°•✦𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝑫𝒆 𝑹𝒐𝒔𝒂𝒔✦•° 《𝕄𝕚𝕟𝕓𝕚𝕟》

°•✦IX✦•°

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Tardaron más de lo que hubiera querido en encontrar la pista de su compañero.

Sus rastreadores hicieron todo lo posible, lo sabe, eso no impidió que les gritara.

Sabe bien que sus miembros de la manada usaron todos sus contactos, pero eso no evitó que les lanzara cosas.

Su hermano lo apoyó en todo lo posible, claro que sabe eso, pero no evitó que le cerrara la puerta en la cara.

Pero a quien más odiaba, por lejos, era a él mismo.

Era un pésimo alfa y un horrible compañero.

Siguiendo el aroma a omega de Changbin, alguna prenda suya e investigando con las cámaras de seguridad que habían en los caminos y carreteras pudieron seguir la pista a un auto sospechoso. Hicieron sus mismas paradas y preguntaron por dos cambiaformas tigres en las bencineras y tiendas, por supuesto estando aún en el territorio de Minho, todos ellos cooperaron.

Cuando finalmente encontraron la ubicación de los cambiaformas felinos, llegaron con todo lo que pudieron, Minho quería romper todo, pero su prioridad era Changbin, por lo que dejó la pelea a su hermano y Woojin, un luchador en la manada.

Los tipos eran unos idiotas, no sabían lo que hacían, fue sencillo entrar. Bien sabido era la poca capacidad que tienen los tigres para estas cosas.

Su olfato lo guió, corrió escaleras abajo hasta un pasillo con una puerta en el fondo la cual pateó y rompió en sólo un intento.

- ¡CHANGBIN! - Se encontró de frente con un muchacho.

Su ropa estaba en malas condiciones y él se notaba algo delgado, pequeño también, abrazaba algo como una mochila a su pecho y tenía el rostro lleno de lágrimas.

El chico lo miró con asombro, lo examinó bien y corrió a él.

- ¡¿Eres Lee Minho?! - Preguntó al correr, pero cayó al suelo de lo mal que estaba su cuerpo.

Justamente en ese momento, Jisung llegó a socorrerlo.

- Soy yo ¿Por qué? ¿Conoces a Changbin? -.

El chico lloró mientras asentía, apuntó una jaula.

- Ayúdalo por favor, creo que eres el único que lo puede salvar ¡Traté de todo, pero no reacciona! - Minho corrió y vio a su precioso botón de rosa enjaulado, con sangre en su ropa y totalmente inconsciente.

Minho agarró uno de los barrotes y tiró hacia atrás sacando la puerta de la celda.

- Vaya...- El otro chico habló atrás - Él dijo que harías exactamente eso -.

Pero Minho no tenía tiempo.

- ¿Changbin? Changbin, despierta, por favor, por favor, mi amor, necesito que abras tus ojos - Minho notó que respiraba, tenía pulso y que la sangre estaba seca.

- Lo senté porque quise levantarlo, pero él ya no tenía fuerzas - El chico, Jeongin dijo que se llamaba, explicó.

Minho tomó a Changbin entre sus brazos y lo cargó hasta afuera.

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