°•✦𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝑫𝒆 𝑹𝒐𝒔𝒂𝒔✦•° 《𝕄𝕚𝕟𝕓𝕚𝕟》

°•✦III✦•°

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Changbin estaba feliz, el Alfa no había querido venderlo ni usarlo, eso era un gran avance con respecto a otros alfas que conoció.

Era muy guapo también. Changbin se seguía mintiendo a sí mismo y a su amigo Felix, diciendo que se cayó de la silla por el susto de ver a un desconocido.

Pero no chico, las piernas se le doblaron en el mismo instante en que vio a ese hombre cruzado de brazos mirándolo y con una ceja levantada.

Bueno Dios, gracias por darle sentido común y no dejar que babeara.

Lee Minho no era físicamente como la mayoría de los alfas, no era muy alto ni tenía músculos de globo. Pero Changbin podía sentir su fuerza y dominación en el aire cuando estaba con él en la misma habitación.

- Changbin, ven acá - Felix lo llamó a la cocina donde habían tres personas más.

Una mujer, un hombre y un niño.

- Te presento a la señora Kim, él es su sobrino Taehyung - Ellos saludaron - Y el señor Park que es nuestro cocinero porque en esta casa nadie puede hacer un huevo frito ni para salvar su vida -.

- Mucho gusto conocerlos ¿Qué edad tienes Taehyung-Ssi? - Le habló al pequeño.

- Seis años - El niño mostró seis dedos a la par que hablaba.

- Vaya, eres muy grande -.

- Un omega, en mi vida jamás creí conocer a uno - La señora Kim tomó su mano - Eres una hermosa bendición Changbin, en esta casa agradecemos tu presencia -.

- Eso es cierto, cualquier cosa que desees comer puedes pedirla - El Señor Park habló sonriente también.

¿Por qué estarían todos tan felices de verle? No es que no le agrade, pero era muy extraño que en una casa con poca gente agradecieran su presencia.

- ¿Por qu...- Iba a preguntar, pero escuchó un ruido fuere.

- ¡JISUNG! - La voz del alfa resonó - ¡Ven acá ahora mismo! -.

- Ven, veamos si podemos rescatar a mi amorcito - Felix lo llevó de la mano y llegaron justo para ver como Minho reprendió a su hermano.

- ¡Te dije que enviaras esto ayer! ¡Debo llegar y hacer todo yo maldita sea! - Minho gritaba como loco.

- ¡Estaba cerrado! ¿Qué parte de estaba cerrado no entendiste? - Jisung se defendía.

- En ese caso puedes encargarselo a la señora Park - Minho se oía molesto y estaba a punto de patear un revistero, pero Changbin decidió aparecer en la sala.

Ambos voltearon a verlo y se sintió un poco intimidado por lo que retrocedió un paso, o dos, hasta quedar tras Felix.

- Lamento haberlos interrumpido - Dijo con voz apenada.

- No importa, escuchame Jisung, para la próxima si te pido que hagas algo, lo haces - Minho se pasó las manos por el cabello dejándolo muy desordenado.

Los dedos le picaban a Changbin por ir y acomodarlos.

- Lo lamento hermano, te juro que jamás había oído sobre la señora Park - Jisung abrió los brazos y Felix corrió a su encuentro - Lo haré la próxima vez -.

- Bien, te creo -.

Minho salió del lugar, seguramente iría a su despacho a estar solo o tal vez por una caminata.

¿Qué cosas hacía Lee Minho cuando estaba molesto? ¿Qué hacía cuando estaba alegre?

¿Por qué quería saber?

- De verdad eres una bendición - La señora Kim llegó sonriente - De haber estado aquí antes hubiéramos salvado cientos de floreros -.

- Creo que tendrás que quedarte por siempre - Felix le sonrió desde su cómodo lugar en los brazos de su pareja.

¿Por qué Minho actuaba así? Parecía que era muy propenso a estresarse, Changbin de repente sintió mucha curiosidad por el hombre.

Dicen que la curiosidad mató al gato, pero gracias al cielo, Changbin era un lobo, por lo que fisgonear un poquito y tratar de hacer terapia con el alfa sonaba tentador.

- Señor Park ¿Podría tener dos tazas de té? - El señor lo miró confuso y fue a prepararlo sin preguntar - No, espere, mejor lo haré yo mismo -.

Pará cuándo estuvo listo salió con las tazas en una bandeja de lata.

- ¿Eres un gran bebedor de té? - Jisung le preguntó en el camino.

- Lo soy, pero la otra taza es para el alfa - Sonrió cuando vio las caras descolocadas de todos ahí.

Subió las escaleras y caminó hasta el despacho del alfa, tocó y se le permitió entrar.

- ¿Te puedo ayudar? - Parecía que aún tenía el pelo desordenado.

- Traje té - Changbin avanzó hasta poner las tazas sobre la mesa.

- No pedí - El hombre lo miró con dudas.

- Lo sé, lo he hecho por gusto - Changbin puso una taza frente al alfa y dejó una frente a él - Recuerdo que una taza de té siempre me calmaba cuando sentía que no podía más -.

Minho pareció interesado en sus palabras porque acercó la taza a sus labios y bebió.

- Muchas veces tenía que cuidar de cinco bebés al mismo tiempo, confundía sus ropas, les daba la leche fría, incluso olvidaba sus nombres -.

- Es raro que tuvieras bebés llorando siendo un omega - Minho puso más azúcar en su té.

Con que era amante del dulce, era bueno saberlo.

- Soy un omega, pero esos cachorros extrañaban a sus madres y mi presencia no servía de nada. Eso me hacía llorar - Changbin recordó todas esas situaciones a lo largo de los años - Seguía cometiendo errores, me molestaba tanto, que las lágrimas simplemente salían. Lo peor es que mi enojo no era culpa de nadie más que mía -.

Minho miró el suelo, Changbin sabía que dio en el blanco, pero no iba a presionar en él.

No cuando había avanzado un poquito.

- Bueno, lamento si hablo demasiado - Changbin sonrió recogiendo la mesa, pues ambos habían acabado - Después de años pasando tiempo con niños que apenas tienen dientes es bueno conversar -.

Minho asintió y le dio pase de marcharse, pero antes que terminara de salir, le habló por última vez.

- Fue una buena charla, gracias por el té - Minho se rascó la nuca con nerviosismo - Podría querer otro mañana -.

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