El fuego en nuestros ojos

Capítulo 5: La línea de partida

Capítulo 5 : La línea de partida.

Resumen:
Shouto dejó escapar un pequeño gemido fingido de frustración. -Qué horrible. Tendré que escaparme de mi casa otra vez-.

Solemnemente, el genio de cabello verde asintió -más de una vez, incluso-.

Finalmente, recuperando su coraje, Hitoshi se unió-Aún haremos de ti una rata callejera rebelde, príncipe de hielo-

Shouto no lo hubiera querido de otra manera.

Shouto se siente como si estuviera en la cima del maldito mundo.

Es difícil no hacerlo cuando está sentado a la mesa cenando con sus almas gemelas. Sus almas gemelas, muy reales y muy hermosas.

Después de que finalmente todos regresaron a la casa de Izuku después del desastre que fue todo su día, los tres se turnaron para ducharse y acomodarse. El apartamento estaba... deprimentemente vacío, aparte de la propia habitación de Izuku, pero lo ignoró a favor de disfrutar de un espacio solo para él y sus amigos. Por una vez en la vida de Shouto, no tenía que preocuparse por un adulto acechando a la vuelta de la esquina, esperando que cometiera un error para poder golpearlo. Era pacífico. Una sensación que no había podido experimentar en un tiempo, no desde que estaba acurrucado en los brazos de Fuyumi en el hospital, y solo se incrementó con la presencia de las dos personas a las que estaba atado.

Mientras Izuku se estaba duchando, Hitoshi finalmente le había dado un resumen de los eventos del día; al menos las partes que él entendía. Todavía no tenían idea de cómo Izuku había llegado a la cima del edificio de apartamentos de Hitoshi, ni cómo había escapado del villano de lodo la primera vez, pero fue un alivio finalmente obtener algunas respuestas después de tener que lidiar con estar aislado de ellos toda la noche.

Hitoshi limpió las heridas en su prostro y brazos que aparentemente había recibido de uno de sus matones justo antes de que comenzara la asfixia, y durante el resto de la ducha de Izuku se sentaron en un agradable silencio, una mano entrelazada con la otra.

El silencio solo se rompió una vez -¿Cuánto tiempo puedes quedarte?-, preguntó Hitoshi suavemente, inclinándose un poco hacia su lado izquierdo.

-Hasta las 3 de la mañana. Tengo que llegar a mi casa a tiempo para que parezca que estuve durmiendo allí-.

Su alma gemela asintió y luego volvieron a disfrutar de la presencia del otro.

Después de su propia ducha, durante la cual Hitoshi había vendado las quemaduras de Izuku, alrededor de las 8:30, volvieron a calentar la comida para llevar que trajo y se sentaron alrededor de la mesa de la cocina de Izuku para comer. Fue entonces cuando Shouto tuvo la oportunidad de finalmente apreciar a las dos personas con las que estaba sentado. No es que no hubiera notado periféricamente detalles sobre ellos, pero había estado un poco preocupado por el peligro que corrían, y luego por el subidón de adrenalina que se había disparado.

Ahora, sin embargo, puede admirar debidamente la forma en que el cabello ligeramente húmedo de Hitoshi se levanta salvajemente desafiando la gravedad, cómo a pesar de sus prominentes ojeras tiene este aire de confianza que lo rodea, creando una atracción que Shouto no puede evitar. O con Izuku, cómo sus pecas parecen constelaciones y sus ojos, que gradualmente habían recuperado su vida a lo largo de la noche, casi parecen brillar en la tenue iluminación de su casa.

Las auras que siente de los lazos de las almas gemelas coinciden perfectamente con sus apariencias. Con Izuku, es como la luz del sol en un día cálido, nubes esponjosas y colores brillantes y un poco de alegría salvaje. Hitoshi es apenas más tranquilo, una cierta pasión cortante persiste detrás de la sensación de mañanas perezosas y bebidas calientes.