𝖼𝗎𝖺𝗍𝗋𝗈. 𝗹𝗼𝘀 𝗗𝗶𝗴𝗴𝗼𝗿𝘆

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—¿Y? ¿Que quieres decirme? Cedric— Voy a ser sincera, la clase fue una reverenda porqueria con Cho a mi lado

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—¿Y? ¿Que quieres decirme? Cedric— Voy a ser sincera, la clase fue una reverenda porqueria con Cho a mi lado.

Actuó raro toda la clase, me miraba comí si quisiera decirme algo. Conozco a mis mejores amigas, y conozco sus expresiones, durante toda la clase podía ver como trataba saliva al mirarme e intentaba parecer amable de una manera patéticamente absurda.

—Sabes que yo no hablaría con los Riddle por gusto, ¿lo sabes no?— Asentí impacientarse para que me contará sus problemas raros por fin.

—Escúchame Cedric, eres muy mi hermano y te adoro y blablabla, pero me esta sonando el estómago y sabes que hoy no desayune— Pretendía sonar menos antipática de lo que sone, es decir, amo a mi hermano y me gusta hablar con el, pero escuchaba mis tripas sonar.

Cedric me señaló que me sentara en el sofá de su sala común y eso hice, soy una niña obediente. Él se arrodillo frente a mi, tomando mis manos entre las suyas y me volteo a ver. Podía ver por donde se iba eso, me quería pedir un favor, que le mintiera a la otra prefecta de Hufflepuff para que el se pudiera escapar, que fingiera alguna enfermedad para que el dijera que me esta cuidando cuando se va con sus novias, o algo parecido.

—Necesito que vayas a una tutoria con Riddle para que yo pueda ir a una cita con una chica— Jajaja... no.

—¿A ti de niño te dieron ácido, papá te electrocuto o te caíste de la cuna?— Estaba mal de su cabeza si creía que yo en verdad cedería tan fácilmente.

Cedric me miró con molestia y luego de soltar un suspiro volvió a recobrar la compostura y me miró muy serio.

—Te daré... 5 galeones— No vale la pena hora y media de sufrimiento.

—15—.

—10—.

—No estas en posición de regatearme, Diggory, te estoy haciendo un favor, y mínimo que valga la pena el sacrificio— Nego resignado y luego saco 20 galeones de sus bolsillos.

Me los extendió y los dejo en mis manos. Así me gusta hacer negocios, además, me guste o no, algo de clases si necesito.

—Te daré 20, pero estarás en una clase por 2 horas— Bufé mientras guardaba los galeones en mis bolsillos. —Te estoy ayudando, quiero que tengas futuro—.

Asentí y salimos de la sala común de Hufflepuff dirigiéndonos al gran comedor, sinceramente, los pasillos de Hogwarts parecen interminables, daría todo por poder volar escobas dentro, pero a diferencia de los demás, comprendo que sería un acto deliberado que podría causar el daño de algún ser humano o animal.

Al llegar al gran comedor, entramos por las grandes puertas y Cedric me agarro del brazo antes de que pudiera alejarme tanto como quería y me comenzo a dirigir hacia la mesa de los Slytherin.

—Thomas— Saludo al prefecto de Slytherin.

—Diggory— Dijo y luego volteo a verme a mi, quien al parecer no estaba con la mejor cara pues sus amigos soltaron una carcajada. —Diggory— También me saludo y volvió a ver a mi hermano.

𝗔𝗟𝗪𝗔𝗬𝗦 𝑡.𝑟𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora