Cap 8

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Increíble, Mara y Adam estaban desparramados en el sofá de la sala viendo "Kun fu panda" y en medio, Melog acostado de lado. Mi hermano ponía una fritura de queso en frente al gato y él con su patita lo alcanzaba y se lo mía

-No creo que eso sea muy saludable para el gato

-Tampoco para nosotros y aun así los comemos - Respondió Mara

-Si Adora, déjalo, además, estamos de vacaciones, todo se vale ¿Verdad Melog? -El gato maulló pesadamente, como si respondiera más a fuerza que de ganas

-Tú también que te dejas - Lo regañe - Y ustedes, dejen de engordarlo, voy a correr - Me puse los audífonos y salí a correr para despejar mi mente, pues no dejaba de pensar en ella, era como si se me hubiese hecho un vicio, añoraba su presencia, su aroma, su voz en mis oídos con sus comentarios sarcásticos, la suavidad de su piel... Ella 

De la nada, un auto salió, estrellándose conmigo - ¿QUE DEMONIOS HACES, NIÑA? - Papá apareció frente a mí y me ayudó a ponerme de pie - ¿En qué demonios estabas pensando? ¿Porqué te cruzaste en mi camino?

-¿Que? ¿Tú me atropellaste? - Pregunté un tanto desorientada y tocándome la cabeza

-SALISTE CORRIENDO, Y YA MÉTETE A AL CASA, NO TIENES OTRA COSA QUE ESTARME MOLESTANDO, ÁNDALE, VE A ATORMENTAR A TU MADRE 

Maldita sea, eso me faltaba. Entré cojeando a casa, Melog se lanzó hacia mis brazos y maullando y frotando su cabeza en mí, me demostró preocupación - Estoy bien

-¿Que te pasó? - Preguntó mamá 

Miré hacia mis piernas, mi pants estaba roto de la rodilla izquierda y mi codo sangraba - Papá me atropelló 

-¿QUE COSA?

Mamá salió ignorándome y comenzó a discutir con papá, mientras yo, subí a mi habitación a tomar un baño y cuando el agua cayó sobre mí, vi a mi gato, me miraba fijamente de manera tierna y sus ojitos parecían que estaba a punto de llorar - Estoy bien, no te preocupes - El pobre gatito se metió conmigo y levantó sus patitas pidiendo que lo alzara, no iba desairarlo lo alcé y nos bañamos juntos, el gato es muy curioso en verdad

Me acosté a dormir, la oscuridad que me rodeaba em confortaba, pero la suavidad de la cama me hacía sentir flotar en un ambiente de añoranza nuevamente ¿Será que me había acostumbrado a aquel lugar de ambiente pesado, olores y ruidos extraños? Este lugar es muy tranquilo, desde aquel primer día de mi llegada, no había vuelto a tener pesadillas, ni había sentido presencias

Melog se acomodó junto a mí metiéndose entré las cobijas y ronroneó - ¿Crees que me extrañe? - Le pregunté, él maulló - Tal vez el sentimiento solo sea mío - Maulló nuevamente -  Tienes razón, ella quiere... ¿Sabes qué? Me atreveré, en cuanto regrese a Las Salinas, le pediré que sea mi novia - El gatito subió a mi pecho y se acomodó - Sé que vas a caerle bien

Las últimas semanas se fueron como agua, plagada de ansiosas ganas de volver a aquel lugar aterradoramente confortable

Con gran inpaciencia, miré el camino de regreso con felicidad - Adora, sabes que puedes dejar a Melog co nosotros - Dijo papá

-No papá, dijiste que no lo querías en la casa

-Bueno, es que... No vas a poder con la escuela y tu servicio

Él tenía razón, pero por alguna razón, no podía alejarme del gato, además, por alguna razón, creía que él también estaba ansioso por regresar - Claro que podré - Una mueca triste en él me hizo sentir un tanto culpable - Prometo que, si se me complica, llamaré para que vengas por él

Mi vecina de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora