열둘

536 39 0
                                    

Después de un rato hablando afuera, Yoongi propuso que sería mejor entrar a su departamento. Fue así, como Jungkook terminó enrollado en los brazos del pálido. La noche era perfecta. Las estrellas brillaban en el cielo, y la luna iluminaba ligeramente la terraza donde estaban abrazados.

Era como si todo se hubiera alineado s ese momento en donde iban a confesar su amor.

Jungkook se sentó y se acercó a Yoongi, tímidamente. Yoongi lo miró, sin entender qué pasaba. Y el tatuado lo miro con nerviosismo.

—Yoongi —, dijo, con suavidad.

El pálido se incorporó.

—¿Qué pasa? —, preguntó.

Jungkook se inclinó hacia el, puso sus manos tocando la suavidad de su piel. Sonrió tímido.

—¿Que haces? —, habló bajo el pálido.

—Quiero verte sin ellos —, dijo Jungkook, acercándose más y tomando sus lentes de miopía por los lados—. ¿Puedo? —, preguntó.

Yoongi asintió, riéndose.

Al mirar sus ojos, pensó: "Dios, sus ojos son lindos. Me encantan. Me recuerdan a un gatito molesto."

—Te ves hermoso —, dijo, sonriendo.

Yoongi se sonrojó y lo golpeó bromeando.

—Cállate.

Jungkook se sintió enternecido al darse cuenta de que Yoongi se había sonrojado.

—Eso es nuevo —, dijo, sorprendido.

Yoongi abrazo sus rodillas, avergonzado.

—No sé de qué hablas —, respondió.

Jungkook sonrió.

—Sí lo sabes —, dijo—. Te estás sonrojando.

—No estoy sonrojado —, negó.

Jungkook se acercó más.

—Sí lo estás —, dijo, acercandose—. Tal vez siempre estuve fijado en ti —, hablo de nuevo Jungkook—, pero no me di cuenta hasta ahora.

Pero antes de que Yoongi pudiera hablar, Jungkook lo besó. No pudo soportar el hecho de ver sus labios moverse. Había deseado tanto este momento, no pudo contenerse. Fue un beso suave, pero lleno de pasión.

Yoongi se sorprendió, pero no se apartó. Al contrario, se acercó más y devolvió el beso. Tomándolo por las mejillas mientras que Jungkook enrollaba sus brazos al rededor de su cuello.

—No te soporto —dijo, con firmeza al separarse.

—¿Que dijiste? —, dijo retador.

—Te dije que no te soporto.

—Y yo te digo que no me importa —, respondió Jungkook, riéndo.

Yoongi lo miro, admirando cada parte de el. A diferencia suya, sus ojos eran grandes y redondos, su cabello corto oscuro y una sonrisa que le hacía recordar a un conejo. Tomo algunos mechones rebeldes de su cabello y lo acaricio.

—Si vuelve a gritar mientras estoy durmiendo, te mato —, dijo Yoongi, sonriendo.

Jungkook se acercó a besarlo.

—Rétame —, dijo sobre sus labios.

No dijeron mas. Se quedaron abrazados, mirando las estrellas. Yoongi acariciaba suavemente el cabello de Jungkook que descansaba en su pecho, el tatuado tenía sus ojos cerrados. Pensando como era posible estar así con su vecino.

—Jamás pensé que terminaría así contigo.

—¿Qué quieres decir? —, preguntó Yoongi.

—Quiero decir que pensé que seríamos enemigos para siempre. Pero quiero que esto sea el comienzo, no el final —, confesó, enterrando su cabeza en el cuello de Yoongi para besarlo.

—Estoy de acuerdo.

Jungkook levantó su cabeza para mirarlo, perdiéndose en sus oscuros ojos rasgados.

—Yoongi, me gustas —, dijo tímido.

El pálido sonrió y le dio un beso en la frente.

—Y tú a mi, Jungkookie —, dijo burlesco lo último.

Jungkook se sonrojó.

Recordó aquella vez que su madre fue a visitarlo y Yoongi escuchó el meloso apodo que ella utilizaba. Sonrió emocionado. Le encantaba Yoongi, ahora entendía porque siempre estaba tratando de molestarlo o llamar su atención.

La noche se hizo larga, y ellos se quedaron abrazados, mirando las estrellas. No querían que esto terminara. Esto solo era el inicio de algo sin pase de vuelta y eso estaba bien para ambos.

 Esto solo era el inicio de algo sin pase de vuelta y eso estaba bien para ambos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

fin...

enemies | yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora