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La belleza de Ahyeon era tan admirable, que todos los que se acercaban a la heladería se quedaban fascinados por la bella chica que atiende a los clientes.

— Gracias, linda. —Le guiña un ojo, Ahyeon sonríe por cortesía. Está acostumbrada a ser el centro de atención de toda la heladería y eso es notable.

— Vaya, Ahyeon —Comenta Pharita— Traes loca a media clientela, ¿Por lo menos compran algo? —Pregunta. Ahyeon sonríe, es obvio que todos se acercan solo para hablar con ella.

— Sí... Algunos —Murmura desinteresada en oírla más, porqué habían tenido una discusión que las alejó un poco y precisamente por su orgullo y odiosidad. Había humillado a Rora delante de todos los clientes.

Ella puja mientras rueda los ojos, es un poquito maldadosa con las demás. Ahyeon la ignora, siempre es el centro de atención y lo sabe más que nadie en la heladeria. Entonces siguió atendiendo, sirviendo las copas de helado o cualquier batido que le pidieran. Pero fue sorprendida por Pharita que se acercó agitando su hombro mientras le señalaba al frente.

— Mirala, es ella, es ella. —Murmuró emocionada, Ahyeon levantó la mirada y vaya sorpresa se llevó.— ¿No es hermosa?

La señora Kim estaba acompañando a tres chicas que miraban hacia la heladería con curiosidad, parecía explicarles algo que tenga que ver con la heladería. Allí estaba aquella pelinegra que se había besado en la fiesta del anterior sábado, acompañada de otras dos amigas y la señora Kim. Poco a poco se fueron acercando, y pudo oírles mejor, Pharita brincaba de emoción.

— Tenemos varios horarios, puedes elegir si trabajar en las noches o en las tardes como la mayoría. —Comenta. Los ojos de Ahyeon se topan con las de la pelinegra del otro dia, habia jurado verla castaña pero la oscuridad de la discoteca de fallo.— Tus compañeras van a ser solo dos si deseas trabajar de noche, pero si decides trabajar de dia, seran tres.

Ahyeon discutía en sus adentros sobre que estaban conversando, mientras que Pharita tenía clarísimo que esas bellezas iban a trabajar con ellas. Dahyun miró a las chicas y sonrió de seguido.

— En caso tal de que decida trabajar en las tardes, ¿Quienes serán mis compañeras, señora Kim? —Comenta esa pelinegra que sonrojo a Ahyeon con solo oír su voz. Dahyun la mira y después mira a las dos heladeras que estaban presente. 

— Bien, tus compañeras en caso tal que elijas trabajar en las tardes serian, Pharita y Ahyeon. ¡Ah!, y Rora, que está enferma y no pudo asistir. —Le dice. Las pupilas de la pelinegra se deslizan por el cuerpo de Ahyeon que se aferra al delantal pastel. Su vientre se presiona a la tensión. 

— Entonces quiero trabajar en las tardes. —Sonrió, Ahyeon traga y su compañera del costado solo chilla de emoción.

— ¿Y ustedes, chicas? —Se dirige a las otras chicas que estaban acompañando a esa pelinegra que ahora sentencia a Ahyeon con la mirada.

— Solamente va a trabajar Ruka, yo ya tengo otro trabajo —Dice una de las dos chicas, Ahyeon se agacha a recoger la espátula que cayó al suelo en cuanto vio esa mirada que decía peligro.

— Bien, entonces tu Ruka.

— Trabajaré en la tarde también, señora Kim —Especula mirando a la rubia. 

— Muy bien, bienvenidas a Ice Cream, Ruka y Canny —Sonríe. Canny y Ruka también le sonríen, y la otra pelinegra simplemente levanta la comisura de su labio.

— Gracias, Dahyun —Dice Canny. Su voz es rebelde, malcriada como de niñas ricas que fueron criadas por el capricho. Casi, casi, igual a Ahyeon. Solo que Ahyeon es mucho más vanidosa y femenina que ella.

Cherry Lips Donde viven las historias. Descúbrelo ahora