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Advertencia

• Contenido sexual.

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- Buen trabajo para todos, ya pueden retirarse - Habla Kakashi con una suave sonrisa.

Los ninjas alrededor suyo suspiraron aliviados mientras estiraban sus brazos y espalda, fue una labor exhausta.

No era fácil llevar el mando como Hokage de la aldea, ni era fácil trabajar para el Hokage.

Kakashi observa por el ventanal de la oficina, la noche oscura era iluminada por la luna y estrellas dispersas en el cielo. Traga saliva mientras deduce que eran alrededor de las dos de la madrugada.

- Señor Hokage, podemos... - Habla con timidez uno de los tantos ninjas en la oficina.

Kakashi observa con atención y serenidad al ninja,suaviza su mirada a una exhausta y asiente con la cabeza. Los ninjas en aquella habitación salen a un paso lento y tanteado por el sueño.

Pronto el peligris noto que la mayoría de ninjas dejaba las instalaciones del edificio al sentir lejos el chakra de cada uno de sus compañeros de trabajo.

Se recuesta contra su asiento mientras su pecho se infla, sus piernas se relajan al botar todo el aire acumulado en sus plumones; anhelaba ir a su hogar pero debía ordenar los documentos dispersos en su escritorio.

Con desgano se levanta ligeramente de su silla, alejándola con la planta de su pie para inclinarse ligeramente contra el escritorio. Mueve sus largos dedos alrededor de los documentos, era muy perfeccionista con la armoniosidad de las cosas.

El viento frío roza su columna vertebral, propiciando escalofríos que hacen tiritar su cuerpo. El sonido de un aliento desde el ventanal lo pone alerta y rápidamente saca un kunai, voltea su mirada para encarar a aquel que esté ahí.

- Soy yo, Bakashi -

Kakashi suspira con alivio y baja su kunai, observa al Anbu con cabellos blancos que eran movidos suavemente por la brisa nocturna, su rostro oculto por la máscara de lobo y el típico uniforme de la organización que lo protegía.

En la espalda de aquel hombre traía una espada dentro de su vaina, los músculos de aquel cuerpo se tensan al sentir la mirada atenta del peligris. El anillo con aquella gema rojiza en la mano de ambos resplandece en la oscuridad de la habitación, sus miradas se suavizan al ver al otro.

- ¿Qué tal te fue en tu misión? - Rompe el silencio Kakashi, su tono de voz muestra serenidad mientras retoma su atención a los documentos de su escritorio.

Obito entra a la habitación, estira sus brazos y siente sus músculos relajándose tras un agitado día. En brevedad de segundos se retira aquella máscara para mostrar su rostro, a mitad de éste se encontraba la cicatriz que lo caracterizaba durante y después de la guerra.

Desde que lograron derrotar a Kaguya con éxito, Obito tuvo un conflicto interno al no saber qué hacer con su vida. Pronto tomó como solución su redención y pagar sus errores, le tomó mucho tiempo merecer y recibir el perdón de la mayoría de la población, aunque eso no significa que todos lo perdonen por la etapa de su vida donde fue un mercenario sanguinario y genocida.

𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 - ᴏʙɪᴋᴀᴋᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora