╰┈➤

98 7 0
                                    

Advertencia

• Contenido sangriento.
• AU Actualidad.
• Sadismo.

[...]

Un aburrido pelinegro caminaba por los pasillos de aquel prestigioso hospital, su rutina siempre se repetía: Ponerse su típico traje quirúrgico, usar sus implementos y salvar la vida de un desconocido.

Al principio, Obito amaba recibir el agradecimiento de la gente que lograba salvarle la vida. Llevaba un gran número de casos donde sus cirugías eran exitosas y sin algún daño colateral en el paciente.

En los primeros casos donde él no lograba salvar la vida de aquel paciente, se sumergía en el mar de impotencia y culpabilidad. Pero pudo sobrellevar aquellas situaciones, a un punto del cuál no quiso llegar.

Obito admiraba el hecho de como el cuerpo de un ser humano reaccionaba ante la proximidad de la muerte que le arrebataría su último pulso cardíaco. El pelinegro se sorprendía y se emocionaba al notar como el paciente entraba en un momento de emergencia en medio de una cirugía, era embellecedor.

Aún así, Obito reconocía su papel como médico cirujano y lo que conlleva tras su juramentación de Hipócrates. El pelinegro poco a poco perdía aquel oficio por salvar la mayor cantidad de vidas, ahora, las veía como un medio de estudio del cuerpo humano bajo las condiciones cerca de la muerte y post mortem.

Aquello fue notado por sus compañeros de trabajo que hablaban seguidamente con él, tratando de revivir aquella llama de vocación, incluso lo vigilaban continuamente, algo de enfureció a Obito. El pelinegro gruñía al sentir la mirada de otro de sus amigos siguiéndolo de cerca y buscando algún mínimo detalle para poder acusarlo.

Hasta aquel momento, Obito priorizó un poco más salvar las vidas. Aunque todo ello cambiaría drásticamente, su mente dió vueltas y su razón perdía el control, el corazón es un arma de doble filo.

 Aunque todo ello cambiaría drásticamente, su mente dió vueltas y su razón perdía el control, el corazón es un arma de doble filo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Un chico albino llegó a aquel prestigioso hospital, encargado de la zona forense. Kakashi Hatake; médico forense, graduado con honores de una universidad prestigiosa. Rápidamente llamó la atención de Obito, el cuál quedó embobado por la determinación y vocación de Kakashi en su oficio.

A palabras de Obito:

"Kakashi Hatake jamás titubea en su corte craneal y dorsal mientras sujeta el bisturí. Ni hace alguna expresión de lástima o asco al inspeccionar el cadáver."

Con solo aquello, Obito Uchiha quedó totalmente perdido en Kakashi Hatake.

...

𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 - ᴏʙɪᴋᴀᴋᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora