Chapter 5

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La mano de Noah se movió, sus ojos se abrieron al sentir que no podía mover su mano izquierda, pues, el Emperador estaba sosteniéndola con fuerza.

-Padre-Noah le movió su hombro, Richard al sentir un suave empujón se despertó.

-¿Estás bien? ¿Te duele algún lugar? ¿Quieres que llame al doctor?

Parecía preocupado.

-Yo...-Noah sostuvo su cabeza, frunciendo el ceño.

"¡Destino! ¡Creación me golpeó!"

-Ah...duele...

Richard soltó su mano y fue en busca de algún sirviente cercano.

-Llamen al doctor-ordena.

Los caballeros imperiales fueron en busca del doctor con urgencia, Noah seguía agarrando su pequeña cabeza.

A un lado Casey apareció por el balcón, entró a pesar que el Emperador estaba en la habitación, sus brazos abrazaron a Noah, cantándole una canción de cuna hasta hacerlo dormir.

-¿Que fue eso? ¿Por qué el...?

-¿Preocupado? ¿Tú?-pregunta Casey mirándole de pies a cabeza.

-Es mi hijo.

-Claro, todos lo somos. Pero nunca nos has preguntado si estamos bien. No finjas Richard, Noah no merece tu falso amor paternal.

Richard frunció el ceño, Casey actúa diferente, usualmente se mantiene en silencio, y si algo le molesta pone una expresión de felicidad.

Pero ahora, solo se concentra en atacar cada palabra que sale de su boca.

-¿No vas a decirme? Que no se te olvide que tengo a tu preciado hermano bajo mi cuidado.

Es claramente una amenaza, Casey lo observó con frialdad, luego suspiro como rindiéndose ante Richard.

-Desde niño Noah ha tenido pesadillas, nunca ha querido contarme, pero se que le afectan. Y está-dice acomodando a Noah en la cama-es mi única manera de mantenerlo calmado.

Richard acaricia el cabello negro del pequeño, Casey mira esa mano, pensando si puede cortarla.

-Tendrás un nuevo hermano.

Las intenciones asesinas hacia Richard se esfumaron de la mente de Casey, y su expresión confundida es reflejada en su rostro.

-¿Q...Qué dices?

Richard se sienta en la mesilla, le sirve un poco de jugo a Casey que se ha sentado frente a el.

-Pruébalo.

Richard mueve su cabeza, se sirve jugo para el, y aunque no le gusta la naranja, lo prueba para mostrarle al primer príncipe que nada está envenenado.

-¿Y mi taza?

-Si no quieres tomar, no lo hagas.

Había perdido la paciencia.

-No me gusta la naranja.

Ambos se miraron, a ninguno de los dos le gusta esa fruta, pero sería de mala educación no beber lo que te han servido, por lo que Casey bebe su parte.

-¿Quien es la madre?

-Pelirroja.

-¿La concubina de Marchel?

-Ah, si, ella.

-No te ves muy feliz-Casey sonrió-felicidades.

Richard no estaba feliz, Marchel era una casa con poder, tener un hijo con ella, le daba una gran posibilidad al trono.

Pequeño Cruella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora