• Mundo ninja. • Obito&Kakashi jounin del equipo 7. • Noviazgo en secreto.
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- ¡Kakashi sensei, Sasuke me volvió a pegar! -
El albino suspiro profundamente, regulando un regaño ruidoso que amenazaba en salir hacia el dúo incompatible.
El niño rubio hace un puchero mientras jala el chaleco del jounin.
- ¡¿Por qué tanto escándalo, no saben lo que es comer en silencio?! -
Gritó irritado un azabache con piel morena, oculta la mitad de su rostro dejando visible donde está su cicatriz tras la misión que daría el fin de la tercera gran guerra ninja.
Kakashi ríe ligeramente, Obito seguía con aquel lado infantil que tenía desde niño.
- ¡Pues parece que usted tampoco, Obito sensei! - Dijo Naruto, mientras fruncía el ceño con valentía y rebeldía hacia Obito.
- Mocoso... ¡Agradece que seas un niño aún, cuando crezcas no te salvarás de mis palizas! -
- Dirá caricias, Obito sensei -
Kakashi suelta una carcajada, recibiendo una mirada enojona por parte de su pareja y una mirada satisfactoria de su alumno.
Obito se lanza contra el estómago de Naruto, generando una guerra de cosquillas. Sasuke y Sakura veían divertida la situación, ¿Cómo un adulto podía caer en el juego de un niño?
Pues sí se trataba de Obito Uchiha tendría mucho sentido.
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Kakashi sentía las firmes manos de su novio en su cintura, una corriente eléctrica recorre todo centímetro de su cuerpo y sus sentidos se agudizan.
- Obito, nuestros alumnos pueden vernos -
El azabache suelta un bufido de frustración.
- ¡Cielo, necesito tus besos y abrazos! - Realiza un puchero - ¡Ya no puedo soportar estar sin ellos, tan solo un besito, por favor!
Kakashi suspira, niega con la cabeza y como respuesta los chillidos de su pareja se intensifican.
Una leve punzada en su ceja se forma, sintiendo un poco de irritación ante los quejidos de Obito.
- Ya Obito, los niños podrán escucharte y pensarán que te estoy maltratando -
- ¡Qué sepan cómo me abandonas y me dejas a mí suerte! - Toma una pose dramática, tirándose sobre sus rodillas al suelo y alzando sus brazos con exageración.
- Apenas han pasado unos 10 minutos desde nuestro beso más reciente -
Obito lo observa con una expresión indignada y ofendida.
- Es toda una eternidad, tan solo un piquito, será rápido. ¡Por favor! - Obito junta sus manos en forma de súplica mientras agacha su cabeza.
Kakashi rueda los ojos, sintiendo un poco de irritación ante la insistencia de su pareja.
El albino suspira, rindiéndose ante los agudos chillidos que hacía el azabache "adulto", baja lentamente su máscara con la punta de sus dedos y acerca su rostro al de su pareja.
- ¡Obito sens-! -
El trío de niños que llegaban emocionados observan incrédulos la situación, no pronuncian palabras alguna, ni un mínimo sonido.
Kakashi cubre su rostro fugazmente, pierde el equilibrio y cae encima de Obito. De manera ágil Obito sujeta por la cintura a Kakashi, regulando el equilibrio de ambos y evitando lastimarse.
Los adultos observan avergonzados a sus alumnos, los cuales tenían los ojos desorbitados y seguían inmóviles.
Será un fastidio explicarles a sus alumnos, siendo niños, lo que acababan de ver.
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Kakashi desabrocha su chaleco con desesperación, el clima de verano lo estaba torturando ferozmente.
Obito estaba acostado en el pasto frondoso, a la par estaban sus estudiantes. Todos los presentes estaban exhaustos por el regreso de una larga misión.
Obito busca la mano de Naruto y fingen agonizar lentamente bajo el sol.
- Naruto... Sé que no fui el mejor maestro, estamos a punto de morir y te quiero decir que te perdono por decirle a Kakashi que yo fui quién se comió la mayoría de las provisiones. Aunque... - Obito toma una bocanada de aire - ¡Tú devoraste los tomates de Sasuke y los dangos de Sakura! -
Con eso dicho, el azabache inclina su cabeza hacía un costado e interpreta su muerte. Naruto chilla de dolor e ira, mientras es perseguido por Sasuke y Sakura al revelarse aquella información.
Kakashi niega con la cabeza mientras esboza una sonrisa, saca de su mochila una botella de agua y la pasa cerca de su pareja.
Obito se incorpora ferozmente, toma la botella y toma el contenido de esta en un trago fugaz. Se repartió el agua en consumirlo y en mojar su cabello y rostro.
El albino siente como unas gotas de sudor pasan por su frente pero ríe suavemente por las acciones tan infantiles de su pareja.
Así era Obito Uchiha, un ninja talentoso y hábil. A pesar de todos los obstáculos, sigue perseverando junto con sus seres queridos. Era maravilloso pensar y ver aquello en él, algo que en esa realidad se cumpliría.
