𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐌𝐀𝐅𝐈𝐎𝐒𝐎//𝐇𝐘𝐔𝐍𝐋𝐈𝐗

6

Hyunjin no te preocupes por eso utilizaré los anticonceptivos–dijo felix tratando de calmar al mayor.

¡es que soy un imbecil,como no me di cuenta!–dijo hyunjin.

Oye no digas eso,no eres un imbecil–dijo felix.

¡JODER!–grito hyunjin dejando caer su puño sobre la pared casi cerca del cuerpo de felix.

Felix se encogió en su lugar y hyunjin al darse cuenta de que la había asustado a la rubia,se agacho a la altura de la rubia y la abrazo.

Perdón reina,no quería asustarte–dijo hyunjin.

No importa–susurro felix.

¿Segura?–pregunto hyunjin.

Si Hyun–dijo felix.

Esta vez te creeré–dijo hyunjin.

Hyunjin podemos ir a mi casa–susurro felix tomando su vestido.

Si–dijo hyunjin.

Gracias rey–dijo felix quitandose la camiseta de hyunjin y poniéndose su brasier.

Como quiero volver a tenerte debajo mio–dijo hyunjin.

Tu solo besame ¿quieres?–dijo felix y el mayor se acerco a ella y la pecosa paso sus brazos por los hombros de hyunjin.

Y unieron sus labios,un beso suave y amoroso se separaron y felix terminó de cambiarse.

¿me esperas abajo?–pregunto hyunjin y felix asintió tomando sus flores para despues bajar.

Hyunjin se cambio y bajo a la sala tomó las llaves de su auto y salió junto a felix de la casa.

Se subieron al auto y hyunjin salio de aquella propiedad dirigiéndose a la casa de felix.

Aun no puedo creer que estés aquí y conmigo–dijo felix pasando su mano por la cabellera de su novio.

Pero aunque no lo creas si estoy contigo–dijo el mayor.

Si–dijo felix.

¿Oye por que no te quedas en mi casa hasta que llegue el día de volver a rusia?–Pregunto hyunjin.

Quisiera pero conociendo a mi madre me lo prohibiría–dijo felix.

Pies pregúntale,no se sabe que dirá realmente–dijo hyunjin.

Si eso quieres lo hare–dijo felix ahora con su mano sobre la de hyunjin en su muslo.

Esta bien–susurro hyunjin.

Hyunjin sonrió mientras mantenía su mano sobre la de Felix. El camino hacia la casa de Felix parecía tranquilo, pero ambos sabían que las emociones en el aire eran intensas. Hyunjin no podía dejar de preocuparse por el futuro, especialmente con la inminente partida de Felix a Rusia. Sin embargo, no iba a dejar que esos pensamientos arruinaran el momento que tenían juntos.

—Espero que tu madre lo permita, no quiero separarme de ti tan pronto —murmuró Hyunjin, sin apartar la vista del camino.

Felix lo miró de reojo, sintiendo una calidez en su pecho ante las palabras de su novio. Era increíble cómo alguien tan fuerte y a veces frío, podía ser tan dulce con él. Una parte de Felix temía lo que su madre podría decir, pero la otra parte, la que confiaba en Hyunjin, le hacía sentir que todo podría salir bien.

—La convenceré. Después de todo, no creo que quiera verme triste si me prohíbe quedarme contigo. —Felix sonrió levemente, intentando mostrar seguridad.

Hyunjin asintió, pero no estaba del todo tranquilo. Sabía que la madre de Felix era estricta y controladora, pero estaba decidido a estar con él sin importar lo que tuviera que hacer. Aparcó el auto frente a la casa de Felix, y ambos se quedaron unos segundos en silencio, como si no quisieran que el momento terminara.

—Bueno, aquí estamos —dijo Felix, soltando un suspiro y desabrochándose el cinturón.

Hyunjin apagó el motor y se inclinó para tomar la mano de Felix una vez más antes de que bajara del auto.

—Sea lo que sea, estaremos juntos —le susurró, apretando suavemente su mano.

