Fourteen

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¡Dios mío! Aún no asimilo lo que acaba de ocurrir en el despacho. Vlad estuvo encima de mi, besándome e intentando que algo ocurriese, yo estaba dispuesta, si, pero no podía. No tengo experiencia con los hombres, no hice nada con ellos. Vlad es mi primer beso, mi primer hombre. Siempre pasé de los hombres, me centré mucho en mis estudios y en mi enfermedad. Además, ¿que hombres estaría con una mujer que está condenada a muerte? Vlad es el único que se acerca, que me besa y me atrae, si, ese hombre me atrae. Me gusta mucho como es, si personalidad, si mirada fría. Me sonríe, a su manera, pero lo hace. Ya no me encierra como antes, ya me grita o me trata mal. No sé lo que le hizo cambiar, pero sinceramente, prefiero a este Vladimir que al otro que conocí cuando llegué.

Por inercia, mordí mi labio recordando sus labios con los míos. Me gusta que me bese, que gusta tener su mirada en la mía, me gusta tenerle cerca mía y respirar su perfume.

Me mantuve en el salón, leyendo, pero mi cabeza no estaba en el libro... Si no en él.
No sabía que se había ido otra vez, esperaba que no, me gustaba tenerle en casa y poder charlar con él. Aunque aveces me daban ganas de matarlo, pero me encantaba tenerle cerca.

Escuché unos pasos y miré, me encontré con el hermano de Vladimir. Sinceramente, no me fio de él. Su mirada me observa con odio y rencor. Caminó hasta a mí, con seriedad e intimidad.

—¿Qué haces fuera de tu habitación? — preguntó metiéndose las manos al bolsillo de los pantalones. —¿Te has escapado?

—No, no me escape. — respondí y tragué saliva. —Tu hermano me ha dejado salir.

—Vaya, que detalle por su parte. — pude notar la burla en su comentario. —Pero es hora de que te vuelvas a encerrar... ¡Ahora! — ordenó.

Me levanté y dejé el libro en la mesita, fui hacia las escaleras y me encontré con Vlad bajando. Nos observamos y él entrecerró sus ojos.

—¿Dónde vas? ¿Te encontras mal? — negué. —¿Entonces?

—Bueno, tu hermano me ha ordenado que fuese a la habitación. — se rio y negó.

Me cogió de la mano y me llevó con él hasta el salón, donde su hermano estaba. Su hermano nos observó y miró nuestras manos entrelazadas y sonrió.

—Escúchame, Andrei, escúchame bien. — Vlad me observó con seriedad. —Eres mi hermano, vives aquí  también. Pero en ella mando yo, ¿Sabes lo qué quiero decir? — Andrei no dijo nada, se mantuvo callado. —Que yo di la orden para que Sarah saliera de la habitación, tiene mi permiso para ir a cualquier parte de la casa.

—Vaya, ¿Ya no quieres torturarla? — me miró con una sonrisa maléfica. —¿Aún crees lo que dijo María?

—No, no lo hago por eso. — respondió. —Lo hago porque yo quiero hacerlo. — yo no sabía de que hablaban, ¿Que les dijo María? —Sobre Sarah mando yo, yo la ordeno y yo, decido que hacer con ella. ¿Te quedó claro?

—Coml el agua. — se tomó de un solo trago el whisky. —Me voy a la ducha, hermano.

Se fue, me dejó junto a Vlad en el salón. Vlad me observó y me sonrió.

—Gracias. — él arrugó su ceño.

—No, no lo hagas. Solo te di el derecho que yo te di en esta casa. — me acarició la mejilla. —No te preocupes por mí hermano, ya sabe que no puede ordenarte nada sin mi permiso. — me besó la frente. —Tengo que salir, luego te veo. Cualquier cosa, le dices a María que me llame.

—De acuerdo, ten cuidado. — salió de la casa.

Vlad dio la cara por mi, aunque tengo miedo de su hermano pequeño, algo me dice que no es de fiar. Perdió a su cuñada, lo sé, pero me mira con mucho odio. Me mira como siquiera matarme y enterrarme, pero sabe que Vlad es el que manda y que no puede hacerme daño.
Cuando Vlad daba una orden, todos acataban. Pero a su hermano parecía no importarle, le retaba con la mirada. No sé, algo de él, me hacía desconfiar. Sin Vlad, no me fío estar fuera de la habitación, aquí estaba indefensa y me daba miedo.
Cuando estaba por irme, ese hombre apareció frente a mi, se me acercó y yo retrocedí.

—Ya que mi hermano quiere que estés fuera de la habitación, haz algo de casa, recoge mi habitación. Serás mi empleada personal, te ocuparas de mis cosas. — le miré sin mover un solo músculo. —Si le dices algo a mi hermano, haré que... Pum, pum, tu corazón dejé de latir. — me congeló la sangre, cuando escuché su amenaza y le creía, sabía que era capaz de hacerlo... Le veía muy seguro. —¿Te ha quedado claro? — solo asentí. —Entonces, ve a recogerlo, el baño está hecho un desastre.

Subí las escaleras y dejé mis lágrimas caer. Ese hombre era cruel, no tenía corazón y era capaz de cualquier cosa. Sé que es capaz de hacerme daño, le vi muy seguro y eso, me daba miedo. Cuando Vlad no estuviese en casa, él se aprovecharía de mi.
Llegué a la habitación y vi todo desordenado, pienso que lo ha hecho a posta... Todo estaba patas arriba. No sabía si decirme a Vlad, me da miedo que su hermano, me hiciera daño. María estaba ocupada, tenía muchas cosas que ordenar y hacer y por eso, nadie sabía lo que ese hombre quería de mi.

Empecé a recogerle todo y dejándolo en su sitio, deseaba que alguien me salvará. No sé cuántas horas pasaron, pero la habitación la tenía recogida y ordenada, su clóset con su ropa colgada y doblada. El baño, lo tenía bien ordenado, cada cosa en su sitio.
Me sentía agotada, tenía mucha sed y deseaba descansar.
Cuando iba a salir, Andrei entró a la habitación. Pare en seco al verle, no o me movía, solo observaba todos sus movimientos.

Caminó hasta a mí, retrocedí hasta chocar con la pared, tragué saliva, con el miedo pegado a mi cuerpo. Sentí sus manos por mi brazo, acariciándolo. Cerré los ojos, déjanos caer mis lágrimas. Su lengua paso por mi cuello y me estremecí de asco, quise irme y me agarró bruscamente.

—Me tienes muy cachondo, deseo follarte y hacerte mía. — quiso meterme la mano por debajo de mi pantalón. —No te cortes, déjate llevar.

—Por favor, no... — supliqué. —Deja en que me vaya .


—Vamos, se que tú también quieres. — intentaba aprovecharse de mi, pero no lo dejé.

Le di un rodillazo en los huevos y le empujé, cayó al suelo y aproveché para salir corriendo. Fui a mi habitación y me encerré con llaves.
Me dejé caer suelo, sollozando. Quiso violarme, quiso hacerme daño. ¡Dios mío! Ayúdame, que no me haga daño, que de aleje de mi.

Vlad regresa pronto, por favor.

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Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Vladimir y Sarah, Espero que os guste.

Decidme, que pensáis de este capítulo, os leo

Besos desde España, nos leemos pronto.

LA BRATVA "THE KING" 1° (saga bratva) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora