MIDNIGHT RAIN

•VII•

HARRY

- ¿Por qué ayer fuimos a la cafetería caminando, si tienes un auto?-  Después de unos cinco minutos de silencio, en el que el solo miraba la ciudad a traves de la ventana del auto y yo conducía, rompió el silencio.

- Pensé que eras más atlético- Me burle.

- La próxima vez, no pienses. Se te da muy mal- Solté una carcajada.

- Como tu digas- Él estaba distraído, frene frente a un restaurante y ni se dio cuenta hasta que yo hablé de nuevo- Rush, no tenemos todo el día- Volteó confundido.

- ¿Día de que? Y ¿Porqué paramos? ¿Ya llegamos?

- Dije que no tenemos todo el día. Me dijiste que querías comprar comida. No, no hemos llegado.

-Aaah- sonreí, era muy expresivo tanto con sus gestos como con su forma de hablar.  Un libro abierto.

- Iiih- Lo imite. Rodó los ojos.

-¿Te compro algo?

- Sí es mucha molestia. Una botella de agua mineral- Hizo una mueca.

- ¿Porqué no una gaseosa?

- Soy un deportista, Rush.

- ¿Y? ¿Te gusta más la Coca-Cola o la Pepsi?. A mi me gusta más la Coca-Cola, pero si te gusta más la Pepsi no te voy a juzgar- Ay señor.

- No, no es es-

- Okey, entonces Coca-Cola. Ya vengo- No pude oponerme, antes de poder articular una palabra el ya estaba dentro del local. Diez minutos después volvimos a la carretera con el feliz devorando su hamburguesa y tomando grandes sorbos de su lata, y yo resignado, tomando lentamente de la mía. Cuando volvió al auto me la tendió con una sonrisa tan bonita que pensé <<una al año no mata>> y ya me veía en el futuro haciendo más cosas que no quería hacer solo porque el quería hacerlas.

Rush me interesaba, me parecía muy bonito y tierno, y me gustaba mucho hablar con él, aunque tuviera solo unos días de conocerlo. Y no pasaba desapercibido para mi lo que causaba mi presencia en él. Lo ponía nervioso.

Miraba el camino con atención, y de un momento a otro se giro hacia mi con brusquedad.

- ¿Este no es el camino a la Univerdidad? ¿No dijiste que íbamos a ir a otro lugar? ¿A donde vamos?

- Sí. Esque no vamos a la universidad. Ya lo verás.- El me observó con desconfianza pero no dijo más.

Tras la Universidad había vegetación, y también un lugar no muy conocido por los estudiantes. Un lago y una cabaña abandonada. Me pareció un lugar digno de ser retratado, las aguas, al no ser un lugar muy concurrido, se veían cristalinas, lo que causaba que la cabaña al estar tan cerca, si uno se colocaba en un ángulo indicado, se reflejará en el agua. Una pintura perfecta.

Unos minutos después, paramos en el  parking de la escuela, eran unos quince minutos a pie.

- ¿Vamos a caminar? ¿No te dije que no pensaras?- Yo comencé a caminar y el resignado, me siguió.

- Relájate que solo son quince minutos.

- ¿Que vamos a hacer al monte? ¿Me vas a matar?

- ¿Qué monte?- Dije indignado-  Si Rush, verás, es mi pasatiempo favorito. Se me quedó el hacha en el auto- El me miró con el ceño fruncido y yo le dediqué una sonrisa burlona- ¿Nunca has visto la vegetación de atrás?

- No ¿Para qué?. Si no me muerde un animal venenoso, me mata algún loco, como tú. Solo tengo diecinueve, ¿Sabes?

- No sé. Pero lo que si me queda completamente claro es que has visto demasiados documentales de asesinos en serie.