capitulo 06

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La decoración de el cuarto de la bebé

Era una hermosa mañana de primavera cuando Vera y Patrick se despertaron con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas de su habitación. Era un día especial: estaban a solo unas semanas de dar la bienvenida a su hija, y hoy se dedicarían a preparar el cuarto que sería su refugio. La emoción y la anticipación llenaban el aire mientras ambos se levantaban de la cama, listos para comenzar su tarea.

Después de un desayuno ligero, lleno de risas y conversaciones sobre la llegada de su bebé, Vera y Patrick se dirigieron al cuarto que habían destinado para su hija.

Todavía necesitaba mucho trabajo. Las paredes estaban pintadas de un suave color blanco, y la luz del sol iluminaba la habitación de una manera mágica.

"¿Qué te parece este color para las paredes?" preguntó Vera, señalando un tono suave de rosa en una de las muestras que habían traído. Patrick, sosteniendo una brocha en la mano, se acercó y sonrió. "Es perfecto. Es cálido y acogedor, igual que nosotros", respondió, dejando caer la brocha en el cubo de pintura.

Mientras comenzaban a pintar, la conversación fluía naturalmente. Hablaban sobre cómo querían que fuera la habitación, los colores, los muebles, incluso las decoraciones. "Me gustaría que tuviéramos algunas fotos familiares aquí", sugirió Vera. "Asi, cuando nuestra hija crezca, podrá ver de dónde viene y cómo la hemos esperado con tanto amor".

"¡Sí! Y también podríamos poner una lámpara con una luz suave para leerle antes de dormir", añadió Patrick, su entusiasmo creciendo con cada idea. Ambos se reían y se miraban con complicidad mientras se sumergían en la tarea.

Tras unas horas de trabajo, la habitación comenzó a transformarse. Con las paredes pintadas y una alfombra suave extendida en el suelo, el espacio ya se sentía más cálido y acogedor. Vera se alejó un momento para contemplar su trabajo, mientras Patrick revisaba una lista de cosas que aún necesitaban comprar. "No podemos olvidar la cuna", recordó, mirándole con una sonrisa cómplice. "Es esencial."

"Exactamente. Vamos a hacer una lista y nos aseguraremos de que todo esté perfecto para la llegada de la pequeña", dijo Patrick, sintiendo que cada detalle se volvía más real. Mientras continuaban organizando el espacio, comenzaron a armar la cuna, una tarea que los llevó a muchos momentos divertidos y algunas pequeñas peleas amistosas sobre las instrucciones.

Finalmente, la cuna fue instalada, y Patrick dio un paso atrás para admirar su trabajo. "Es un gran comienzo", dijo, mientras Vera se acercaba y se apoyaba en su hombro. "No puedo esperar a que ella esté aquí, durmiendo en su cuna", respondió Vera, su voz llena de emoción.

A medida que avanzaba la tarde, la habitación se llenó de pequeños detalles: un móvil de estrellas colgando del techo, un armario lleno de ropitas suaves y adorables, y una pequeña mecedora en la esquina. Vera colocó un marco vacío en la pared, donde más tarde colgarían una foto de su hija.

Mientras terminaban, Vera se sentó en la mecedora, dejando escapar un suspiro de satisfacción. "Mira todo lo que hemos hecho", dijo con una sonrisa. "Es más hermoso de lo que imaginé".

Patrick se sentó junto a ella, rodeándola con su brazo. "Y lo hemos hecho juntos. Esto es solo el principio, Vera. La aventura que tenemos por delante es increible".

La pareja se quedó allí, disfrutando del momento, sintiendo la conexión que había construido durante los años. Sabían que la llegada de su hija traería desafíos, pero también una felicidad indescriptible. En ese instante, rodeados de amor y risas, comprendieron que estaban creando no solo un cuarto, sino
desafíos, pero también una felicidad indescriptible. En ese instante, rodeados de amor y risas, comprendieron que estaban creando no solo un cuarto, sino un hogar donde su familia comenzará a crecer.

Al caer la noche, la habitación brillaba con una luz suave, y Vera y Patrick, cansados pero felices, se dieron cuenta de que el amor que compartían se había multiplicado con cada paso que daban hacia la paternidad. Sabían que su vida estaba a punto de cambiar para siempre, pero estaban listos para afrontar lo que viniera, juntos, como siempre lo habían hecho.

No se olviden de dejar su estrellita me ayudaría mucho

Amor verdadero (parmiga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora