Cap 15 (todo se complica)

293 42 11
                                    

Me desperté porque sentí besos en mi rostro, era Héctor despertándome con una sonrisa

—Que lindos buenos días —sonreí mientras le acariciaba el rostro

—Serán mejores cuando nos casemos

—Hector...sabes que tú y yo terminamos

—Entonces lo que pasó anoche, ¿para ti fue una aventura? —frunce el ceño

—Solo necesito pensar Héctor, sabes que siempre vas a ser tú

—Tal vez un día me voy a cansar de esperar...

—¿Hablas enserio? —no podía creer lo que estaba oyendo

—Isabella sabes que bromeó, siempre serás tú

Me levanté y me cambié rápido

—¿A dónde vas? —arquea una ceja

—Hoy tiene partido la selección ¿y tú qué vas hacer?

—Cerraré un negocio. Me encantaría que estuvieras ahí conmigo

—Puedo después del partido

—Le diré a Carlos que te recoja en el estadio y te lleve a las instalaciones

Asentí

Me incliné y le di un besos suave, de despedida tal vez.

Salgo de la mansión y tomo un taxi hacia el estadio, España juega contra Italia.

[...]

Después del partido salí rápido del estadio para evitar los periodistas, vi a carlos esperándome en la limosina, me subí y luego él comienza a conducir

—Carlos, ¿podrías llevarme a mi hotel? —agregué

—Héctor me dijo que te llevara a las instalaciones de inmediato

—Si pero necesito cambiarme

—Lo siento Isabella pero órdenes son órdenes

—Vale, entonces ya verás cuando le diga a Héctor que no me obedeces

El me mira por el espejo del auto

Suspira —esta bien

Usar el nombre de Héctor para asustar, es de mis pasatiempos favoritos.

Carlos me deja en el hotel y yo rápidamente entro a la habitación, tomo una ducha y al salir me pongo mi ropa

Carlos me deja en el hotel y yo rápidamente entro a la habitación, tomo una ducha y al salir me pongo mi ropa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me pongo un vestido con un divino bordado, y unas botas altas de diseñador. Me maquillo un poco y ya estaba lista.

Bajé por el ascensor y salí del hotel para luego subirme a la limosina. Carlos arrancó el auto mientras le cuento como estuvo el partido.

Al llegar, una secretaria me guía hasta la parte superior del edificio, es bastante alto la verdad, llegué a unas oficinas y ahí vi a Héctor con una mujer entre risas. La miré de arriba a bajo, su cabello rizado negro, unos ojos cafés oscuros y una linda sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 18 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Deseo tenerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora