente a los ojos—. Ya has sido contratada, señorita. No necesitas más pruebas.
El aire entre nosotros estaba cargado de electricidad. Su incredulidad, su enfado disimulado... todo me atraía más de lo que debería. Y ahí estaba el problema. Ella era mi tentación, pero también mi ruina potencial. Porque cada vez que estoy cerca de ella, mi autocontrol se resquebraja.
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Twice Obsession
RomanceJake Donovan nació con todo: un apellido influyente, una fortuna interminable y una reputación impecable. Sin embargo, bajo su imagen de exitoso CEO de Donovan Enterprises, existía otra realidad. En las sombras, él era "The Shadow", un líder temido...