CAPITULO 27

892 46 1
                                    

"Ezra ¿me ayudas con esto antes de que te vayas?" pregunté unos días más tarde. Iba a empezar a pintar la habitación de las niñas y aunque aún no había nada en la habitación había que poner plásticos en el suelo y en la ventana para que no se ensuciara. Había comprado ya los botes de pintura y todo lo necesario para empezar.

"Sí trae" dijo cogiendo un extremo del largo plástico "Vale ya está, ahora tengo que irme. Dejame un poco que yo también quiero pintar" dijo riéndose un poco.

Yo estallé en carcajadas "Ni lo sueñes, que dejas todo hecho un estropicio". "Oye" protestó él riéndose y dándome un pellizco en el culo.

"Venga vete, que vas a llegar tarde ¿y qué dirán tus alumnos?" dije yo acompañándole escaleras abajo.

"Tengo una buena razón para llegar tarde" dijo agarrándome y me acercó a él "No hagas muchos esfuerzos ¿vale?" me dio un beso en los labios y luego puso una mano en mi tripa y dijo "Y vosotras cuidad de mamá" yo sonreí y le di otro beso.

"Adios hermoso". "Adios princesa" y se fue. Subí a la habitación y me puse un sujetador deportivo de color gris y unos pantalones cortos rosas para estar más cómoda y me puse manos a la obra.

Por la tarde ya había pintado media habitación. Había elegido un color lila muy clarito porque era un color que me gustaba mucho y quedaba muy bien. Tenía pensando dibujar después alguna cosa que le pudiese gustar a una niña pequeña, como un animal o algo parecido, por ejemplo un elefante o una jirafa. Oí que se cerraba la puerte de abajo y Ezra subió las escaleras. Me abrazó por la espalda y me susurró "Buenas tardes" yo incliné la cabeza hacia atrás y le di un pequeño beso.

"¿Cómo ha ido tu día?" pregunté. Suspiré cuando noté sus labios detrás de mi oreja.

"Muy bien aunque no es lo mismo sin ti. Echo de menos no verte en clase, o por los pasillos, o verte riéndote con tus amigas"

"Ya, pero ahora me tienes para ti solito, sin más distracciones" dije volviendo a besarle.

"Bueno, veo que aún queda habitación por pintar, ahora vuelvo. Por cierto ¿te he dicho lo sexy que estás así?" dijo giñándome un ojo y se metió en nuestra habitación y al cabo de un par de minutos salió con un pantalón de chandal y una camiseta vieja de Hollis. Cogió una brocha del suelo.

"No irás en serio ¿verdad?" pregunté y él asintió sonriendo con una sonrisa de travieso "lo vas a estropear todo"

"Venga ya, si soy un artista" mojó la brocha en pintura morada y se acercó a mi con ella en alto.

"¡¡¡Ni se te ocurra!!!" grité cuando levantó la brocha. No me dio tiempo a apartame ni a hacer nada y Ezra me pintó en el brazo "¿Ah si? Muy bien, tú lo has querido" dijo yo pintándole a él. Empezamos a correr como niños por la habitación tirándonos pintura y acabamos los dos morados, teníamos pintura por todos lados, los brazos, las piernas, la tripa, la cara, el pelo... Ezra se preparó para lanzarme otro pegote de pintura cuando yo sentí un fuerte golpe en la tripa "Espera" dije poniendo una mano delante mío.

"¿Te rindes?" preguntó él con una sonrisa triunfante. "No, me están dando patadas y ¡duele!" dije yo apoyándome en la pared.

"Puede que también quieran jugar" bromeó pero se acercó a mi y me sujetó por los brazos.

"Ja, muy gracioso" me incliné un poco porque dolía "espero que no salgan igual de malas que tú, aunque estas patadas indiquen lo contrario"

"¿Malo? ¿Yo?" dijo él abriendo mucho los ojos y poniendo cara de inocente "Pero si yo soy un ángel"

"Ya, no te lo crees ni tú, mira como has dejado todo" dije sonriendo y mirando a mi alrededor, que estaba hecho una mierda.

"Venga, ya has tenido suficiente por hoy" me quitó la brocha de la mano y la dejó en el suelo "Te voy a preparar un baño para que te relajes y así también nos limpiamos un poco" me reí y le seguí al baño. Nos desnudamos y nos metimos en la bañera. Nos lavamos primero el cuerpo y luego él me lavó el pelo "¿Cómo podeis vivir las mujeres con tanto pelo en la cabeza?" preguntó echándome champú

"No me lo pienso cortar". "Ni de coña que te lo vas a cortar"

Yo sonreí "Pues entonces no te quejes" él se calló y me dio un beso en el cuello. "Ya está, limpio" dijo abrazándome por detrás. Me rodeó la cintura con sus brazos y puso sus manos en mi barriga, pero las fue bajando hasta empezar a acariciar mi clítoris. Yo gemí "Ezra para, ahora no" él quitó sus manos de mala gana. Yo me di la vuelta y lo abracé por el cuello "Queda nada para que nazcan y no quiero molestarlas, aunque quiero hacerlo tanto como tú" le di un beso. Él asintió y me dio otro beso "Ven, te toca a ti" dije echándole champú en el pelo.

Esperando al bebé -EzriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora