✦𝑨𝒄𝒉𝒕𝒆.

40 13 4
                                    

POV Bill

Semanas tras semanas transcurrían muy lentamente, al menos eso sentía yo. Desde que Sami salió del hospital, me consagré a cuidarla. Aunque la mayoría del tiempo estaba sedada, así lo sugirió Nick, pues muchas de las personas que han pasado por esta situación tienden a quedar con un golpe emocional. Para evitar un poco el sufrimiento, la sedación era la mejor opción. Sin embargo, después tendría que ir disminuyendo su aplicación para que no dependiera de los sedantes.

Este día quería adelantar un poco de trabajo que había retrasado por esta situación. Era la ventaja de ser el editor en jefe, pero no quería sobrecargar a Nathalie, la segunda editora. Así que empecé con los manuscritos pequeños. Me concentré tanto en ello que ya a las cuatro de la tarde había terminado tres de ellos. Por el momento, haría un break para comer algo o para pedir la comida, porque sinceramente soy malo en la cocina.

Entré buscando el número de nuestro restaurante habitual y desbloqueé el teléfono. Había una cantidad de mensajes y dos llamadas de Tom. Entonces me acordé que lo había colocado en silencio. Me tomé el trabajo de leer cada mensaje y, de verdad, estaba preocupado por mí. Sonreí por lo tierno. Si fuera en otras circunstancias, creo que me daría una nueva oportunidad para reiniciar mi vida amorosa con él, pero no ahora. Solo estaba enfocado en Sami y lo que venía ahora para demostrar que Kenneth fue el agresor.

Marqué el número del restaurante y ordené comida para tres. Me dieron el código para pagar y así lo hice. Cuando finalmente terminé, una nueva llamada entró y era Tom. Me sentía como un puberty en pleno enamoramiento, pues comencé a sentirme nervioso, pero mis ganas de escuchar su voz ganaron y me hicieron tomar la llamada.

-Tom, ¿cómo estás?- fue lo primero que salió de mi boca con una voz temblorosa.

-Bill, te estuve llamando y no me respondiste. Estaba preocupado por ti. Y estoy bien, ahora estoy bien- dijo Tom.

-Sí, es que dejé mi teléfono en silencio, pero estoy bien, solucionando problemas- respondí.

-Yo también he estado un poco ocupado, pero de verdad quiero verte. ¿Crees que podrías venir hoy?- preguntó Tom.

-Hoy- dije mirando mi reloj, que indicaba que eran las cinco de la tarde. -No lo sé.

-Por favor, así sea solo cenar, no estás obligado a quedarte conmigo- insistió Tom. Su voz se sentía llena de necesidad.

Y a quien creía engañar, yo también quería verlo y hablar un poco con él. Claro, también pensaba en lo físico, porque mi cuerpo necesitaba algunas caricias, exactamente sus caricias.

-De acuerdo, ¿dónde nos vemos?- pregunté.

-¿Te parece aquí mismo en mi casa, en el Hotel Home?- sugirió Tom.

-¿Es tu casa? ¿Eres el dueño del hotel?- pregunté sorprendido.

-Sí, soy el dueño del hotel. ¿Qué dices?- respondió.

-No hay problema. Estaré allí- aseguré.

-Sólo pasa directo y en el ascensor, marca el 1989 y te subirás aquí- instruyó Tom.

-Muy bien, estaré allí como las nueve. ¿Te parece?- pregunté.

-Es perfecto. Deseo verte, Bill. En serio- murmuró Tom.

-Yo también, Tom- respondí.

-Entonces, te espero- comentó.

-Sí, adiós- respondí.

-Adiós- se despidió Tom.

Escuché decir antes de colgar. Ya me estaba arrepintiendo, pero esperaría a ver qué pasaba.

𝑭𝒂𝒕𝒆: ¿ժҽ զմҽ lαժօ ҽsԵάs? [TwcNr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora