¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Estoy cansada a morir— Hermione arrastraba los pies por las escaleras a mi lado.
—Ni me lo digas, todavía me duelen las piernas desde ayer— Sinceramente las piernas me temblaban a morir.
Cedric jugo sucio, y lo sabe, me tiro de mi escoba y atrapó la snitch sin yo poder hacer nada al respecto. Madame Pomfrey tuvo que volver a construir mis dos piernas rotas por culpa de Cedric.
Y aunque lo pudieran pensar, no me pidió perdón, sus únicas palabras a mi fueron; "Ya sabes que el juego contra mi es duro Hermanita" y siguió con su vida sin importarle que casi me rompe el cráneo.
—¿No le dijiste nada a Dumbledore? El haría algo— Lo hice, pero mi padre apareció diciendo que su hijo no había echo nada malo y su hija era demasiado exagerada.
—No, no lo vi necesario, Cedric es intocable— Hermione frunció el ceño, pues ella sabía que yo no me rendía tan fácilmente, pero siguió subiendo y no hizo más preguntas.
Defensa contra las artes oscuras es la peor clase de todas, me vuelve loca y me estresa más de lo que me enseña. El año pasado había sido el menos peor, el profesor Remus era un sol, algo obvio ya que odiaba la luna, supongo que le pasa a todos los hombres lobo. No es necesario aclarar que el profesor renuncio apenas se supo que era un hombre lobo y nunca más volvió a aparecer en ningún lugar. Excepto en mi casa, bastante seguido a hablar algunas cosas con mi padre y con el señor Weasley.
—Mira a quien veo por aquí, si son las listillas— La voz del rubio de cuarto año sono desde debajo de la escalera mientras su grupo de amigos imbéciles reían detrás de el.
Draco Malfoy, ¿como describir a Draco Malfoy? Muy simple, es un niño imbecil y rico, con amigos también ricos o imbéciles, aveces vienen en combo 2x1 al igual que él. No era el tipo de personas que más me agradará, tengo muy en claro que tampoco soy la chica más querida y amable en cuarto año, ni en Ravenclaw, ni en mi habitación, pero seguía siendo educada, no como ellos.
—Hola rubio, ¿necesitas algo, Malfoy?— Hable intentando sonar lo más educada y amable posible, aunque mi rostro demostrara otras cosas, en realidad no era una persona a la cual odiara.
Sabía que Draco y sus amigos venían de un lugar complicado, por así decirlo, si yo llegaba a encontrar a mis padres unos padres malos, ellos tenían que vivir con todo Hogwarts pensando que son malvados. No me malinterpretes, lo son, son asesinos despiadados, torturadores, imbéciles y malas personas, pero sus hijos nacieron después de ellos, obviamente, así funciona la genética ¿sabes? Pero de igual manera, ¿porque era culpa de ellos que sus padres fueran crueles?.
Únicamente eran culpables de las cosas que ellos hacían, y eran cosas que tampoco estaban bien, asique yo simplemente elijo creer que de tal palo tal astilla.
—No te hagas la mosca muerta, Diggory, conozco bien a los Ravenclaw, intentan hacerse las inocentes cuando son zorra vestidas de ovejas— Si hay algo que me moleste en esta vida, es la generalización, no me interesa que me ataquen a mi, pero a todas no.
