𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 - ᴏʙɪᴋᴀᴋᴀ

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Advertencia

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El aroma del alcohol llenaba las fosas nasales de todos los presentes, aquella lujosa discoteca se llenaba de risas por los compañeros quienes celebraban el reencuentro de toda una promoción.

Dentro de la inmensa discoteca donde se daba la fiesta, todos los adultos charlaban alegremente mientras se ponían al día en la vida del otro. Entre todos los presentes, destacaba un pelinegro con figura fornida; Obito Uchiha, un empresario millonario gracias a todos sus logros profesionales y a su buffet de abogados.

El pelinegro usaba un traje negro que se ajustaba a la perfección a sus músculos trabajados, sostenía una copa de vino con una mano donde resaltaba un reloj lujoso en su muñeca, adornando su piel morena.

Obito charlaba tranquilamente con su mejor amiga, Rin Nohara; una hermosa mujer,  psicóloga con honores y de gran importancia en su campo laboral.

Obito suspiraba con un leve cansancio, últimamente el trabajo lo estaba matando y deseaba tener un momento de libertad o de ocio. La castaña le daba palabras de consuelo y motivación, tratando de que su mejor amigo olvide el dolor de espalda y cabeza para que disfrute de la fiesta con el reencuentro de todos sus compañeros de la universidad.

El pelinegro tan solo sonreía ante la preocupación de su amiga, sus ojos pasaban por los rostros de todos los presentes y reconoció a sus viejos amigos. Aunque algo andaba fuera de lugar, no veía en ningún lado a su amada pareja y eso lo preocupaba ligeramente.

Obito observaba detenidamente la sala, encontrando finalmente a quién buscaba charlando divertidamente con su mejor amigo desde su niñez. Una ligera punzada y gruñido surgió contra su garganta,   tensa su mandíbula y frunce el ceño.

Rin nota aquello y le da ligeras palmadas a su amigo.

— Obito, es tan solo Guy —

Obito regresa su mirada a su compañera, con una ligera pizca de enojo e irritación. Suspira con frustración y soba el puente de su nariz mientras arruga su ceño.

— Ugh... Lo sé, tan solo... —

La castaña no pudo evitar una ligera risa burlona, al notar que su risa fue escuchada con cierto enojo por el pelinegro cubre su boca con sus manos mientras lo observa tranquilamente.

— Tranquilo, Kakashi tiene únicamente sus ojos puestos en ti. Después de todo, han tenido una boda extraordinaria y viven juntos felizmente — Dijo Rin con una voz segura y alegre. Obito le sonríe suavemente y se soba su nuca con un poco de vergüenza.

Al poco tiempo, Obito escucha unos pasos conocidos acercándose a él: Su amado esposo, Kakashi Hatake.

Kakashi Hatake es un cocinero muy exitoso a nivel global, sus platillos presentan sabores exquisitos y únicos que ningún intento de replica se ha acercado a aquel paraíso.

El pelinegro sonríe dulcemente al sentir como su pareja lo sujetaba por su antebrazo y pegaba su cuerpo contra el suyo.

— Hola Rin, hace mucho tiempo que no te veo — Saludo tranquilamente el albino a la castaña, la cuál le devolvió el saludo con una sonrisa alegre.

Obito salió de la realidad y se sumergió en sus profundos pensamientos, observaba únicamente a su esposo. Apreciaba y se grababa en su memoria las facciones angelicales y seductoras de su pareja; ver como cada centímetro de tela se pegaba al torso, glúteos y piernas de él era observar una escena indirectamente seductora, su cuerpo trabajado era encantador; su cabello sedoso y suave que cubría parte de su rostro, además de una máscara negra que escondía la mitad de su hermoso rostro.