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— ¡No me gusta! ¡No me atrae! ¡No la soporto! ¡La detesto! ¡La odio!

Ahyeon estaba chillando del fastidio en el regazo de su amiga enferma, que solo le acariciaba el cabello intentando entenderla. Ahyeon sorbió su nariz y se sentó de vuelta al lado de su amiga.

— Me las va a pagar, ese odiosa de mierda, ¡Me las va a pagar! —Masculló con odio, su amiga se ahogó y tosió demostrando lo enferma que estaba. Ese domingo había salido con otra amiga, y ahora estaba enferma de congestión nasal.

— ¿Y qué fue lo que te hizo? —Pregunta Rora con el ceño fruncido, Ahyeon se reincorpora y la mira.

— Me hizo quedar mal delante de Dahyun y los clientes que estaban presentes —Chillo— Es una maldita persona horrible, no sabes —Le dice. Su tono de voz es capricho puro.— Pero me las va a pagar, cree que seré su payasita y ella la dueña del circo, para nada.

— Deberías hablar con ella, Yeonnie —Opina Rora mirándola mientras pestañea, Ahyeon la mira con desaprobación.

— Canny o cómo se llame esa perra, no es nada más que una bestia maldadosa, con arrugas en la cara y veinte capas de maquillaje, porque no creo que sea belleza natural —Escupe cómo víbora.

— Suenas cómo una chica mimada y envidiosa, suenas cómo si fueras tú la perra —Le dice. Ahyeon bufa.

— Sabes qué —Masculla molesta— Voy a llorar —Cambia de rostro de un pestañeo, Rora frunce el ceño y la mima inmediatamente al sentir su cabeza caer en su regazo.

— No llores, Yeonnie —Consiente.

— Bueno —Se reincorpora sonriendo, Rora resopla. Su amiga es tan temperamental que se entretiene un rato.

Suspira, entonces la ve levantarse de la cama para caminar al espejo en frente de la cama y retocarse el cabello.

— No puedo creer que me haya besado con un ser tan asqueroso como esa chica —Refunfuñó mientras retocaba su cabello.

***

Al otro día, en la tarde, estando en su casa, se estaba echando sus polvos en las mejillas acompañando con un rubor.

— ¡Ahyeon!

Vaya, su mamá es muy molesta. Pero no, no es molesta, solo es una mujer conservada que prefiere ir a la iglesia en lugar de una celebración.

— ¿Que pasó, mamá? —Pregunta Ahyeon sin mirar por la puerta, solo eleva la voz. Pero su madre no responde.— ¿Mamá? —Frunce el ceño. Pero nada.— ¡Mamá!

Frustrada, se forza por salir de la habitación y verla en la cocina preparando algo. Resopla, ¿Por qué no podía decirle a la distancia?

— ¿Que pasó, mamá? —Repite, su madre la mira sonriente.

— Hice galletas, ¿Quieres probar? —Pregunta, Ahyeon suspira y se acerca. Están sacadas del horno y huele delicioso. Un olor que te hace querer comer sin poder parar.

— No, mamá —Responde mirando, ya con la baba en la comisura de su boca.— Estoy a dieta, no puedo aunque quiera —Dice alejándose para no tentarse.

— Cuál dieta, Ahyeon —Regaña— ¿Acaso quieres desaparecer?, estás muy delgada, cariño —Dice suavizando su voz.

— Déjame, mamá —Contradice— No quiero estar como la vecina, ¿Me quieres engordar?

— ¡Ahyeon!, ¿Que te he dicho sobre los prejuicios? —Regaña nuevamente, Ahyeon se ríe y camina a la habitación.

Entonces de su habitación sale Jennie, su hermana mayor. Tiene su cabello vuelto un caos y se está frotando el ojo izquierdo.

Cherry Lips Donde viven las historias. Descúbrelo ahora