Desperté por un fuerte dolor sobre mi hombro, gemi antes aquel dolor intenso. Me incorporé un poco sobre la cama y al mirar hacia mi lado, me encuentro con la imagen que más deseaba ver. Sarah duerme como un bebé, su cabello esparcido por la almohada, su boca entreabierta y su respiración es tranquila. La observé unos segundos, mirando cada detalle de su rostro. Tiene un lunar sobre su mejilla derecha, no me había fijado en eso. Pero lo que más me sorprendió fue si labio rojo, tenía una herida sobre su labio. Arrugué mi ceño y me acerqué a un más, su pómulo estaba hinchado, morado y rojo. Apreté mis labios con rabia, la ira entraba por mis venas.Alguien la había golpeado, le habían hecho daño y conociéndola, no me lo iba a decir. Pero tengo una leve sospecha de mi hermano, él había cambiado la opinión sobre ella y se volvió más rebelde.
Sarah empezó a moverse y abrió sus ojos, esos ojos conectaron con los míos y su sonrisa, se dejó ver. Esa sonrisa me quitaba todas las penas, toda la rabia, me encantaba verla sonreír. Pero ahora mismo, viéndola con esas heridas y moratones, nada me hace bajar la ira.
—Buenos días. — me saludó levantándose. —¿Te duele? El médico le dio unas para el dolor.
—Si, me duele y me las tomaré. — ella se levantó de la cama y seguí cada uno de sus movimientos. —Pero me lo tomaré más tarde.
—No, ahora y traeré tú desayuno. — respondió. —Has estado muy mal y buen desayuno te sentará muy bien. — quise sonreír, pero no podía.
—Haremos algo mejor. — ella me miró. —Empezando por ese moratón y esa herida. — ella tragó saliva. —¿Cuando ocurrió?
—Vlad, ahora lo que importa es que tú te recuperes. — negué.
—Sarah, dímelo o lo averiguo por mi mismo. — exclamé. —No estás sola, así que dime. ¿Tú corazón fue afectado?
—No... No, mi... Mi corazón estuvo bien. — me está mintiendo, lo sé.
—Enseñame tu pecho. — ella se alejó. —Sarah, enséñamelo.
Ella camino hacia a mí y subió su camiseta, observé sus pecho y juro que mi polla empezó a palpitar. Pero tenía que contrarme, pensar con la cabeza y no con la polla.
Observé su pecho y tenía unos pequeños raspones rosados, mi mano fue hacia el pecho y sentir el latido de su corazón.
—¿Pudiste respirar? ¿Alguien te ayudó? — pregunté.
—Lo hice yo, con los ejercicios que tú me enseñaste. — bajó su camiseta. —Admito que pase mucho miedo, miedo porque mi corazón casi no reaccionaba y tú no estabas para ayudarme. Pero me mentalice y recordé lo que me enseñaste, los ejercicios respiratorios que tenía que hacer. — asentí.
—Fue mi hermano, ¿Verdad? — se calló. —¡Se acabó! — me levanté de la cama sin importarme el dolor o la herida. —En esto sí que se pasó, lo advertí y no le hizo caso.
—Vlad, para un momento, por favor. — se puso frente a mi y la observé. —Estas herido, la herida es muy reciente y no puedes hacer movimientos bruscos, se te puede abrir la herida. — me acarició la mejilla. —Por favor, aguanta hasta estar bien y luego haces lo que quieras. — me suplicó con la mirada. —Por favor.
—¿Es que no ves lo que te ha hecho? Mira como te ha dejado la cara y el pecho, joder. — exclamé. —Lo peor de todo es tu corazón, él lo sabe. Sabe que tu corazón es delicado y no se puede llevar emociones Fuertes ni golpes. — asintió apoyando su rostro sobre mi pecho. —¿Te hizo algo más que eso? ¿Hay algo más que me quieras contar?
—No, no hay nada más. — iba a darle un voto de confianza, vamos a ver si es cierto o no.
Sarah me dio las pastillas y me las tomé, ella salió a por el desayuno y me dejó pensando y comiéndome la cabeza. Mi hermano se había pasado de la raya, mi hermano iba a conocerme como enemigo, tocar a Sarah era como tocarme a mí. Él lo sabía, se lo dije y quiso provocarme.
La puerta fue abierta y por ella entró María, claro está que con felicidad. Vino hacia a mí emocionada, para después darme un abrazo.
—Mi niño, que alegría que ya estés bien, estaba muy asustada. — se sentó a mi lado. —¿Te encuentras ya mejor?
—Si, ya estoy mejor, solo con dolores. — respondí. —Ahora quiero recuperarme del todo y salir de esta habitación, Sarah no me deja salir ni hacer esfuerzos. — ella sonrió.
—Se preocupa por ti. Si supieras cómo estuvo cuando llegaste herido, no se ha separado de ti. — sonreí. —Estuvo aquí todo el tiempo, cuidándote.
—Me lo imagino, así es su bondad.
—Ahora te subimos el desayuno y coges fuerzas, perdiste mucha sangre.
—Maria, ¿se sabe ya quién fue? — ella negó. —¿Mi hermano no ha investigado nada?
—Él ha estado saliendo y entrando, tendrías que hablar con él. — asentí.
Sarah entró a la habitación, con una bandeja. Menos mal que María dejó la puerta abierta. Ella entró y me dejó la bandeja en la cama, me sirvió azúcar en el café y lo movió.
—Mira, te he puesto frutas, zumo y café. — dijo ella. —Te lo tienes que tomar todo.
—Si, aunque tengo hambre. — ella asintió.
—Bueno, chicos. Os dejo solos, tengo hacer cosas. — María se fue y nos dejó solos.
Sarah fue dándome la fruta en la boca, me daba de comer como si fuese un niño pequeño. Me sentía un inútil, un tonto por sentirme así.
—Sarah, me gustaría comer yo solo. Me siento inútil, nena. — ella negó.
—No lo eres, solo quiero cuidarte, Vlad. — me acarició la mejilla. —Dejame consentirte, por favor.
—Pero de esta habitación, no sale, queda entre tú y yo. — ella se carcajeó y asintió.
La verdad que Sarah tiene un corazón de oro, ella me cuida. No entiendes porque lo hace, pero me gusta, me gusta que ya no me tenga miedo. Me dejaba cuidar por ella, me dejaba hacer lo que sea por ella. Me había hecho una mezcla de frutas, me las daba todas y no le dejaba solo ni un minuto.
Pero cuando me levante de aquí, tengo que investigar quien fue me disparó. También hablar con mi hermano y está vez no seré pacífico con él.
Sarah Brown, es intocable y menos estando conmigo.**********
Hola, nena. Aquí tenéis otro capítulo de Vladimir y Sarah, Espero que os guste.
Decidme que pensáis de este capítulo, os leo.
Besos desde España, nos leemos pronto.
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LA BRATVA "THE KING" 1° (saga bratva) 🔞
RomanceViajar a Rusia, fue la peor decisión que tomó Sarah Brown. Acabó en las garras de un Boss de la mafia rusa, un hombre lleno de venganza y odio. Un hombre que frío y cruel, con deseo de vengar a su esposa. Sarah fue diagnosticada con problemas de co...