Felix lo miró, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y nerviosismo. Se inclinó hacia Hyunjin y lo besó suavemente en los labios.

—Gracias por siempre estar conmigo, Hyun —murmuró antes de bajarse del auto.

Ambos se dirigieron hacia la puerta, y Felix no pudo evitar sentir que su corazón latía más rápido con cada paso. Sabía que tenía que hablar con su madre sobre la propuesta de Hyunjin, pero también sabía que si estaba con él, no habría nada que temer.

Felix se detuvo frente a la puerta, inhalando profundamente para calmarse. Al abrirla, la fragancia familiar de flores y el suave murmullo de su madre en la cocina le dieron la bienvenida. El ambiente era cálido, pero la tensión en su pecho aumentaba con cada paso hacia el interior.

—¡Felix! —llamó su madre desde la cocina—. ¿Eres tú?

—Sí, mamá —respondió Felix, forzando una sonrisa.

Su madre apareció en el umbral, secándose las manos en un paño de cocina. Llevaba un vestido ligero y su cabello recogido en un moño desordenado.

—¿Quién es tu amigo? —preguntó, notando la presencia de Hyunjin al fondo.

Felix sintió que el corazón le daba un vuelco. Había llegado el momento de presentar a Hyunjin y de explicarle la situación.

—Es… —empezó, pero las palabras se le atascaban en la garganta.

—Soy Hwang Hyunjin, un placer conocerte —dijo Hyunjin, dando un paso al frente con confianza. Extendió su mano hacia la madre de Felix, quien la aceptó, observando a Hyunjin con curiosidad.

—Hola, Hyunjin. Encantada. ¿Y qué trae a un joven como tú a nuestra casa? —dijo ella, con una expresión que combinaba interés y una pizca de suspicacia.

—Vine a ver a Felix y… —dudó un momento, buscando las palabras adecuadas—. Estaba pensando en proponerle que se quedara un tiempo conmigo antes de regresar a Rusia.

La madre de Felix frunció el ceño ligeramente, y Felix sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que debía intervenir.

—Mamá, yo… quiero quedarme con él un tiempo. Sé que esto es repentino, pero realmente quiero disfrutar de su compañía antes de irme —dijo Felix, manteniendo la mirada firme en su madre.

—Felix, sabes que debes enfocarte en tus estudios y en lo que viene después —respondió su madre, pero la expresión de preocupación se suavizó al notar la determinación en los ojos de su hijo.

—Lo sé, mamá, pero no quiero perder la oportunidad de estar con alguien que significa tanto para mí. —Felix miró a Hyunjin, quien le devolvió una mirada de apoyo—. Él me hace feliz.

La madre de Felix se quedó en silencio, considerando las palabras de su hijo. El ambiente se sentía tenso, pero la sinceridad de Felix comenzó a desarmar su desconfianza.

—Está bien, Felix. Pero quiero que me prometas que seguirás siendo responsable y que no dejarás que esto afecte tu futuro. —Finalmente, dijo su madre, con un tono que sonaba más conciliador.

—Lo prometo, mamá —respondió Felix, sintiendo un gran alivio en su interior.

Hyunjin sonrió, aliviado, y se acercó a Felix, tomando su mano una vez más.

—Gracias —susurró Felix, sonrojándose un poco.

—Bueno, me alegra que estén aquí juntos. Solo quiero que sean felices. Ahora, ¿quieren algo de comer? —dijo su madre, ya más amable.

Ambos asintieron y siguieron a su madre hacia la cocina. Felix se sintió ligero, como si un gran peso se hubiera levantado de sus hombros. Sabía que el camino no iba a ser fácil, pero tenía a Hyunjin a su lado y eso era lo más importante.

Mientras se sentaban en la mesa y disfrutaban de la comida, las risas y las historias comenzaron a fluir, creando un ambiente cálido que hacía que las preocupaciones de Felix parecieran lejanos. Al final del día, todo lo que quería era estar con Hyunjin y construir momentos que atesorarían para siempre.