Capítulo 29

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No nos dormimos hasta como la una de la mañana al final.

Me arrastro hacia mi cama en el suelo, bajo las cobijas, mientras veo a Becky subirse a su cama. Está otra vez con su camiseta sin mangas y shorts, y no puedo dejar de pensar en cómo se veía en el baño.

O en cómo me miraba.

El hecho es que puedo entender fácilmente que todo esto probablemente esté en mi cabeza.

No iba a besarme; solo pensé que lo iba a hacer. ¡Está saliendo con Ratree, por el amor de Dios! Le gustan los chicos. Le gusta él.

No tengo ninguna razón para pensar que le sería infiel; y, aunque lo fuera, ¿por qué lo haría conmigo?

No, soy Freen, la amiga que no es falsa.

No me malinterpretes: eso es algo fantástico de ser, pero también significa que no soy la persona a la que quiere besar.

Eso no significa que pueda dejar de pensar en cómo me hicieron sentir esos segundos.

No pasó nada. Y ella empieza a hablarme de manera normal porque esa es la verdad. Le pregunto sobre su padre, su hermana, su madrastra. Cuando llegamos al tema de la madre de Becky, pasamos de largo rápidamente. Capto el mensaje de inmediato: Christine Armstrong no es tema de conversación.

Cuando finalmente nos quedamos dormidas es porque ella se cansa y deja de hablar. Por un rato me quedo despierta escuchando el sonido de su respiración, y luego, finalmente, me doy la vuelta y consigo dormir un poco yo también.

A la mañana siguiente – ¡milagro de milagros! – me despierto a las ocho de la mañana. Es una experiencia nueva, una de las pocas que estoy viviendo este fin de semana.

Becky, por supuesto, sigue dormida. Está roncando suavemente y es adorable. Todo lo que hace es adorable. No sé qué tan profundamente duerme, así que intento no moverme y me limito a observarla. Después de una hora, me estoy empezando a poner rígida de estar aquí acostada, así que decido, con cautela, levantarme y vestirme.


Salgo de la habitación en silencio y entro al baño, donde me ducho y me cambio. Suspiro con tristeza mientras me pongo mi falda y blusa. Realmente me gustó usar la ropa de Becky. De alguna manera se sentía más libre. Como si pudiera ser más Freen y menos "la niña de mi abuelo".

Cuando regreso de puntillas a la habitación, ella sigue dormida, así que me retiro de nuevo en silencio. Ahora estoy atrapada en la casa de Becky y no sé qué hacer conmigo misma. Sin hacer ruido, bajo las escaleras y entro a la cocina.

Prae está sentada allí, tomando su café y leyendo el periódico. Debo haber hecho más ruido del que pensaba porque levanta la vista y me sonríe.

—Estás despierta temprano.

—En realidad, esto es algo tarde para mí —admito tímidamente, todavía parada en el umbral.

Ella se ríe entre dientes.

—Toma asiento. ¿Café?

Niego con la cabeza.

—Eh, ¿tienes té?

—Claro, te preparo uno.

Estoy dividida entre no querer que haga algo por mí y ofrecerme a hacerlo yo misma, lo cual implicaría familiarizarme con su cocina. También eso me parece incómodo.

Pero ya se ha levantado y está haciéndome el té, así que dejo que siga sin protestar.

Es un poco incómodo para mí estar aquí, sentada con mi taza de té en la mesa con Prae. Y luego hace algo inesperado: me ofrece una sección del periódico.

Precious Things - Freenbecky ☆𝆬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora