Juliette's POVLa casa de Penelope vibraba con una energía especial, una mezcla de alegría y emoción que se sentía en cada rincón. El sol entraba por las ventanas, iluminando el caos organizado que eran los preparativos de la boda. Entre risas, charlas y el zumbido de los secadores de pelo, todas las damas de honor nos preparábamos para el gran día.
—Julie, no entiendo cómo puedes estar tan tranquila —comentó Penelope, sentada frente al espejo mientras la maquilladora comenzaba a aplicar los primeros toques de base en su piel—. Estoy al borde del colapso.
Me acerqué a ella con una sonrisa mientras me sentaba para que la estilista comenzara a trabajar en mi cabello. —Es fácil, Penny —dije con tono tranquilizador—. Lo más importante es que hoy disfrutes. Todo lo demás lo manejamos nosotras.
—Además, ¿has visto cómo te están dejando? —dijo una de las damas de honor, señalando a Penelope con una sonrisa—. Pareces una princesa.
Todas nos reímos, relajándonos un poco mientras cada una recibía su turno con la maquilladora. Había algo especial en estos momentos, una especie de calma antes de la tormenta. Aunque "tormenta" no era la palabra adecuada; más bien, era la calma antes del momento más feliz de Penelope.
—Julie, ¿qué harás cuando Charles te vea con el vestido? —me preguntó una de las chicas, con tono divertido—. ¿No crees que va a llorar?
—Oh, por favor —dije riendo— ¡El que va a llorar es Théo, seguro! Charles probablemente hará algún comentario gracioso para relajarme. Ya lo conozco.
Poco a poco, todas comenzamos a ponernos nuestros vestidos de dama de honor. El mío era de un tono suave, un lila empolvado, elegante y sencillo, pero con un corte que me hacía sentir especial. Su color, delicado y romántico, resaltaba en la luz cálida de la habitación. El vestido era largo, de gasa fluida que se movía con ligereza a cada paso. Tenía tirantes finos que se cruzaban en la espalda, dejando una pequeña abertura en la parte inferior de la espalda que daba un toque de sofisticación sin ser demasiado revelador. Me llegaba hasta los pies, rozando suavemente el suelo, con una pequeña cola que se desplegaba con elegancia.El escote en forma de corazón no era demasiado pronunciado, lo justo para mantener la delicadeza del vestido, y los detalles en encaje en la parte superior le daban un aire romántico. Mientras me lo ajustaba en el espejo, no podía evitar pensar en Charles. ¿Qué diría cuando me viera caminando hacia el altar? ¿Me haría algún comentario pícaro o simplemente me sonreiría con esa mirada que siempre me deja sin palabras?
—Julie, te ves increíble —dijo una de las chicas, mientras ajustaba las finas correas de su propio vestido.
—Gracias —sonreí, acomodándome el cabello ya peinado en suaves ondas que caían sobre mis hombros.
Alrededor, las demás damas de honor también estaban terminando de arreglarse. Cada una de nosotras vestía el mismo color, pero con pequeños detalles personalizados en los cortes y ajustes que reflejaban nuestras personalidades. Nos veíamos como un grupo perfectamente armonizado.
De repente, una emoción palpable invadió la sala. Las risas disminuyeron y los murmullos se convirtieron en un silencio expectante. Penelope salía del vestidor. La puerta se abrió lentamente, y ahí estaba ella, en su vestido de novia.
El vestido de Penelope era simplemente deslumbrante. De un blanco puro, con una falda voluminosa de tul que se extendía como un sueño etéreo. La parte superior tenía delicados detalles bordados a mano, con pequeñas perlas incrustadas que brillaban a la luz. El escote de tipo barco dejaba ver sus clavículas de forma sutil y elegante, y las mangas largas, de encaje transparente, le daban un aire de princesa moderna.
ESTÁS LEYENDO
The Longest Race 2 • (Charles Leclerc)
FanfictionHabían pasado meses desde la última vez que Juliette y Charles se vieron en ese tumultuoso Gran Premio de Las Vegas. Los recuerdos de aquella pelea aún ardían en sus mentes, marcando el final de una relación que había sido intensa y apasionada, pero...